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Ramón Langa, rodeado por la banda Luna Negra, durante el Ficzone, en la Feria de Muestras de Armilla. J. E. CABRERO
Ramón Langa, en Granada: «FicZone es como estar metido en un cómic de verdad, es maravilloso»

Ramón Langa: «FicZone es como estar metido en un cómic de verdad, es maravilloso»

La mítica voz de Bruce Willis ha sido uno de los protagonistas del festival, donde presentó su último corto y habló de sus próximo proyectos

Domingo, 24 de octubre 2021, 19:52

Ramón Langa (Madrid, 1959) camina por la Feria de Muestras de Armilla como el protagonista de una película de acción. Sonríe de medio lado, marcando la comisura, observando a todos y a todo lo que le rodea en FicZone. «Pero qué divertido es esto», dice, mientras se coloca las gafas de sol. De repente, los miembros de Luna Negra, una banda de moteros distópicos salidos de 'Mad Max', rapta al actor, le atan al parachoques de un todoterreno y le colocan una máscara metálica. «¡Traedme un perrito!», grita Langa, con esa mítica voz tan de Bruce Willis. «¡Y una cerveza!», añade, entre risas, con ese deje suyo de Kevin Costner. «¡Y una pajita, que con esta máscara no puedo beber!».

Su voz me suena de algo...

–Eso me los dicen incluso sin hablar [ríe]. Cuando solo me dedicaba al doblaje, hace muchos años, la gente no conocía mi cara. ¿Te cuento una anécdota maravillosa? Entro a un taxi en Madrid y le digo a la calle José Abascal, por favor. El conductor empieza a mirarme por el retrovisor con cara de mosqueo y yo pensando a ver si le he hecho algo a su familia y no sé quién es... Y en esto, cuando estamos llegando, me grita: ¡Usted es Bruce Willis, coño! Jajaja, ¡fue maravilloso! Pero vamos, que a veces me paran por la calle y me dicen «te he reconocido por la voz». Y no he dicho ni pío.

Habla del doblaje como si fuera de otra vida, pero su voz sigue siendo famosa.

–Tengo muchas historias de estar en el teatro, al terminar la función, y que venga público con el programa para que se lo firme. Total, que yo firmo «para Antonio, con todo mi cariño, Ramón Langa». Y luego se despiden con un «¡gracias Bruce!». Es inevitable [ríe].

¿Sería capaz de usar las expresiones granaínas 'lavín', 'foh' y 'malafollá' mientras interpreta a John McClane en 'La Jungla de Cristal'?

–Claro, a ver... Venga, vamos (dentro vídeo)

Vídeo. Ramón Langa a lo Bruce Willis granaíno.

¿Cuál es su papel favorito como actor de doblaje?

–El papel que más me ha divertido fue en una película de dibujos animados, 'Evasión en la granja', que hacía al gallo, un caradura que intentaba enseñar a las gallinas a volar. Y doblando a Gill, el personaje de 'Buscando a Nemo', también me lo pasé fenomenal. Es que soy un gran aficionado de la animación. En casa tengo toda la técnica necesaria para hacer el dibujo animado de manera artesanal. No es que sea un gran dibujante, pero soy un gran apasionado.

¿Está al día con la animación?

–Me encanta, las intento ver todas. Antes iba con mis hijos y ahora con mi nieta. Mis favoritas son 'Robin Hood', 'Fantasía', 'Dumbo'...

Su voz y la de Constantino Romero marcan una generación.

–Sí, fuimos muy amigos... Pero pasa una cosa. Hay voces mucho mejores que las nuestras: Arsenio Corsellas, Simón Ramírez o Rogelio Hernández, que para mí era el tope. Pero Constantino y yo somos caras conocidas por la tele y la publicidad. Ese es el truco. Lo que no quita que Constantino fue un talento majísimo: la voz de hierro, le llamaban.

«Si observas con atención te darás cuenta de que la tecnología domina al ser humano»

¿Se hace buen doblaje ahora?

–Sigue habiendo, pero menos. Antes el 80% eran buenos y el 20%, malos. Ahora es al revés. Porque las cosas se hacen muy deprisa y eso va en detrimento de la calidad.

