Eduardo Tébar
Viernes, 8 de septiembre 2023, 17:38
El tiempo transcurrido desde el debut de Reincidentes en el Zaidín Rock es el mismo que llevaban los Rolling Stones sin publicar un disco de estudio. Mucho ha cambiado la vida para todos en dieciocho años. Pero ahí siguen unos y otros. El rock se ... ha hecho adulto (o más bien provecto). El festival del barrio, también. Pero confiere cierta tranquilidad que la edición número 41 del Zaidín Rock se esté celebrando la misma semana en la que el ya octogenario Mick Jagger y su endiablada realeza presentan material nuevo. De alguna manera, supone la reafirmación de ese carácter militante y de resistencia.
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Y alivia observar el vaivén de gente joven en el recinto, encajonado entre el Nuevo Los Cármenes y el Palacio de Deportes. Las abundantes camisetas de Reincidentes, cuyo puesto de 'merchandising' tuvo bastante concurrencia, difuminaban la línea intergeneracional. Ahora, cuando se acaba de cumplir una década del fallecimiento de Isidro Olgoso, 'alma mater' de todo esto, reconforta comprobar cómo este gigante con pies de barro que es el Zaidín Rock perpetúa su leyenda. Granada no se concibe en septiembre sin esta cita multitudinaria, de pasiones atornilladas a la calle, que tradicionalmente reúne a más de 30.000 personas.
No son pocos los que echan de menos los viejos tiempos, cuando la antigua ubicación permitía que la masa humana se ensanchase mientras corría el aire. El jueves, en la primera de las tres jornadas, el público (que llegaba hasta la mesa de sonido cerca de la medianoche) se pudo mover de un lado a otro con comodidad. Claro, que el viernes y el sábado se espera mayor afluencia. El festival, nacido en 1980, todavía lleva a gala el hecho de ser el evento roquero gratuito más antiguo de Europa, según apunta y reitera la asociación vecinal del barrio. El rock es el apellido del Zaidín.
Tal jueves como este, pero en 2005, Reincidentes se estrenaban en el Zaidín, «el festival con más solera de este país», como dijo su líder, Fernando Madina. Aquel año fue inolvidable porque lo coronó Miguel Ríos, en una noche puramente granadina con José Ignacio Lapido, Lagartija Nick, Mezcal o Recargables.
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Esta vez, la velada inaugural dispuso un orden de conciertos muy proporcionado. Una de cal y otra de arena. Abrió el rodillo rocanrolero de Supervivencia. Los de Padul, que representaban la cuota local, sobreviven tras más de un cuarto de siglo ahí, al margen de los fastos de la industria. Una voz de cazalla y un 'riff' de guitarra no decepcionan nunca en el Zaidín. A continuación, la refrescante batidora de los sevillanos La Selva del Sur. Una transfusión musical de 'swing', reggae, 'ska', melodías balcánicas y ritmos afrolatinos. La gente agradeció la florida prestancia de los metales.
Y eran las doce menos diez cuando apareció la banda más esperada de la tanda. Después de que alguien los viera horas antes disfrutando de buena gastronomía en Huétor Vega, Reincidentes comenzaban su tercera intervención en la historia del Zaidín Rock. Sin descanso, dispararon sus letras combativas envueltas en maraña eléctrica. Muchas de ellas instaladas en la memoria general (de cuando sus cedés se vendían en la tienda Tipo de Emperatriz Eugenia y actuaban aquí más que muchas bandas de casa), como 'Grana y oro' o 'Un día más'.
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Los de Sevilla rescataron mucha dinamita de los noventa: 'Nazis nunca más', 'Aprendiendo a luchar', 'Jartos d'aguantá', 'Vicio' o 'Cucaracha blanca', entre otras canciones del cambio de siglo, como 'Los hijos de la calle', 'Ay Dolores', 'Rock and roll' o 'La republicana', o las más recientes 'Terrorismo' o 'Los hijos de la calle', para la que quisieron mencionar a Albertucho. Uno de los momentos más especiales fue cuando invitaron al escenario al granadino Javi PPM, emblema del punk en esta ciudad, para tocar juntos 'Huracán'. Se despidieron con el himno 'Andalucía entera', que puso en relieve su persistente trayectoria en el rock andaluz de los últimos 35 años.
Solo quedaba aligerar el ambiente con un poquillo de mestizaje. Y en eso son infalibles La Regadera, que antes de viajar este fin de semana a Pontevedra y Zaragoza, asumieron su rol de madrugada y presentaron su reciente 'No pienso, luego existo'. No está mal para abrir boca y de cara a un viernes encabezado por M-Clan y La Frontera. Larga vida al Zaidín Rock.
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