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Las tres caras de El Roto en el Centro Guerrero de Granada
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Una exposición de doscientas obras de Andres Rábago hace un recorrido por la trayectoria del dibujante de El País a partir de sus tres heterónimos: Ops, El Roto y RábagoSecciones
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Una exposición de doscientas obras de Andres Rábago hace un recorrido por la trayectoria del dibujante de El País a partir de sus tres heterónimos: Ops, El Roto y RábagoLa mayoría de ustedes lo conocen por sus magistrales ilustraciones en el diario El País. El Roto, uno de los tres heterónimos de Andrés Rábago, es de esos dibujantes que marcan una época. Cincuenta años de tinta china y papel resumidos en una colosal exposición que recopila lo mejor de su extensísima producción en el Centro José Guerrero. Una retrospectiva que empezó cuando Rábago era Ops, que continuó cuando Ops se convirtió en El Roto y que culminó con El Roto Rábago convertido en pintor. La muestra, que se titula 'Ops, El Roto, Rábago, una microhistoria del mundo', se podrá ver hasta el próximo 8 de enero.
La exposición, que está compuesta por cerca de doscientos dibujos, se distribuye en tres plantas.La primera está centrada en Ops, que así se denominó Rábago en sus comienzos, desde mediados de los setenta hasta mediados de los ochenta. Un periodo en el que Ops aborda las demandas de su generación, obligada a soslayar la censura franquista que, por aquel entonces, ya era algo menos estricta que en las décadas anteriores. La firma de Ops figuraba en 'Hermano lobo', la revista impulsada por Chumy Chúmez que se editó entre 1972 y 1978 y cuyos humoristas se convirtieron en auténticos maestros en esquivar la lupa inquisidora.
En esta primera parte de 'Una microhistoria del mundo' se puede ver una selección de trabajos en torno a catorce bloques temáticos recurrentes dentro del imaginario de Ops. Asuntos como los nuevos bosques, la recogida y la siembra o las formas del agua. Una mirada dadaísta que retrata el inconsciente de una época desde un punto de vista crítico y mordaz. Ops pone en tela de juicio la herencia ideológica del franquismo y sus consecuencias. Sus imágenes, todas en blanco y negro, carecen de palabras básicamente porque no se podía hablar. Hablar con libertad.
Nombre Ops,El Roto, Rábago, una microhistoria del mundo.
Lugar Centro Guerrero (calle Oficios 8).
Fecha Del 30 de septiembre al 8 de enero.
Horario Martes a sábado y festivos, de 10.30 a 14.00 horas y de 16.30 a 21.00 horas. Domingos, de 10.30 a 14.00 horas. Lunes cerrado.
Visitas comentadas Martes a las 19.00 horas para público en general.
Subimos las escaleras del Centro Guerrero para ganar una altura. Estamos a mediados de los años ochenta, después del Naranjito y el golpe de Estado frustrado de Tejero y sus secuaces. España se abre a la democracia y Andrés Rábago considera que Ops ya ha caducado. Empieza la era de El Roto, con rasgos más expresionistas en la línea de los artistas satíricos del periodo de entreguerras. Se aproxima en unas ocasiones a George Grosz y en otras a la poética beckettiana del absurdo a través de un lenguaje deslumbrante y paradójico. Su enorme corpus de imágenes, que dio comienzo a mediados de los años setenta y que se extiende hasta nuestros días gracias a sus publicaciones diarias en El País, denuncia los continuos abusos de poder, subraya las taras ideológicas y cuestiona los postulados actuales del neocapitalismo y la sociedad digital.
En estas dos plantas, los espectadores que se acerquen hasta el Centro José Guerrero podrán disfrutar también de tres series de notable éxito realizadas por El Roto en las dos últimas décadas de la pasada centuria. Por una parte, 'Bestiario'. Y por otra –como continuación–, 'No se puede mirar', dedicada a don Francisco de Goya yLucientes, y por otra 'Oh La L'Art', donde ironiza sobre el arte conceptual.
La tercera cara de Andrés Rábago es sencillamente la de Rábago. Con clara influencia de grandes como Edward Hopper, Rábago pinta cuadros coloridos y geométricos en espacios arquitectónicos y naturales. Se acerca a lo espiritual y se ocupa de aspectos que trascienden la visión automática y superficial de lo que convencionalmente se denomina 'realidad'. Rábago recupera la dimensión de lo humano y abre ventanas por las que se filtra una luz física y simbólica. En los lienzos se percibe una atmósfera de calma y sencillez que se deriva no tanto de lo que sus personajes hacen en silencio, sino de lo que el silencio hace con sus personajes.
El comisario de 'Una microhistoria del mundo' es el escritor Óscar Curieses, que ha realizado una selección de obras de Andrés Rábago explorando los vasos comunicantes de las vertientes plásticas a través de elementos que reaparecen con distintas apariencias. Además de los bosques, el agua o la siembra, apuntados unas líneas antes, también hay otros temas constantes como los sombreros, los tránsitos, la familia, la vigilancia, la figura del doble, el poder o las guerras.
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Inés Gallastegui | Granada
David S. Olabarri y Lidia Carvajal
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