Rafa Amat, con su creación, en el interior de la Librería Subterránea, donde la presentó. J. A. M.

Rafa Amat y su asesina

El granadino de adopción da vida en su nueva obra 'Kill baby, kill' a una criminal en serie conectada con Tarantino y el 'giallo'

Domingo, 17 de noviembre 2024, 00:10

El dibujante granadino de adopción Rafa Amat (1973) tiene nueva criatura en las librerías. Es una asesina que no se desempeña a orillas del Genil o del Darro, sino a las del Tíber. Se llama Lupe, y es la protagonista de su nuevo álbum 'Kill ... baby, kill' (Yeray Ediciones) que, como sin duda habrán adivinado, tiene conexiones con el 'giallo' italiano y su apóstol norteamericano, el imprescindible Quentin Tarantino. De hecho, el álbum lleva el mismo título que se le dio en inglés a la película de Mario Bava que en España se llamó 'Las tres caras del miedo'. Un filme que constituye una de las obras cruciales de la Santísima Trinidad del 'giallo', que formaran en su día el propio Bava, Dario Argento y Lucio Fulci.

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'Kill baby, kill' nos presenta a una chica de origen argentino –nótese el juego de palabras– que llega a Roma a mediados de los 80 para estudiar Bellas Artes. «En la historia de Lupe hay algunos elementos autobiográficos, ya que yo también arribé a la capital italiana con el mismo objetivo», asegura Amat. Allí fue alumno de la Academia de Bellas Artes, la cual aparece en el cómic como lo hacen otras muchas de sus vivencias de aquella etapa. «En el cómic se ven cine clubs hoy desaparecidos y lugares y situaciones que se muestran tal y como las recuerdo», comenta el autor.

Espacios e incluso aficiones culinarias romanas aparecen en el álbum. IDEAL

La naturaleza de Lupe, como el lector descubrirá muy pronto, es la de una asesina en serie, que además conoce todos los trucos del oficio, o casi. «Ella tiene un trauma procedente de su infancia, y vamos a seguir su proceso de redención», dice. Esta es su tercera novela gráfica, y se ha puesto en pie gracias al 'crowdfunding', pero Amat tiene tras de sí una larga trayectoria de 'cómic books', cómic de parodia y otros de aventuras. Uno de sus personajes más conocidos es Superjoven, un héroe que ya ha conocido tres 'vidas' y al cual algunos han emparentado con Superlópez, aunque no tenga nada que ver con él. «Es más bien un Quijote, sin superpoder ninguno, aficionado, como el hidalgo original, a 'desfacer entuertos', o más bien meterse donde no le llaman, con resultados desastrosos», afirma con humor. Un almeriense conectado directamente con el cine –visita varios rodajes de títulos como 'Hasta que llegó su hora', 'Conan', 'Ator el poderoso' o 'Lawrence de Arabia'–, el cual comparte su condición con Lupe.

Esta, por cierto, tiene su origen en una obsesión de Amat, la de reflejar en sus obras personajes femeninos con fuerza y estéticamente complejas, nada esquemáticas, como lo es Lupe, relacionada además con otra creación suya, 'In the flesh' (2016), un homenaje a Pink Floyd ambientado en Londres. «Se pueden disfrutar de manera independiente, pero quien leyó en su día 'In the flesh' se va a encontrar con personajes en esta nueva que aparecían en aquella», destaca.

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Desde el punto de vista formal, 'Kill baby, kill' es heredera de la realidad de su autor, profesor de Dibujo en un centro de secundaria del área metropolitana. El respeto por la geometría tiene también una conexión clara con la escuela italiana, menos amiga de romper espacios que la norteamericana. Además, engarza directamente con los 'storyboard' cinematográficos. «En realidad, siempre quise ser director de cine, pero como dice Hugo Pratt, el cómic es el cine de los pobres», asevera. Amat cree que su forma de narrar es muy cinematográfica, y hay pocas ciudades tan emparentadas con el celuloide como Roma. Es fácil encontrar 'Kill baby, kill' puntos comunes con la 'Kill Bill' tarantiniana. El autor piensa, de hecho, que el norteamericano le puso así como un guiño a la de Bava.

Concienzudo

El creador es muy concienzudo con las referencias históricas. Los periódicos que aparecen se han extraído de los originales, las voces de la radio reproducen narraciones originales, y por supuesto, los espacios están retratados con rigor. Tal ha sido la acogida en el país transalpino que 'Kill baby, kill' se está publicando por entregas en una de las más prestigiosas cabeceras del género, 'Interiors'. La carrera de Amat es el resultado de una vocación temprana, «desde que me daban los lápices para que me callara, como ahora se da el móvil», comenta sonriendo. Sus referencias originarias fueron Ibáñez –dibujaba en los márgenes de los 'Mortadelo' con apenas seis años–, Astérix, Tintín y luego, los superhéroes. Desde 1992 es granadino de pleno derecho, y en su obra se unen espacios, personajes y música, esencialmente de la producida entre los 60 y los 80. De hecho, 'Kill baby, kill' tiene su lista de reproducción en Spotify.

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Entre sus proyectos figura una obra «relacionada con Lennon y que se publicará en 2026». Se toma las cosas con calma, y tarda un año en dibujar cada álbum. Su apuesta cromática es el bitono cuando es él mismo quien la ejecuta, y si hace algo más complejo, confía en coloristas profesionales. Amat aúna rigor, una forma muy identificable y amenidad en sus obras.

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