Wakana Sakamoto, en la terraza de su casa, con un ejemplar de 'Hero Mask' y vistas a la Alhambra. J. E. CABRERO

Wakana Sakamoto, una manga en Granada y otra en Japón

Natural del Albaicín, es la primera granadina licenciada en la Universidad del Manga de Kioto y prepara su primera publicación en Europa

Lunes, 20 de mayo 2024, 00:02

Wakana Sakamoto (Granada, 1995) mira la Alhambra desde la terraza de su casa, en el Albaicín. «Soy japonesa pero nací en Graná». De niña, dibujar se convirtió en una fortaleza infinita donde no entraban los insultos. «Me hacían mucho bullying por ser la rara. Pero ... es que cuando el curso terminaba en España, me iba a Japón con mis abuelos y pasaba un mes de cole allí. Y también me hacían bullying porque venía de otro sitio... ¡Foh!», exclama con un aspaviento, sin perder la sonrisa. «Todo cambió en el bachillerato de artes, donde encontré mi sitio».

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Wakana dibujaba dragones. Le fascinaban tanto que con 11 o 12 años empezó a hacer un cómic de fantasía que todavía guarda en las estanterías de casa. «Hice 700 páginas». El caso es que entre viajes, lápices y criaturas mágicas, surgió un sueño: estudiar en la Universidad del Manga de Kioto (la primera institución del mundo en ofrecer esta carrera). Y no solo ha conseguido ser la primera granadina en licenciarse allí, ya ha publicado su primera obra en Japón y está cerca de lanzar su primer trabajo en Europa. «El sueño era dibujar. Y eso estoy haciendo».

Wakana saca de la estantería uno de los álbumes donde guarda las 700 páginas de su primer cómic. J. E. C.

«Pasé de estar viviendo con mi padre en Granada a vivir sola en Kioto», recuerda. Su padre llegó a Granada a principios de los 90 para aprender a tocar la guitarra clásica. Aquí conoció a su madre, también japonesa, y ambos se hicieron guías turísticos. Wakana asegura que es un «híbrido raro», porque en su casa del Albaicín había costumbres japonesas, pero las justas. «Aquí me dicen que sabré hacer sushi y no tengo ni idea. Y allí me dicen que sabré hacer paella... ¡Y tampoco!», ríe a carcajadas. El caso es que, aunque pidió plaza en Bellas Artes de la Universidad de Granada, también probó suerte con la Universidad Seika de Kioto. «Hice las pruebas y me aceptaron».

Uno de los trabajos que Wakana realizó en la Universidad Seika de Kioto. R. I.

Los cuatro años de carrera terminaron con Matrícula de Honor, algo que le abrió las puertas de varios estudios. «Empecé como asistente de otros dibujantes. Ahí me ofrecieron desarrollar un proyecto, un spin-off del anime 'Hero Mask'. Tras un año y medio de muchísimo trabajo, el tomo llegó a las librerías y es una sensación muy chula». Ese maratón de año y medio fue tan duro que le dejó el brazo inmóvil durante varios meses y tuvo que dejar de dibujar un tiempo. Además, todo aquello coincidió con la pandemia, que le impidió volver a España. «Se me cortó el carnet de residente y ahora soy extranjera. En Japón solo permiten una nacionalidad... Ahora vengo cuando puedo. Aquí están mis amigos, mi infancia, mis recuerdos...».

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Hero Mask.

Para dibujar 'Hero Mask' se levantaba a las 5.00 horas y terminaba a las dos de la madrugada. «Llegué a trabajar 20 horas al día porque lo hacía yo todo, no usé asistentes». Wakana inició un nuevo viaje de descubrimiento personal y pasó de dibujar a cortar leña en la montaña y a trabajar en un izakaya –una taberna típica japonesa–. «Tras un tiempo allí, recordé que el sueño seguía siendo dibujar, por muy duro que fuera. Y regresé». En los dos últimos años, ha combinado el trabajo de asistente para otros artistas con el envío de porfolios para DC, Marvel y otras editoras internacionales. «Entonces fue cuando me llamaron de Dupuis».

Páginas no publicadas de 'Céüs!' WAKANA SAKAMOTO

Dupuis, una de las grandes editoriales de Europa, le ofreció trabajar en 'Céüs!', un manga deportivo sobre una gimnasta que se publicará en Francia a finales de año. «Y eso estoy haciendo ahora en Granada, dibujar 'Céüs!' en casa de mi padre». Wakana estará aquí hasta agosto, que es el tiempo que puede permitirse por el momento. «Tengo un pie en Kioto y otro en Granada. Así soy yo», sonríe. «Para mí Granada es muy importante... ¿te conté lo de las Xian Nu Studio?».

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Las hermanas Xian Nu

Xian Nu Studio es el nombre artístico de Irene Díaz y Laura Moreno, dos artistas granadinas, autoras de Chan-Prin', que abrieron camino en la publicación del manga en España. «Un día salí del instituto y fui a Nostromo, una librería que había en Plaza Trinidad. Había dos chicas firmando libros. Me asomé y eran Irene y Laura. Fue un descubrimiento total, la primera vez que veía que era posible ser dibujante profesional». Wakana inició una amistad con las Xian Nu que fue mucho más allá de lo profesional.

«Cuando mis abuelos murieron, mis padres fueron a Japón un mes y yo no podía, por el colegio. Las Xian Nu me acogieron en su casa... Me enseñaron muchas cosas de dibujo y confirmé que yo quería ser dibujante. Ellas son como mis hermanas. Si no fuese por ellas, yo no estaría aquí».

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Trabajado en su estudio de Granada, en el Albaicín. Y un dibujo de la Casa de Vinos de Granada. J. E. C.

En casa de Wakana suena siempre la guitarra de su padre. «Le encanta tocar», dice. Ella, que estudió violín y artes marciales, tiene otra pasión: «¡La comida!». «Cuando trabajé en el izakaya, me di cuenta de que son bares en los que la comida acompaña a la bebida, igual que las tapas en Granada. Quiero hacer un manga de tapas. Algo biográfico que conecte las dos ciudades en las que estoy cumpliendo mi sueño. Dibujar».

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