Componentes de los Niños Mutantes en plena grabación Juan Jesús García

Niños Mutantes | Banda de música

«Reconforta saber que hemos sido tan importantes para tanta gente»

Los Niños Mutantes están recibiendo una marea de cariño tras el anuncio de su adiós; sus integrantes se sienten abrumados y orgullosos

Juan Jesús García

Domingo, 31 de diciembre 2023, 00:12

Estas semanas están siendo ajetreadas para Niños Mutantes, que agota una tras otra las baterías de sus móviles atendiendo los requerimientos de los medios y de los seguidores tras plantear unos puntos suspensivos. Y las redes están siendo un clamor de afecto que les ha ... sorprendido gratamente. Un año antes del anunciado 'día de después' se sientan a contar a IDEAL los pormenores de su decisión y sus planes.

Publicidad

–Menudo baño de cariño se están dando, la redes son puro amor…

–Juan Alberto: Estamos abrumados. Esperábamos recibir mensajes, pero el número y la intensidad han superado cualquier expectativa. Es muy emocionante lo que nos están diciendo, nos hace sentir que todos estos años han merecido la pena porque hemos dejado huella. Mucha gente repite que hemos sido la banda sonora de su vida y que los hemos acompañado en los momentos buenos y en los momentos malos. Eso no tiene precio, nos llega al alma y nos deja con la impresión de que hemos conseguido lo que pretendíamos. Nosotros no buscábamos ni las masas ni los pelotazos, queríamos conectar con la gente y ponerle palabras a lo que la gente normal experimenta en la vida, queríamos llegar a un territorio que no fuera sólo epidermis, sino conectar más adentro, y da la sensación de que lo hemos conseguido, y da mucha paz.

–Nani Castañeda: Ha sido increíble, sabíamos que iba a tener cierta repercusión pero no nos imaginábamos este torbellino de emociones, se ve que nos querían más de lo que pensábamos. Reconforta saber que hemos sido tan importantes para tanta gente.

–Andrés López: Ha sido tristemente bonito. Y siguen llegando, tenemos cientos de mensajes de gente cercana y no tanto que te dicen cosas muy hermosas.

– ¿Intuían que eso pasaba al otro lado de la cuarta pared?

Publicidad

–J. A.: Es mucho más de lo que imaginábamos. Lo sabíamos pero pensábamos que esa intensidad era solo de cuatro fans locos superfieles. No tanta gente.

–N. C.: Son muchos años de conciertos, y sabes que la gente te quiere, pero todo el mundo tiene su edad y sus obligaciones y ya no es tan fácil ir a los conciertos, venían el 20% de los fans en cada ciudad, pero cuando anuncias que paras despiertas emociones a mucha gente.

– Treinta años dan para mucho, es toda una vida, para aquellos chavales de instituto con ganas de hacer ruido… ¿se cumplieron aquellos sueños?

–J. A.: Nosotros empezamos sin ponernos metas. No éramos de esos chavales que se miran en el espejo ensayando poses de estrella del rock. La escena independiente de principios de los 90 en la que nacimos era un territorio amateur sin apenas músicos profesionales en el que solo queríamos hacer canciones que nos emocionaran y sentirnos artistas. Nuestro único sueño era grabar un disco. Ese era nuestro sueño más grande, y luego grabar otro mejor, y hacer canciones mejores. No soñábamos con ser estrellas o con festivales, con éxito ni mierdas de fama o de dinero. Sólo queríamos emocionarnos y que la gente se emocionara con nuestra música. Lo demás nos fue viniendo sin soñarlo siquiera. Y lo hemos disfrutado y ha sido vivir un sueño ni siquiera soñado. Nos hemos esforzado siempre al máximo, pero solo por ser cada vez mejores, por aprender, por disfrutar de la música, por hacer mejores directos, pero no perseguíamos nada concreto. En los últimos años, eso sí, la cosa se ha hecho más difícil, y el sueño era mantenernos vivos y coleando, frescos, mantener nuestro público y nuestra posición, y esa es una lucha difícil y agotadora.

