Eva María García, junta al cuadro de Santa Rosa de Lima que ha restaurado en su taller. RAMÓN L. PÉREZ

Patrimonio de Granada

Al rescate de los tesoros del Cuzco

Restauran una pintura del siglo XVII atribuida a José Risueño y una alfombra con más de cien años, ambas piezas donadas por el arzobispo Manuel de Moscoso a la Iglesia de Víznar

Martes, 9 de abril 2024, 00:00

Santa Rosa de Lima se mudó a la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar de Víznar a finales del siglo XVIII, aunque en realidad la pintaron en la segunda mitad del XVII. El cuadro –un lienzo de 82,5 centímetros de altura y 70,5 ... de ancho– ha recibido a los fieles de la parroquia desde entonces, convirtiéndose en una honda metáfora del paso del tiempo: las flores que la religiosa entrega al niño Jesús se volvieron amarillas, casi marchitas, como si toda la escena estuviera cubierta por un manto de polvo. El autor de la obra, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), es un misterio, pero todo apunta al granadino José Risueño Alconchel. «No está firmada, no se puede asegurar. Pero si no fue él mismo, salió de su escuela», dice Eva María García Ávila, la mujer que ha recuperado el color del milagro.

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10/04

Este miércoles 10, a las 17.30 horas, la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar de Víznar acoge la presentación oficial de las obras restauradas.

Manuel de Moscoso fue obispo del Cuzco, en Perú. En 1780, sin embargo, le nombraron arzobispo de Granada con Carlos III. Fue entonces cuando inició la construcción de un hermoso palacio en Víznar, una joya arquitectónica de 10.000 metros cuadrados que se terminó en 1795. Conocido como el Palacio del Cuzco, Moscoso lo convirtió en una suerte de museo donde todo, desde las alfombras hasta las pinturas, era una obra de arte. Cuando el palacio pasó a manos privadas, a principios de los 2000, todas esas obras se perdieron de vista.

Sin embargo, algunas fueron donadas mucho antes a la Iglesia de Víznar, con lo que pudieron permanecer en el pueblo. «Es el caso de Santa Rosa de Lima», continúa la restauradora Eva María García. El cuadro lleva unos meses en el estudio Cactus (calle Jerez, entre Arabial y Camino de Ronda), una academia de arte con un centenar de alumnos que es, además, su taller de trabajo.

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«En la escena –explica García, señalando los distintos detalles del cuadro–, el niño Jesús le está dando una flor a Santa Rosa de Lima, la primera santa del Nuevo Mundo, patrona de toda América Meridional y Filipinas. Si os fijáis, en el fondo del cuadro se intuye un poco la ciudad de Lima».

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Hace casi un año, la Diputación de Granada, dentro de la línea Cultura y Memoria Histórica y Democrática, concedió una subvención a la Parroquia de Víznar para restaurar el cuadro. «Tiene muy buena factura y está catalogado como BIC –afirma García sonriente–. Y sí, lo he rescatado».

Eva María García y su hermano, Pablo, con el que lleva el estudio Cactus. La restauradora muestra detalles del proceso que ha realizado en el cuadro. RAMÓN L. PÉREZ

El proceso

El cambio es increíble. «Tenía una capa de barniz muy, muy gruesa, como si tuviera una cortina delante», indica García. El principal problema, sin embargo, era que la pintura presentaba un craquelado importante, esto es, pequeñas fracturas que podrían provocar un desprendimiento. El proceso pasó por proteger la capa pictórica, asentar el color con calor y presión controlada, estucar las pequeñas lagunas con la técnica del rigatino (rayas verticales muy finitas) y cambiar por completo el bastidor.

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Antes y después de Santa Rosa de Lima. R. I.

Santa Rosa, luminosa y deslumbrante, regresa este miércoles a Víznar. El pueblo la recibe con un acto por todo lo alto, una celebración que tendrá lugar en la misma parroquia, a las 17.30 horas, con la participación de Pilar Caracuel, diputada de Cultura y Educación, y José Javier Martín Cañizares, delegado territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía.

La alfombra

Susana Rodríguez y Teresa del Pino, jefa de estudios y profesora del Centro Albayzín, con la alfombra. PEPE MARÍN

Santa Rosa, de nuevo en los cielos de Nuestra Señora del Pilar, podrá ver cómo el milagro de la restauración también alcanza la tierra. O el suelo del templo, mejor dicho. Entre los bienes que el arzobispo Moscoso donó a la iglesia de Víznar, también había una gran alfombra –siete metros de alto por tres de ancho– que data de finales del siglo XVIII. Se trata de una hermosa pieza que se ha desplegado a los pies del altar en miles de bodas, bautizos, comuniones y todo tipo de celebraciones a lo largo de los años. Con tanto uso, se pueden imaginar que algún que otro desperfecto tenía. Aquí es cuando entra en juego el Centro Albayzín.

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«En nuestros cursos de recuperación de bienes lo hacemos sobre obra real, así que necesitamos tapices y alfombras para que los alumnos aprendan», dice Susana Rodríguez, jefa de estudios del centro que, principalmente, imparte cursos para desempleados. «Nos pusieron en contacto con David, el párroco de Víznar, y así fue como nos llegó esta preciosa alfombra». Nos encontramos en los talleres del Centro Albayzín, frente a Kinépolis. Aquí, las alumnas María Dolores, María Isabel, Natalia, Susana y Mar han pasado todo el curso –600 horas– restaurando la alfombra bajo la tutela de Teresa del Pino, su maestra.

Detalle de la alfombra, restaurada. P. M.

«Presentaba un gran deterioro, así que la limpieza era fundamental», dice Del Pino. Mediante aspiración controlada, consiguieron eliminar los depósitos de cera. «Había muchísimos». Una vez que estuvo limpia, pasaron a reintegrar y consolidar ciertas lagunas parciales o totales. «Como la alfombra va a seguir usándose, insistimos en fortalecerla». Ahora, sin huecos ni fisuras, cuenta con un forro adicional y una funda de tela que realizaron en el taller.

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Este miércoles, una de las alfombras del Palacio del Cuzco regresa a Víznar completamente resucitada gracias al trabajo cuidadoso y gratuito de Teresa y los alumnos del Centro Albayzín. Lo que habrá visto esta alfombra... «¡Y lo que le queda por vivir!», exclama la profesora, orgullosa de ser parte de los nudos de esta larga historia.

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