«Este premio significa para mí un 'Filón' de posibilidades»

El joven violinista granadino Ángel Bocanegra Ocón —a quien entrevistamos recientemente para las páginas de 'Verano' de este periódico—, se alzó el pasado sábado con el prestigioso 'Filón Minero', máximo galardón en la categoría de instrumentista, en la sexagésimo primera edición del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión, acompañado del guitarrista Álvaro Pérez 'el Martinete' ('Bordón Minero', 2021) y del percusionista Antonio Gómez 'el Conejo'. Junto a éste, son ya dos los 'Filones' que se vienen a Granada, si contamos con el del flautista Sergio de Lope, de origen cordobés, pero afincado en nuestra tierra.

–¿Qué significa el Filón Minero en su carrera?

–Pues como su propio nombre indica, este premio significa un Filón de posibilidades, de expectativas y de estímulos para seguir trabajando y formándome.

–¿Desde cuándo lleva preparando este premio?

–La idea de presentarme surgió este mismo año en una conversación entre amigos, sin más aspiración que la de sentir la intensidad y el vértigo que proporciona un festival con el prestigio y la envergadura del Cante de las Minas.

–¿Tenía proyectado presentarse en La Unión durante la entrevista para Ideal recientemente?

–El proyecto ya estaba en marcha para esas fechas, pero no adelanté nada porque lo asumí como asumo todos mis compromisos, con prudencia y discreción, de esta manera evito la presión externa.

–¿Qué temas le dieron el galardón?

–El repertorio aportado lo formaban cantes de levante (taranta y levantica), bulería para la semifinal y tango para la final.

–¿Ha encontrado mucha competencia?

–Mucha, y de calidad. La semifinal rezumaba poderío y una técnica muy depurada en los aspirantes. En cuanto a la final, el cordobés 'Niño Rubén' nos deleitó con su genialidad al fagot. Le deseo lo mejor.

–¿Hasta qué punto Álvaro Martinete ha influido en su éxito?

–La experiencia siempre es un grado y Álvaro atesora unos cuantos grados en el flamenco, con este apoyo impagable los temas se trabajan con la pulcritud y la calidad requeridas. El brindarme sus conocimientos es un hecho que le agradezco infinitamente.

–Siempre el violín ha estado a la expensas de su guitarra, ahora es él quien le ha acompañado. ¿En qué ha cambiado la propuesta?

–La propuesta sigue siendo la misma, un grupo cohesionado, con una idea clara de trabajo serio y de calidad, donde el protagonismo no recae en la individualidad, todo lo contrario, descansa en el resultado final, en el espectáculo, en la interpretación en su conjunto, suma de individualidades.

–Su formación es clásica. ¿Qué de clásico tiene su flamenco?

–Una formación clásica que aterrice en el flamenco tiene que asumir un proceso de adaptación más que evidente. Partimos de un caudal técnico y de conocimiento del instrumento muy logrado, con esta base nos enfrentamos a la idiosincrasia de un género musical que nos transporta a un mundo de sentimientos y emociones sin igual. Desde esta perspectiva la sonoridad hay que acomodarla para darle ese aire flamenco, el quejío del cante hay que hacerlo presente, los picados de la guitarra tienen que hacer acto de presencia en el violín, a todo esto ayuda y mucho ser un apasionado del flamenco.

–Supongo que su perspectiva ha cambiado. ¿Cuáles son sus proyectos a partir de ahora?

–Mi proyecto estrella es la formación, seguir avanzando en conocimientos, esto es garantía de éxito a la hora de abrazar nuevos propósitos y aspiraciones, que a fecha de hoy no me faltan.