Publicidad

–N. C. : Nos ha pasado de todo, pero pensábamos que nuestro primer disco iba a ser el último (risas), dejando ese testimonio para nuestros herederos 'una vez hicimos un disco y fue ese' (risas). La cosa derivó en tres décadas componiendo, grabando y girando y terminar ocupando un trozo del corazoncito de la gente de este país. Se han cumplido todos nuestros sueños y más; quizás solo el de poder llegar a vivir de la música y a cotas inimaginables de éxito, pero no tengo claro que eso nos hubiera hecho más felices. No nos hace falta ni más ni menos.

– Y cómo cantaba Jeanette «¿Por qué te vas?»

–N.C.: Con esa canción abríamos Migue y yo las sesiones de Mutantes Dj, (risas). Yo pienso que necesitábamos descansar, tener una fecha de caducidad del proyecto y disfrutar de lo que ha pasado en estos años. Dentro de la vorágine del día a día musical no tienes tiempo para disfrutar de lo hecho, y hemos llegado muy agotados de ese proceso tanto tiempo.

Publicidad

–J.A.: Porque notamos signos de cansancio y no queremos subir al escenario como sombras de lo que fuimos. Queremos irnos en plenitud, con la cabeza alta, defender un legado y hacerlo cuando estamos tocando mejor que nunca. El último disco nos dejó extenuados, echamos el resto, nos vaciamos a nivel creativo. No nos vemos ahora mismo preparando otro nuevo. Sería forzar las cosas, y acabaríamos grabando por grabar, por inercia, por mantenernos, no por una necesidad y por ganas. Hemos querido ser sinceros con nosotros mismos y reconocer que no teníamos ahora mismo nada nuevo que contar. Mejor callarse que contar lo mismo o decir tonterías.

Aparte de eso hay una renovación generacional. La desaparición de una escena, de un género. Eso no es nada nuevo. Formamos parte de una generación que se extingue, igual que fueron ca yendo otros antes. En parte es selección natural, y un movimiento lógico. Pero en parte, y esto es lo triste, somos víctimas de una industria muy despiadada. El mundo de las redes, de los festivales, de los miles de estrenos en las plataformas, la velocidad, el consumo voraz, la dictadura de la novedad fuerza esta sensación de ir quedando excluido y te hacen sentir pequeño. Como sociedad, tenemos que mirárnoslo. Como amantes de la música, también. Ir tan rápido deja muchos cadáveres en la cuneta y hace que no te enteres del viaje y no lo disfrutes. La experiencia de la música ha perdido mucho con todos estos factores.

Publicidad

–A. L.: El planteamiento de esta despedida fue un tanto caótica. Cuando vimos que se le iba dando forma y que podía ser verdad fuimos asimilándolo, y es ciertamente triste, pero hay un sentimiento de habernos quitado un peso de encima, porque teníamos muchas tensiones, muchísimos retos, el 'dónde llegar', el 'siempre más', cada vez más y más rápido, redes sociales, conciertos, festivales… tanta presión creo que nos ha aniquilado.

– Y lo dejan cuando vuelven Miguel Ríos, Los Stones y hasta los Beatles…Y sus queridos Pixies andan por ahí… ¡No se me quejen de 'edadismo'!....

–J. A.: Se han ganado el derecho a hacer lo que les venga en gana, por la motivación que les mueva. Todo nuestro respeto, no hemos llegado a tan mayores en los escenarios, pero casi.

Noticia Patrocinada

– Otros nombres como Loquillo, Auserón, Lapido o Coque Malla están teniendo un presencia muy brillante en la escena 'adulta' ¿no les han inspirado ganas de mantenerse?

