Unicaja Costa de Almería quiere un Moisés Ruiz lleno el sábado

En su línea normal de exigencia, el entrenador almeriense no se resistió a poner una apostilla. «Sí es cierto que no ha sido para nada un partido brillante, marcado por muchos errores», pero en ese preciso instante mandaba el sabor dulce. «Ahora es momento de ser positivos y pensar en el futuro», reconoció.

Ese futuro es muy cercano, ya que llega al Moisés Ruiz el cuadro gallego del Arenal Emevé Lugo con lo que le ha hecho 'equipo revelación' de la temporada, o sea, con todo su potencial envuelto en la euforia de estar metido en la Copa del Rey a los pocos meses de haber logrado su ascenso a la máxima categoría del voleibol nacional. «Va a ser un partido complicadísimo, porque es un equipo que está compitiendo muy bien y que va cuarto en la tabla por méritos propios, y claro, ya con la clasificación de la Copa en el bolsillo, van a venir a casa de uno de los grandes a darlo todo, muy suelto, a probar cosas, a divertirse y a disfrutar de lo que están haciendo».

La situación con la que se maneje Unicaja Costa de Almería es bien distinta por los condicionantes que rodean a los blanquiverdes, con la historia en la competición nacional y a nivel continental. «Nosotros tenemos la presión de jugarnos ser primeros al final de la primera vuelta, lo que depende del resultado del Teruel-Palma, pero sí que nos jugamos la segunda plaza, ya que ganando 3-0 o 3-1 estamos entre los dos primeros para librarnos de jugar los cuartos de final de la Copa del Rey», prevista su disputa para febrero en Palma de Mallorca, del 7 al 9 de febrero, en el Pabellón de Son Moix.

Por ello, teniendo en cuenta que realmente «queda poquísimo para las vacaciones», pidió un último empujón. «Hay que hacer un esfuerzo máximo y el equipo está preparado para ello, así que vamos a trabajar los días que nos quedan previos para hacerlo bien», expuso el técnico blanquiverde. Eso sí, logrado el pase europeo apenas unas horas antes, se quiere brindar a la afición ese logro y contar con ella para superar a un duro adversario en el cierre de un año que ha hecho al club campeón de la Copa del Rey por undécima vez. «Es un buen día, es una buena hora, necesitamos su apoyo, a pesar de que no es un clásico sí que es un gran equipo que juega muy bien; necesitamos el apoyo del público para irnos de vacaciones tranquilos», deseó el nijareño.

El arrope de la grada será clave y Manolo Berenguel lo sabe bien, recordando el técnico también la buena causa de acudir al pabellón con un juguete para que no haya ningún niño que se quede sin regalo esta Navidad. Cabe destacar que el partido, por ser el último de la primera vuelta y estar en juego qué equipos son finalmente los que se meterán en la Copa del Rey a disputar en febrero en Palma de Mallorca, será a las 18.00 horas en horario unificado.

El hándicap es el poco tiempo de preparación del choque. «No he podido apenas ver a Lugo», alertó el técnico almeriense, lo que no es óbice para llegar bien a esa última cita de 2019. «Lo voy a preparar como yo quiero, sin duda, pero la competición europea, entre el viaje y preparar el partido, lleva mucho tiempo; hay ya cosas analizadas, pero por ejemplo su último triunfo contra Soria, no está visto todavía; va a salir para adelante el trabajo». De hecho, junto con Guille Carmona, el viaje de regreso a Almería desde Graz fue un intensivo trabajo sobre el cuadro lucense. Más allá en el horizonte se sitúa Saaremaa, siguiente rival en octavos de final de la CEV Challenge Cup. «He visto algo de ellos, sé que tienen a dos referencias en el ataque que curiosamente pasaron por mi ordenador, por así decirlo, cuando tocó confeccionar el equipo de Unicaja Costa de Almería; había jugadores interesantes que tuvimos en mente y que ahora juegan en el equipo esloveno y por eso lo que conozco es que son jugadores fuertes en ataque», explicó el entrenador blanquiverde.

Regresando a lo acontecido en el Raiffeisen Sportpark de Graz el pasado miércoles, en su línea, no puso ningún tipo de excusas a lo sucedido. «Para mí ha sido algo grato, agradable, jugar con este balón –tercero diferente en una semana–; es cierto que no lo habíamos tocado hasta nada más llegar aquí, en el entrenamiento del martes, y a todos nos encantó, así que excusa para nada, es un balón que se controla bastante bien, no se puede poner de pega en absoluto», expuso Manolo Berenguel.

Pese a ello, desajuste imprevisto en el saque. «Ellos han estado mejor en recepción, se ha notado que jugaban en su cancha, pero también han fallado más en saque, 22 ellos y nosotros 17, que siguen siendo muchos, pero no termina de corresponder a la realidad porque por la mañana se lo recalqué a los chicos en el repaso de saque y de recepción del entrenamiento y el equipo estuvo a un altísimo nivel en ambas cosas; me fui muy tranquilo, pero en el partido he sufrido, y puede ser por el típico nerviosismo; si hubiésemos sacado mejor, habríamos sufrido un poquito menos», manifestó el que fuese jugador blanquiverde casi toda su vida deportiva.

Para finalizar, se quedó con que «el objetivo está cumplido, veníamos arrastrando algo de merma, con sobrecarga física de no tener muchos cambios, con Pei, que nos ha venido bien, pero recién llegado de viaje, lo que también resta», dijo. Además de que «el equipo se ha clasificado y eso era lo importante», hubo «minutos para todos, algo importante por dar protagonismo a los que están siendo menos participativos y por ajustar cosas con la gente dentro de la competición».