Patrimonio
La tumba de Soledad en Granada ya tiene nombreSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Patrimonio
La tumba de Soledad en Granada ya tiene nombreAntonio amaba a su abuela. La amaba tanto que decidió escribir un libro para reivindicar su vida. Soledad, que así se llamaba la buena mujer, viajó desdeMotril hasta Granada con un salvoconducto de la Guardia Civil para ser tratada de bocio –hinchazón del tiroides por falta de yodo–. Ingresó en el hospital de San Juan de Dios de la capital un 20 de agosto de 1940, aunque desgraciadamente los médicos no pudieron hacer nada para curarla y falleció nueve días después. La familia nunca supo cuál fue su destino –España aún olía al plomo de la Guerra Civil–, pero nunca cejaron en el empeño de conocerlo.
Antonio contactó con el Hospital de San Rafael para que, tirando de su documentación, le aportarán todos los detalles que revelaran cómo fueron los últimos días de Soledad. Y eso fue lo que hicieron Vanessa Pérez y Vicente Fernández, los documentalistas del Hospital deSan Rafael. Meterse de lleno en los más de 700.000 documentos que conforman el espléndido registro de esta institución sanitaria, dependiente de la Orden de San Juan de Dios, e investigar e investigar hasta dar con el historial de Soledad. Descubrieron, por ejemplo, la fecha exacta de su internamiento y su defunción. Y descubrieron, también, que fue enterrada en una tumba sin nombre del cementerio de San José. Una sepultura que, gracias al empeño de Antonio y la implicación de Vanessa y Vicente, ya ha dejado de ser anónima. Ahí yace Soledad.
Y es que el archivo del Hospital de San Rafael, situado en la planta sótano del complejo de la calle San Juan de Dios, no solo guarda como un tesoro 500 metros lineales de historias clínicas, libros de quirófano, radiografías, certificados... sino que también atesora, en gran medida, el pasado sanitario de varias generaciones de granadinos que, en algún momento, pasaron por sus instalaciones.
«La ley nos permite eliminar los documentos cada cinco años, pero nosotros los conservamos 'sine die' porque entendemos que debemos hacerlo así», comenta Rocío Arredondo, responsable de comunicación del Hospital de San Rafael. «En la era digital –aclara– el volumen de papel es mucho menor, pero todo lo anterior tiene que estar perfectamente almacenado y clasificado para atender cualquier tipo de consulta».
Consultas como la de Antonio y Soledad o como la Gustave, 'el paciente inglés'. Gustave, nacido en Canadá aunque de nacionalidad británica, llegó a Granada en los años setenta. Terminó vagabundeando hasta que, aquejado de un «deterioro importante del filtrado glomerular», las monjas de la Residencia Madre Dios decidieron llevarlo hasta el Hospital de San Rafael el 15 de octubre de 1999. El pobre Gustave duró un mes.
Pero sus sobrinas movieron Roma con Santiago para saber qué fue de su tío. Lo hicieron porque su madre –la hermana de Gustave– expresó su voluntad de ser inhumada junto a su hermano. «Mandaron un montón de cartas a hospitales de toda España, y también nos llegó a nosotros», explican Vanessa y Vicente. «Nos pusimos a ello y pudimos corroborar que, en efecto, Gustave estuvo aquí y que, al no ser reclamado por nadie, su cuerpo fue donado a la Universidad de Granada para el desarrollo de una investigación». Finalmente la UGR envió los restos de Gustave a Inglaterra, donde descansan en un cementerio junto a los de su 'sister'.
«Cuando te enfrentas a casos así –manifiesta Vanessa– no nos mueve solo el empeño por facilitar una información de máxima fiabilidad a los interesados, sino que también nos mueven las emociones, la implicación personal y profesional de satisfacer demandas de personas que acuden hasta nosotros realmente angustiados».
Datos, asegura Vicente, que son de enorme utilidad para colectivos como el de los niños afectados por la poliomielitis entre los años 1945 y 1965 –se vivió una auténtica epidemia durante esos años–. Esos críos se hicieron mayores, «y necesitaban que se certificara que sufrieron esta enfermedad discapacitante para acceder, por ejemplo, a una pensión». Son muchos los que lo han logrado gracias al concurso del Hospital de San Rafael.
El Hospital de San Juan de Dios es un referente en la Historia de Granada de los últimos quinientos años. Acudían pacientes de todo el sur de España.Tenía fama nacional e internacional por la excelencia de sus doctores en especialidades como la traumatología. La Desamortización de Mendizábal de 1836 fue un punto de inflexión, ya que el Hospital pasó a tener un ámbito provincial al depender de la Diputación. En 1878 se creó el Hospital de San Rafael, también vinculado a la Orden de San Juan de Dios, que se convirtió en un hito de la enfermería moderna al tratar no solo los problemas físicos, sino también los psíquicos. Se fundó como asilo, pero en 1944 empezó a atender a los niños pobres.
La ciudad no se entiende sin el Hospital de San Rafael. El hospital donde se guarda la memoria de miles de granadinos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Fermín Apezteguia y Josemi Benítez
Fernando Morales y Álex Sánchez
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.