El Atlético Pulpileño, sin recursos para encontrar el buen camino

Y no es que su rival, el Socuéllamos, hiciera más cosas, sí mejor. Tuvo las suyas y, a balón parado, en una falta excelentemente ejecutada por Alberto Escudero, consiguió desnivelar el partido para, posteriormente mostrarse seguro en defensa, cortocircuitar la creación rojinegra y apuntar en ataque en acciones a la contra que crearon desconfianza en un Pulpileño atascado e incapaz de pujar por una necesitada victoria, que no llegó. Ni siquiera el empate, que pudo haber sido algo más justo, pero también es cierto que para tener gol al menos hay que disparar y eso apenas lo logró.

Desde el inicio, ambos equipos no escatimaron en buscar la portería contraria, aunque sin llegadas concretadas. En el 8, el cuadro local lo buscó con un disparo de Fer Cortijo desde fuera del área que tocó en la defensa pulpileña para marcharse a saque de esquina, que dio pie al acoso local, que lo intentó de nuevo con Fer Cortijo, en el 13, con un disparo que cortó la defensa rojinegra.

El acoso tuvo su respuesta en el minuo 21, tras unas manos en la frontal del área algo escorada hasta la izquierda, que lanzó Alberto Escudero, con la diestra, para alojarla en la meta de Héctor Pizana por la escuadra. El meta pulpileño fue clave para evitar el segundo, en el 26, tras un disparo de Nacho Huertas que Pizana mandó a córner.

El equipo local, con balón y recuperándolo pronto cuando no lo tuvo, empujó al Pulpileño a solo defenderse, sin capacidad para salir de las cercanías de su área. Así, en el 30, tras una falta lanzada por Alberto Escudero, el rechace de la barrera le cayó a Nacho Huertas que probó fortuna con un fuerte disparo que el meta pulpileño logró despejar para evitar el segundo gol del conjunto manchego.

Antes del descanso, el conjunto pulpileño atemperó las llegadas del cuadro manchego, si bien en ataque adoleció de acierto en el pase final para haber sacado rentabilidad. Esta la buscó en la segunda parte, con la entrada de David Ardil y Álvaro Garrido, pero no cambió de salida el decorado, con más llegada del Socuéllamos que buscó portería en el 47, por medio de Pepe Delgado, pero sin acertar entre los tres palos.

Sebas López buscó profundidad con la entrada de Pablo Aguilera en lugar de Cristo García, al que no le habían llegado balones, pero el problema estaba en que el equipo estaba demasiado atrás. Sus salidas por banda no cuajaron, con falta de acierto en el pase final y con poca consistencia a la hora de tener el balón. Solo Cristo Martín, en el 76, buscó sorprender a Diego Nieves con un centro chut que no causó problemas.

Carlos Martínez, en el 78, pudo aumentar las distancias para un Socuéllamos seguro en tareas defensivas y sin conceder. El disparo del manchego, tras la salida de un córner, se marchó fuera, con otra en el 80, la que Fran Cortijo, en una contra 4 para 2, no fue capaz de acertar. Más franca si cabe la tuvo el Pulpileño por medio de Pablo Aguilera que aprovechó un error de Quintana, pero no supo aprovechar la ocasión en el uno contra uno con Diego Nieves, que logró despejar la ocasión más clara de la que dispuso el cuadro rojinegro.

Sin capacidad de ver portería, el Pulpileño encajó otro resultado adverso, firmando su sexto partido consecutivo sin vencer y 'rescatando' a un Socuéllamos que logró así su primer triunfo en casa de la temporada en el último partido de la primera vuelta.