Si hay alguien en Granada que comparte con el malogrado Fernando Marías una visión integradora de la cultura, ese es, sin lugar a dudas, un señor que se llama José Sánchez-Montes. Un tipo que más allá de su impresionante trayectoria como cineasta, ha sido ... y sigue siendo un verdadero agitador artístico. «Me siento muy orgulloso de que me identifiquen con una personalidad tan apabullante como la de Marías», señaló ayer momentos antes de subir al escenario del Teatro CajaGranada para recoger el II Memorial Fernando Marías, el galardón que entrega el festival Gravite, patrocinado por CaixaBank, para reconocer a personas que, como Marías, tenían una visión humanista de la realidad.
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Y es que, como señaló el propio Sánchez-Montes, él y Marías forman parte de una generación que siempre procuraba abrirse a los demás y sumar. «Yo estudié Derecho y aterricé en un mundo de artistas que me apadrinaron y me enseñaron a mirar en todas las direcciones», aseguró Sánchez-Montes, quien citó algunos de esos nombres que también se convirtieron en referentes para él como Mariano Maresca, recientemente fallecido, el pintor Julio Juste o el activista Miguel Benlloch. Y recordó su apuesta personal y profesional por espacios de creación como la Marquesa, que durante los años en que se mantuvo en funcionamiento, entre 1989 y 2016, albergó centenares de eventos como conciertos y obras de teatro.
Respecto al momento en que llega la concesión de este II Memorial Fernando Marías, justo después del estreno de sus documentales sobre Mariano Fortuny y el Concurso de Cante Jondo de 1922, que se están exhibiendo y distribuyendo con notable éxito de crítica y público, Sánchez-Montes señaló que estos proyectos tienen «una ambición diferente» y que llegan cuatro décadas después de iniciar su carrera en el mundo del celuloide.
Una carrera resumida en los cuarenta minutos de vídeos que la organización del Gravite proyectó este jueves para los espectadores que se acercaron al Teatro CajaGranada para acompañar a Sánchez-Montes en una tarde tan emocionante para él. Cuatro piezas que son una verdadera joya. La primera, con sus inicios, recoge documentos tan entrañables como un reportaje grabado en el antiguo Café Suizo en el año 1985. Un repaso a un periplo profesional donde no faltaron ninguno de los trabajos que situaron a Sánchez-Montes en el mapa cinematográfico granadino, andaluz y nacional. Títulos como 'Granada es de color', un tributo a pintores como José Guerrero o Rodríguez Acosta; videoclips de grupos como Lagartija Nick; o el famoso 'Omega', donde Sánchez-Montes funde los universos de tres genios como Federico GarcíaLorca, Leonard Cohen y Enrique Morente. Este último fue el protagonista también de 'Morente sueña la Alhambra'.
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El legado de Marías
Según Jesús Lens, director del Gravite, este Memorial se plantea como un recuerdo a Fernando Marías, íntimamente ligado a Granada desde la publicación de 'La luz prodigiosa', donde el escritor y guionista bilbaíno fabula con que Federico no está muerto y pasea por las calles de Granada. «La relación con Marías siempre era rica, generosa, productiva y sobre todo provocaba conexiones que iban más allá de lo personal», recuerda Lens. «Era un generador de proyectos que luego se llevaban a cabo».
Respecto a Sánchez-Montes, el responsable del Gravite lo definió como «un hombre renacentista con una visión global». También reseñó su papel de promotor de eventos como Cines del Sur con la «programación de películas que siempre eran interesantes».
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