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La inflación en el mercado del alquiler se está dejando notar en el bolsillo de los granadinos. Tras la explosión de la burbuja inmobiliaria hace ahora algo más de una década, con el mercado hipotecario en una profunda crisis y el desempleo cebándose con el ... poder adquisitivo de los ciudadanos, alquilar se volvió una mejor opción; tal vez, la más sensata. La situación, sin embargo, ha empeorado en los últimos años. Se han encadenado los aumentos del precio del arrendamiento, provocados por el aumento de la demanda y el auge del mercado del piso turístico. Sólo en los dos últimos años, el precio promedio del metro cuadrado de vivienda en alquiler subió un 27%, lo que supone un incremento de unos 90 euros en el recibo mensual para un hogar de 90 metros cuadrados. En los últimos doce meses, sin embargo, los precios se han estabilizado, probablemente porque los alquileres se están volviendo cada vez más difícil de pagar. No son pocos los que ya se plantean, otra vez como hace más de una década, que comprar pese a los riesgos merece la pena.
Entre el inicio del año y el cierre del pasado mes de mayo, de acuerdo con los datos por barrios que presentan diversos portales inmobiliarios en Internet, el precio medio de un alquiler en la capital granadina alcanza los 7,4 euros por metro cuadrado, que suponen unos 670 euros al mes en el caso de una vivienda de 90 metros cuadrados. La cifra permite constatar que, sobre la media registrada en 2018, el precio del arrendamiento ha subido en cerca de 40 euros en lo que va de año, o un 6% en términos porcentuales. El diferencial, sin embargo, se abre conforme se retrocede en el tiempo. Si se compara con 2017, el crecimiento alcanza el 16%. En cinco años, es decir, con respecto a 2014, el año en el que comenzaron los anuncios de recuperación económica en España, el precio medio del alquiler en la capital granadina ha aumentado un 27%.
Las subidas, eso sí, han sido bastante dispares dependiendo del lugar de la ciudad que se analice. Además, algunos de los datos más recientes no resultan muy intuitivos en un primer vistazo. Por ejemplo, el barrio en el que más se han encarecido los arrendamientos en lo que va de año respecto a la media del previo es el Zaidín, donde el metro cuadrado de vivienda ha pasado de 5,6 a 7,1 euros, un incremento del 25,5%. Así, de acuerdo con estos portales, el precio medio del alquiler de un piso de 90 metros cuadrado ya supera los 630 euros al mes. El segundo crecimiento más fuerte registrado en este período hay que buscarlo en el entorno de Cartuja–La Paz, donde el incremento del recibo mensual es del 19,2%.
La situación del mercado inmobiliario no se acerca todavía ni de lejos a los niveles más preocupante de la etapa de la burbuja, pero en algunos lugares comprar ya vuelve a ser una opción más rentable que alquilar una vivienda, al menos en lo que se refiere al coste mensual. En la capital granadina, de acuerdo con la información disponible en varios portales dedicados a este sector, hay cinco barrios donde esto ya ocurre. La mayor parte de ellos son zonas de carácter residencial, lo que apunta a un sobrecalentamiento en el mercado del arrendamiento sobre el que los expertos llevan ya un tiempo alertando.
En concreto, los barrios en los que comprar puede volverse una opción más económica si se descuenta el hecho de tener que firmar un contrato hipotecario son el Zaidín, la Chana, la zona de Cartuja, Almanjáyar y el Albaicín, el único de los lugares históricos de la ciudad nazarí donde se da esta situación, lo que apunta a un desequilibrio en la situación de su mercado residencial.
En el barrio del Zaidín, por ejemplo, el precio medio de las ofertas de venta de vivienda publicadas en el último mes en los portales consultados ronda los 127.000 euros para un piso de 90 metros cuadrados. Si la duración media de una hipoteca, según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), está algo por encima de los 18 años, en unos 220 meses, resulta una 'letra' mensual de unos 577 euros. Mientras tanto, el precio del alquiler promedio alcanza los 637 euros. Así, meterse en la hipoteca permitiría ahorrar, en términos promedio, unos 60 euros al mes. En la zona de Cartuja-La Paz, la que muestra mayor diferencial, esta brecha alcanza los 223 euros mensuales; en el Albaicín son sólo 23 euros.