Eso, me temo, es un mal generalizado de la sociedad.

–Pues sí. Hay mucha prisa, todo es muy compulsivo y la gente está muy necesitada de su teléfono móvil... Conste que no estoy en contra de la tecnología, todo lo contrario. Pero si sales a la calle y observas con atención y honestidad, te darás cuenta de que es la tecnología la que domina al ser humano.

¿Eso cómo se cura?

–Hay que leer más. Ir al cine, al teatro, de concierto... pero en el concierto deja el móvil apagado, baila, escucha la música y siéntela, no estés todo el rato ahí con el móvil haciendo fotos. La clave está en consumir cultura todo lo que se pueda, desde un cómic a un libro de filosofía profunda.

Langa, en plena crisis distópica.
Imagen - Langa, en plena crisis distópica.

El viernes presentaste en Granada el corto 'Memorias de Sangre'. ¿Cómo surge?

–Fue una idea muy bonita de Julio Peces, director del Festival de Cine Fantástico de Estepona; y de Manolo Vera, el director, un cineasta en ciernes con un futuro espectacular. Me propusieron el corto allí, una historia del oeste con zombies. Les dije al momento que contaran conmigo. El viernes lo presentamos en Granada y aquí me quedé, encantado de ver la pasión de la gente con los personajes de ficción, el cine, los cómics... FicZone es como estar metido en un cómic de verdad, es maravilloso.

Por aquí también hay videojuegos. ¿Juega?

–No, no. Soy y creo que seré toda mi vida completamente analógico. Pero alguna vez he puesto mi voz en un videojuego y me he divertido mucho. Y creo que son espectaculares, una manifestación artística bestial.

Le ha puesto voz al último libro de Clara Peñalver. ¿Qué tal la experiencia?

–Es duro, no es como sentarse en el sillón de casa y leer a tu ritmo. Son muchas horas quieto, estático, sin moverte nada para no estropear la grabación. Pero es muy bonito, un importante ejercicio de interpretación. Y lo mejor es que acerca los libros a otro tipo de público.

Le confieso que para leer prefiero un libro clásico.

–Y yo. Soy lector a la antigua, de dejar la marquita en la página, en mi libro de papel, con notas escritas a lápiz. Pero reconozco que los audiolibros tienen sus beneficios. Que la gente consuma literatura es un éxito.

¿Se animaría a hacer 'audioreportajes'? Porque me encantaría escuchar, por ejemplo, la entradilla de la crónica del sábado en FicZone.

–A por ello (dentro vídeo)

Vídeo.

Charlar con usted es como un viaje en el tiempo. Por cierto, ¿qué tal 'El Ministerio del Tiempo'?

–¡Espínola! Un personaje que me gustó mucho y me dio muchas satisfacciones. Salió en tres capítulos y los tres fueron 'trending topic'. Y a mí, que el público es lo que me interesa, a quien yo dedico mi oficio, es algo que me enorgullece.

¿Qué proyectos tiene ahora?

–Tengo una obra de teatro que espero poder estrenar después de Navidad. No puedo contar mucho, pero puede ser uno de esos fenómenos teatrales de larga duración que te permite girar por toda España. La última vez que estuve en Granada, de hecho, fue con una obra de teatro, hace quince años: 'Trampa para un hombre solo'.

«Granada es una maravilla. ¿Malafollá? Nada, el que se queje es porque ha tenido mala suerte»

¿Qué tal se ha portada Granada con usted, mucha malafollá?

–Es una maravilla la ciudad y los granaínos. Gente hospitalaria y maravillosa. ¿Malafollá? Nada, el que se queje es que ha tenido mala suerte. Siempre me han tratado fenomenal. Bueno, miento, en la mili tuve un compañero granadino con muy mala leche [ríe]. Y esa Alhambra... La primera vez que la visité fue en invierno y estaba tan fascinado que no me di cuenta de que estaba helado hasta que salí de allí. Y las noches en el Sacromonte, escuchando flamenco. Y las cenas en un carmen, con vistas al Albaicín... Granada es una maravilla.

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