El Murgi hace autocrítica y espera noticias sobre una posible repesca

El Baloncesto Murgi asume su nueva realidad, el descenso a N1, tras una temporada en la que ha sido el único representante almeriense en Liga EBA, una categoría que vuelve a quedarse grande para el baloncesto de la provincia. Perder la plaza se asume con autocrítica en el club ejidense, aunque también se mantiene la puerta abierta a la posibilidad de una repesca en los despachos, una opción a la que habrá que estar muy atentos durante el verano.

El técnico, Javi Jiménez, pasadas unas horas de este duro golpe, destacó que «yo lo que quiero, sobre todo, es pedir disculpas tanto a la afición como a los propios jugadores por el hecho de no poder conseguir el objetivo que era el de mantener la categoría. Soy el máximo responsable de lo bueno y lo malo del equipo, lo siento por los seguidores que han ido llenando, cada vez más, el pabellón, hasta el sábado que fue una auténtica fiesta que no supimos culminar».

La 'ruleta rusa' de la última jornada se llevó por delante al Murgi pese a que «se ha hecho un buen trabajo durante toda la campaña, pero no ha quedado reflejado en los resultados, tenemos un equipo joven acompañados de algún veterano y nos ha dado para tener estabilidad en los minutos importantes de cada partido, nos va a servir para aprender, aunque sea triste».

Sobre lo ocurrido en ese último encuentro ante Novaschool, que sin jugarse nada consiguió imponerse en El Ejido y evaporar cualquier opción de permanencia, Jiménez indicó que «el hecho de que estuviesemos obligados a mirar al partido de Armilla nos obligó a parar el nuestro para que Benahavís tuviese que ganar sí o sí, intentamos frenar el encuentro, pero nos cortó el ritmo ascendente que llevábamos. Lo hicimos con la mejor de las voluntades, pero no salió bien». Aunque los dos resultados finales fueron negativos, se soñó durante unos minutos cuando los del Poniente ganaban por cinco y Benahavís por la mínima en la cancha de Armilla.

El entrenador del Murgi señaló que «la combinación se llegó a dar la situación que necesitábamos, pero nos quedamos con la miel en los labios, aunque es cierto que aún hubiese sido peor que hubiésemos ganado nuetro partido y Armilla también». Entre las claves del descenso, dos figuran por encima, el hecho de perder los últimos siete partidos de manera consecutiva cuando la salvación estaba en la mano y los numerosos encuentros que se han perdido por cinco o menos puntos.

Javi Jiménez recordó que «son muchos partidos que suman, al final no estamos hablando solo de que hubiésemos mantenido la categoría, podíamos haber estado cerca del quinto puesto». Sobre lo que le cuesta al baloncesto almeriense consolidarse en EBA, el técnico admitió que «hay que hacer un esfuerzo económico que es brutal».

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