Esta tendencia ayuda a explicar además los buenos datos que sigue ofreciendo la estadística de compraventa que también publica el INE. En los seis primeros meses del año cambiaron de manos en Granada un total de 5.688 viviendas. Una cifra que supone un incremento del 8,9% sobre la registrada en el mismo período de 2018. Este incremento que constatan los datos de la provincia es el tercero más fuerte del entorno andaluz, superado sólo por Almería (+14,2%) y Huelva (+9,8%).
Estos dos ejemplos sirven para apuntalar una teoría que barruntan muchos analistas del sector: en los barrios tradicionalmente más caros y con mayor demanda de vivienda y actividad turística, como el Albaicín, el Centro o el Realejo tienden a producirse subidas más moderadas que en otros considerados de marcado carácter residencial. Ante la incapacidad de costear un alquiler en estos lugares, a muchos potenciales arrendatarios no les queda otra que marcharse a lugares más asequibles, lo que irónicamente provoca la subida de precios que se constata en los datos de este año. El recibo mensual en la zona de Almanjáyar ha aumentado un 40,7% en los últimos cinco años, pasando de 450 euros mensuales de media a 560. Está poco más de un punto por debajo que las tendencias en el Zaidín (+42,2%) o Cartuja (+41%).
En términos absolutos, en cualquier caso, y pese a haber registrado subidas de precios más moderadas que los barrios mencionados en los últimos tiempos, el Albaicín, el Realejo y el Centro siguen siendo las zonas más caras para alquilar en la capital granadina. En la primera de ellas, un piso de 90 metros cuadrados cuesta, de media, 825 euros al mes. En el Realejo, la cifra está en 800; en Centro-Sagrario, en 750 euros. En términos promedio, un granadino que viviese en el Albaicín o el Realejo en 2012, el último año hasta el que se retrotraen los datos de los portales inmobiliarios consultados, paga ahora más de 100 euros más por su alquiler que entonces.
Ante este panorama, no es de extrañar que, como en los tiempos de la burbuja inmobiliaria, haya quien eche cuentas y llegue a la conclusión de que es bastante posible que, a pesar de que el riesgo es mucho mayor, meterse en un contrato hipotecario es una opción más rentable que alquilar en la situación actual.
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Para averiguar cómo afecta la evolución del mercado a la vida y las ideas de los potenciales compradores, el portal Casaktua llevó a cabo una encuesta. Con los resultados elaboró la quinta edición de su informe 'La demanda de vivienda en España'. De acuerdo con los datos de los granadinos encuestados, a los que tuvo acceso este periódico, cerca de cuatro de cada diez andaluces que está buscando adquirir una vivienda no encuentra nada que pueda permitirse pagar. Quienes prefieren mantenerse siendo inquilinos temporales han visto a izquierda y derecha cómo sus caseros les venían con subidas del recibo mensual. De acuerdo con los datos de esta encuesta, el 16% de los granadinos que vive de alquiler aseguró que le acababan de subir la cuantía mensual del arrendamiento.
La evolución del mercado y situaciones como esta provocan que uno de cada diez granadinos que vive de alquiler se esté planteando mudarse a otro lugar. Las perspectivas en este caso, sin embargo, tampoco son especialmente halagüeñas. Prácticamente la mitad de quienes están contemplando la opción de moverse de vivienda no lo hacen porque no encuentran algo que puedan pagar.
En esta situación, no es de extrañar que el 81% de los granadinos encuestados por Casaktua desconfíen de la situación del mercado inmobiliario y consideren que «se están repitiendo los mismos errores que antes de la crisis». Un porcentaje incluso mayor, el 87% del total, está convencido de que el precio del alquiler seguirá incrementándose. Un estado de cosas que ha provocado que el Gobierno central haya puesto en marcha mecanismos para comenzar a vigilar de cerca la situación en este ámbito. Hasta el 92% de los encuestados aseguraron considerar que es «necesario» regular el alquiler turístico.
Lo que es quizá más preocupante es que el 61% de los granadinos a los que les preguntaron, más de la mitad, afirmó que «vivir de alquiler es tirar el dinero». Ya se ha escuchado ese cuento antes. Y ya se sabe cómo acaba.
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