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Juan jesús García
Sábado, 10 de septiembre 2022, 00:40
Aurora Beltrán es la cabeza visible de un grupo de largo recorrido –con etapa de descanso en medio– como Tahúres Zurdos. Pero antes, con poco más de 16 años ya lo había sido también de Belladona, una de las primeras girls-punk-band del país. ... Se trata de una de las voces más representativas del rock español, y de una de las principales 'Damas del Rock'. La pamplonesa aparca sus conciertos en solitario (aquí estuvo en 'Abril para Vivir') para retomar a aquellos Tahúres de letras altivas y comprometidas con la vida, y muy notable poderío guitarrero. Estarán encabezando un cartel al lado de los Ilegales, Eskobula, The Fixed Trío y Boikot esta noche de sábado en el Zaidín. Un cartel que es dinamita pura.
–«Como decíamos ayer», arrancó el clásico. ¿Ha sido la fórmula elegida para el nuevo primer concierto?
–No necesariamente. La fórmula es hacer la música que hacemos siempre desde el año 87, que ha pasado mucho tiempo, y dirigirnos a la gente que nos conocía, o no, para que vean la música que hacíamos y hacemos.
–¿Por qué se fueron? ¿Y por qué han vuelto?
–Tuvimos algún problema con la última compañía, por el 2000, cambiaron muchas cosas, nos despedimos con un disco en directo y nuestro último concierto fue en el barrio del Pilar de Madrid. Me fastidia decir que tiramos la toalla, pero llegamos pronto a unas cosas y tarde a otras, es un galimatías. Y nos juntamos por casualidad, porque iba a ser una fiesta privada, la boda de nuestro manager, que nos pidió como regalo un concierto de Tahúres. Luego nos propuso un concierto benéfico, y la cosa fue que llenamos una sala de 1000 personas… y empezaron a llamarnos.
–En los años 80 se hablaba de usted como una pionera y blablablá… 'Las chicas son roqueras' y todo eso… ¡Ahora ustedes son multitud! ¿Se siente continuada y hasta cierto punto modelo?
–Nunca he querido ser un referente ni lo he pretendido. Hacía música porque era lo que yo sentía, y desde muy pequeña. Y en mi ingenuidad pensaba en que las mujeres podían hacer todas las cosas. No ha sido mi intención ser bandera de nada, pero si les ha servido a otras chicas para seguir me parece estupendo.
–Usted vive en un pueblo muy pequeño, ¿eso de componer en relajada soledad y a la lumbre de la chimenea no da casi solo para baladas?
–(carcajada) En treinta años me ha dado tiempo para hacer de todo. Pero, ojo, hay veces que una acústica y una voz pueden ser más intensas que una banda roquera dando caña. Juzga por ti mismo, la trayectoria de Tahúres y la mía (risas).
–Las actuaciones de TZ ¿suponen un paréntesis para Aurora Beltrán sola en acústico?
–Yo desde 2004 hago todo en acústico; intenté montar una banda pero fue inviable porque no podía proporcionar trabajo fijo a mis compañeros y era jodida la coincidencia de fechas, así que decidí seguir en solitario. Ahora no es un paréntesis, es una continuidad, Tahúres tiene la prioridad.
–Y cuando se juntaron ¿en qué estado encontraron las canciones en el desván sin usarlas tanto tiempo? ¿Qué tal han envejecido?
–Pues las encontramos muy vivas y muy dignas, y hasta perturbadoramente vigentes. Lo que sí pasó es que se conservaban intactas en nuestras neuronas.
–Cuando falleció Johnny Hallyday tuvo un funeral de estado. ¿Qué sucede en este país que a un Bob Dylan le llamarían para 'La voz senior' o las giras 'Felices 60'...?
–La verdad es que es impactante cómo cuidan sus tesoros culturales, y aquí cómo se denigran, da un poco de vergüenza por lo mal que se cuida a nuestra gente.
–Me dicen que se 'alquila' por un jamoncillo alpujarreño y una garrafa de aceite virgen… Que quiere que le diga que tiene muy buen gusto (risas). Cuente, cuente…
–(carcajada) Suena un poco peyorativo eso de 'alquilar' ¿no? (risas) Supongo que hablas de mi colaboración con los granadinos de A Media Tea. Tuvieron el grandísimo detalle de regalarme una paleta ibérica y cinco litros de aceite bueno (risas), y yo, que mi familia proviene de Jaén, algo sé aceite. Ya te digo, yo no pido más que la voluntad (risas). Me llaman y yo suelo ir (risas).
–Vuelve a Granada, donde recuerdo a Tahúres varias veces, también vino sola… Le voy a hacer una pregunta incómoda e incorrecta: hablando con muchos grupos andaluces comentan que les cuesta mucho entrar en el circuito vasco. ¿Por qué piensa que hay una comunicación mayormente unidireccional hacia abajo?
–Me dejas muerta, porque a mí me pasa lo mismo en el Sur. No sé si es normal, pero no tengo la menor idea. Siempre es difícil tocar, a algunos les va muy bien pero a otros nos cuesta remontar, porque lo que es rentable es rentable, sea al norte, el sur o la galaxia de Ganímedes.
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