Durán Ejido dice adiós al ascenso de forma cruel

El tanto cambió el guión del partido, ya que el Burela acusó el golpe y comenzó a atascarse en ataque y a dejar dudas en defensa, teniendo Nacho Gil la ocasión de hacer el 0-2 con un duro disparo que rechazó Edu. Burela comenzó a mejorar en el ecuador de esta primera mitad, aunque el duelo entró en un intercambio de golpes. Juanillo puso a prueba a Edu que se tuvo que emplear a fondo y casi a continuación un desajuste defensivo lo aprovechó Quintela para igualar el marcador picando por encima de Franco. Apenas unos segundos después Quintela no pudo convertir el segundo cuando parecía que lo tenía todo a favor.

Fue ahora el conjunto de Óscar García Poveda el que experimentó un bajón que aprovecharon los gallegos para ponerse por delante en el tanteador. Lo hizo con una buena jugada colectiva que remachó casi en la línea Iago Míguez, que se fue con mucha picardía de su marca.

En pleno desconcierto visitante, Fran Franco intentó sorprender incorporándose al ataque en una jugada en la que los celestes perdieron el balón y la rápida contra de Burela acabó con un lanzamiento a puerta vacía que no encontró el gol.

El duelo, sin embargo, había cogido claro color local y se acentuó con la apuesta por el juego de cinco que provocó una superioridad bien aprovechada por Renato. Burela se gustaba y a renglón seguido una jugada ejecutada con gran rapidez la culminó Iago Míguez con otro toque sutil sobre Franco. Repitió apenas unos segundos después el canterano empujando un excelente servicio de Giasson.

El contundente resultado marcó una segunda parte en la que desde el primer minuto los ejidenses recurrieron al portero-jugador en busca de acercarse al milagro deportivo. Interpretó bien esta nueva situación el cuadro de García Poveda que tras una clara ocasión de Caballero y un disparo de Cortés en el larguero logró marcar por medio de Nacho Gil que fusiló a Edu.

Fueron buenos minutos de los visitantes a los que les faltó acierto para hacer un tercer gol que hubiese puesto la emoción al encuentro. Ocurrió, sin embargo, que el riesgo jugó en contra de los del Poniente. Una pérdida en el centro del campo sin portero la convirtió Renato. No hubo tiempo para el respiro y Álex Diz remató un pase atrás con mucha calidad. Habría más, también la estrategia le funcionó a los locales con Quintela materializando una falta en el 8-2.

Este tanto marcó casi el punto final para un partido en el que Burela ya no buscó más y Durán Ejido siguió con intensidad, aunque un tanto desquiciado. Con los dos técnicos haciendo rotaciones y Bustos jugando sus últimos minutos antes de su retirada, Matamoros tuvo una clara ocasión, aunque se topó con el guardameta ejidense. Fin a una temporada para la historia a la que solo faltó el broche de oro.