–J. A.: Son buenos ejemplos. Ahí hay artistas que tienen tanto dentro que siempre van a traernos algo que merezca la pena, por muchos discos que lleven encima. Les perdonaremos los baches y esperaremos sus momentos de lucidez e inspiración, y si siguen ahí es porque han conseguido respeto y admiración a base de talento y coherencia. Para una banda es más difícil conseguir ese aura, y, sobre todo, es más difícil que todo el mundo permanezca eternamente en el proyecto.

–A. L.: Yo diferencio mucho entre la vida de un grupo, el cómo manejar una reunión de fuerzas muy difíciles de mantener conjuntadas, y cuan do estás en solitario y las riendas la llevas tú. Yo tengo la esperanza de que Juan Alberto siga haciendo canciones, porque él se lo merece y porque la gente también. No tengo duda de que seguirá haciendo, y espero que podamos disfrutarlas.

Publicidad

– En cualquier caso es una partida 'en diferido', a un año vista…

– J. A.: Será un año bonito y difícil a partes iguales. Se nos pone un nudo en la garganta de pensar en los últimos conciertos. Nos viene bien tener tanto tiempo por delante para prepararlos y prepararnos mentalmente de la hostia que nos viene.

–N. C.: Porque las cosas se hacen bien y querremos tiempo para preparar esos últimos conciertos

– Han anunciado los dos últimos conciertos… o los tres (o los 4, o...) porque en Granada han vendido todo en un día…

Publicidad

–J. A.: Estamos abrumados también por eso, la respuesta ha sido inmediata y mucho mayor de lo que esperábamos, y eso que queda un año por delante.

–N. C.: Ya estamos con el segundo día de Granada y no tengo claro lo que va a pasar. Hay que valorar lo que vamos a hacer. Seguramente no van a ser los dos –ya tres– únicos conciertos de 2024, pero tenemos que valorar si queremos, dónde, cuando… queremos tener mucho cuidado con lo que hagamos.

– Pero la temporada va a ser larga… ¿Cómo van de clínex?

–J. A.: Venimos ya llorados de casa. Los conciertos van a ser para disfrutar y celebrar, que creemos que nos lo hemos ganado.

–N. C.: Fatal, nuestro manager dice que va hablar con los bazares para venderlos y el que lo haga se va a forrar (risas). Va a ser muy fuerte cada concierto, cantar nuestras canciones y no llorar entre medias, pero habrá que hacerse los fuertes (risas)

Publicidad

–A. L.: Este año tendrá su poso, pero mi idea es disfrutar de lo que nos queda sin pensar en nada más que divertirme, el 2024 va a ser emocionante y apasionante.

–¿Habrá un disco testamental de recuerdo en directo?

–J. A.: No creo. Yo personalmente no soy fan de los discos en directo, pero mejor no decir nada que se pueda usar luego en mi contra.

–N. C.: No tenemos nada hablado. Sería bonito pero por ahora no hay pensado todo, por eso queremos tener tiempo para preparar bien esos conciertos o las posibles iniciativas interesantes a su alrededor.

– Y tras todo… ¿qué pasará el día de después de los 30 años, cuando ya sean 'libres'?

–A. L.: Creo que nos queda mucho por vivir, sabemos que el final está ahí con su fecha de no retorno, a veces he jugado a meterme en ese día y siento tal electrocución emocional que prefiero no maltratarme hasta el día que llegue.

–J. A.: Ni idea. Habrá que aprender a vivir de otra forma. Eso sí, está claro que hemos dejado de ser niños, pero vamos a ser para siempre los mutantes, hagamos lo que hagamos y estemos donde estemos.

Publicidad

–N. C.: Esto es lo más difícil de contestar. Cada uno tenemos nuestra vida familiar y profesional… A nivel musical lo primero descansar de esta vorágine, imagino que seguiremos vinculados a la música, seguramente yo tocare percusión afrolatina en algún grupo por el Camerún o donde me lleve mi señora y cultivaré bonsáis (risas), que ya tengo tres (risas).

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad