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Patrimonio de Granada
La vivienda a la que se mudó el dueño de la Villa Romana de SalarOcho campañas arqueológicas después, la Villa Romana de Salar sigue deparando sorpresas. Un yacimiento del que, por cierto, se estima que tan solo se ha excavado un quince por ciento. ¿Cuál es el resultado de este año? El equipo dirigido por el profesor Julio Román trabaja con la hipótesis –más que verosímil– de que el edificio que están sondeando desde hace tres años es una vivienda aristocrática construida por los propietarios de la propia 'villae', la poderosa familia Valeria Vegetti, como su residencia en el periodo de tiempo comprendido entre mediados del siglo V y mediados del siglo VI.
Es decir, abandonaron la finca donde se hallaron los famosos mosaicos en los que se ve al domus en una escena de caza –ocupada entre principios del siglo IV y mediados del V–, la que se ubicaba en la 'pars urbana', para instalarse en este hogar monumental más modesto. Un cambio que, según Julio Román, estaría justificado por razones religiosas.Los dueños abrazaron el cristianismo y huyeron de la suntuosidad buscando algo más humilde.
Y así fue cómo se trasladaron a este inmueble que fue erigido con los propios materiales de la casa de los mosaicos. Reutilizaron ladrillos, columnas y sillares. O sea, desmantelaron uno para levantar otro. Un 'otro' en torno a un precioso patio central con columnas, que ya ha quedado prácticamente al descubierto, donde se distribuían las diferentes estancias. A simple vista, llama la atención el perfecto estado de conservación de los pavimentos. También la estructura en forma de ábside. Además, se han recuperado basas y capiteles decorados de orden compuesto romano que proporcionaban un ambiente ajardinado. Por último, se ha llevado a cabo una ampliación de un metro hacia el oeste para confirmar una estancia también con diseño semicircular.
A diferencia del año pasado, cuando se encontró la figura de un 'lampadarium' –un niño adormecido que portaba una lámpara–, este 2023 no se ha localizado, por ahora, ningún elemento escultórico. 'Por ahora' porque los arqueólogos seguirán trabajando sobre el terreno hasta el próximo viernes –en cualquier momento puede sonar la campana–.
Pero sí ha florecido una pieza que anticipa lo que está por venir. La Villa Romana de Salar, una de las más importantes de la Bética, disponía de un 'balneum' –balneario– que aún está por emerger. Pues bien, se ha encontrado un 'clavus coctile'. Una especie de clavija que se utilizaba en las estancias calefactadas. Estos baños disponían de una sala fría, otra templada y la caliente, al igual que los árabes, y también pequeñas piscinas.
La Villa Romana de Salar era un gran recinto donde, además de las residencias, había otras muchas instalaciones. Había, por ejemplo, una almazara, lagares, graneros, establos y domicilios para los campesinos. Todo aflorará poco a poco. Por lo pronto, en 2024 seguirán hoyando en la misma zona.
Mientras tanto, la Villa Romana de Salar sigue creciendo en equipamientos. El Ayuntamiento ha solicitado a la Secretaría General de Turismo una subvención de tres millones de euros para la rehabilitación de patrimonio histórico para uso turístico. La arquitecta Isabel Bestué ha planteado un centro de interpretación de la Villa.Es decir, un edificio multifuncional que aúne las tres cubiertas actuales donde, además de la zona expositiva, se puedan organizar actividades divulgativas como talleres o conferencias.
De forma paralela, se sigue avanzando en la solicitud de la colección museográfica, una figura imprescindible para lograr, por ejemplo, que la venus capitolina que se guarda en una caja en el Museo Arqueológico de Granada retorne a Salar. Se da la circunstancia de que esta preciosa figura hallada en la Villa ha sido restaurada por el Ayuntamiento gracias a una ayuda de la Diputación. Según Julio Román, se está trabajando en una doble dirección. Que esa 'colección museográfica' se ubique eventualmente en el punto de información mientras se termina el Museo de Salar, que se erigirá en un solar junto a la Torre de la Alquería, en el centro del pueblo. Ya se están realizando las labores topográficas previas.
El trabajo arqueológico en la Villa Romana de Salar se compagina con otro tipo de tareas como las de restauración. Durante las excavaciones es relativamente frecuente que emerjan elementos que requieren de un tratamiento 'in situ'. Estas labores las lleva a cabo Julia Ramos.
El día que se hizo este reportaje, ayer, Julia y su equipo estaban actuando en un capitel aparecido en el patio. «Le estamos inyectando una resina acrílica para lograr una mayor adherencia», explicaba esta profesional. «Venimos cada vez que requieren nuestros servicios, aunque nuestra tarea es a posteriori, ya que resulta más efectivo intervenir cuando los elementos, que son restos que han estado enterrados durante siglos, están adaptados a las nuevas condiciones de temperatura y humedad».
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