Edi Clavo repasa documentos. IDEAL
Edi Clavo | Músico e historiador

«Los sesenta y setenta son un periodo difícil de repetir»

Pasó por Gabinete Caligari o Malevaje y ahora repasa la historia del rock en los años de la Movida y la Transición

Juan Jesús García

Lunes, 1 de mayo 2023, 19:07

Edi Clavo fue un músico particular, en sus grupos como Gabinete Caligari o Malevaje, y ha seguido siéndolo después como historiador. Licenciado por la Complutense, relata con exquisita pluma en sus libros ('Grasa y Otros materiales Nobles', 'Electricidad Revisitada', 'Camino Soria') la cara oculta de ... los diversos periodos que ha vivido, o investigado, como sucede ahora con el exitoso '¡Viva el Rollo!' (ed. Silex), que lleva varias ediciones ya, atendiendo a una década 'olvidada' en la música, y crítica en la evolución vital de nuestro país, los años setenta.

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–1975 fue un año crucial para este país, ¿por ello lo ha tomado como referencia?

–Efectivamente, 1975 tiene un doble significado simbólico, por un lado la desaparición física de Francisco Franco tras cuarenta años de dictadura, con todo lo que ello conllevaba, y en el ámbito del rock, la celebración de dos festivales multitudinarios al aire libre con participación exclusiva de grupos españoles: el festival de Burgos (conocido como el «festival de la cochambre», el 5 de julio) y el festival 'Canet Rock', los días 25 y 26 de ese mismo mes de julio de 1975.

–La generación de los 70 fue hasta cierto punto 'perdida'; encajonada entre los 'mágicos 60' y el fulgor de los ochenta, ¿está de acuerdo'?

–Completamente de acuerdo. Tras la explosión pop anglosajona de los años sesenta, con Beatles, Rolling Stones, Kinks, Animals, Who, etc. y el reflejo español casi mimético con Brincos, Bravos, Ángeles, Sírex, Mustang y Salvajes, se produce un apagón durante los primeros años setenta que poco a poco logra normalizarse en el periodo 1975-1980. Y posteriormente ya se estabiliza por completo y se normaliza la escena en la década de los ochenta.

–Y, ¿por qué piensa que sucedió? ¿Cree que no hubo mucha justicia con aquellos 'pioneros'?

–No fue posible la evolución post-psicodélica hacia el rock Progresivo en España. No resultaba comercial ni era fácil la supervivencia en un entorno hostil. Los grupos y solistas españoles asociados al rock de los muy primeros años setenta, Pau Riba, Sisa, Máquina, Canarios, Pan y Regaliz o Storm y Smash, lo tuvieron muy difícil en un entorno de escasa difusión comercial y trabas administrativas para organizar conciertos por parte de las autoridades del régimen franquista que sospechaban de la subversión larvada de todos aquellos 'peludos'.

–Aunque ahora hay cierto movimiento reivindicativo de aquellas juventudes: su libro, el de Luis Clemente, o las exposiciones de 'El pintor de canciones' o la actual 'Undergroud y contracultura en Cataluña'…

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–La historia (y los historiadores) deben rellenar aquellos huecos donde la información puede resultar más escasa o menos fidedigna. Y, además, el público agradece esos resúmenes ilustrados. De ahí el éxito de la actual exposición sobre el 'Underground en Cataluña' o 'El pintor de canciones', así como las tres ediciones de mi propio libro sobre la época: 'Viva el Rollo!'.

–Usted, por edad, «la vivió más contemplativamente que activamente?

–Para mí realmente fue el año siguiente, 1976, en el que empecé a ir a conciertos en vivo, aunque desde muy pequeño sentía la fascinación por el rock. Tuve la suerte de tener primos mayores que estaban conectados con todas las novedades discográficas del momento relacionadas con el rock y tuve acceso desde niño a singles, Eps y LPs de muchos grupos de los sesenta y setenta.

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–¿Siente que aquel 'movimiento' (actividades, conciertos, lecturas, festivales, cine…) fue una experiencia que modeló sus intereses vitales posteriores?

–Por supuesto. Yo siempre afirmo que mi pasión como aficionado al rock en esos años sesenta y setenta tuvo su recompensa con un éxito profesional en los años ochenta con Gabinete Caligari.

–Se lo digo porque, hablando con sus coetáneos, todos piensan que tuvieron la fortuna de vivir un periodo excepcional e irrepetible de la historia…

–Fue un periodo muy rico creativamente (los años sesenta y setenta) en cuanto a la cultura popular y las manifestaciones juveniles. Pleno de cambios. Me atrevería a afirmar que sí, fue un periodo difícilmente repetible hoy. Luego, cuando parecía que se llegaba a un callejón sin salida a mediados de los setenta, llegó el Punk y la New Wave y revitalizó también el panorama hasta los primeros años ochenta.

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–La música, como elemento de socialización con esos «otros como yo», como cantan 091, era casi una militancia, en parte obligada por la escasez. Ese valor añadido, ¿se ha perdido con la normalización de su acceso rápido e instantáneo?

–Se ha perdido la magia de lo lejano y de lo prohibido. Antes, para escuchar un disco recién salido de tu artista de rock favorito, había que tenerlo físicamente, y no era fácil ni barato. Sólo lo podías escuchar en alguna emisora de radio de FM (en Madrid o Barcelona o quizá en Sevilla), y mucho antes de la difusión estatal en Radio 3, ya desde 1980. O quedar con un amigo que lo tuviera para oírlo a medias. Un poco más adelante llegó el cassette, pero la calidad era muy inferior. Ahora solo hace falta un ordenador… o un simple teléfono.

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–¿Cuánto tiempo le ha dedicado a rastrear tanta y tan detallista información?

–Empecé a ordenar ideas y documentación para 'Viva el Rollo!' en 2017, cuando terminé mi libro anterior, el monográfico sobre 'Camino Soria'. He trabajado consultando la Hemeroteca Nacional, mis propias revistas y libros de la época, algunas cintas de cassette con programas de radio grabados y tuve acceso al visionado del archivo de TVE con una acreditación como investigador. También presumo de tener buena memoria y una solvente colección de Lps para repasar todas aquellas grabaciones de los setenta. Y para los festivales de Burgos y Canet, he contado con testimonios de algunos amigos mayores que pudieron asistir en su día a aquellos eventos.

–Y ya por último, algunos de sus coetáneos, caso Loquillo o 091 están teniendo una esplendorosa segunda juventud una vez que el péndulo ha vuelto al otro extremo… ¿Alguna vez…?

–Definitivamente, no. Gabinete Caligari, en su formación auténtica y genuina como trío, no volverá nunca más. Es mucho mejor el recuerdo original del grupo y sus grabaciones que cualquier banda-tributo o karaoke revisitado.

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