Unicaja Costa de Almería recupera la sonrisa y cruza los dedos

Después del año que llevan los blanquiverdes, verle jugar como lo ha hecho en Cabezón de la Sal sirve para reactivar la ilusión, pero sin demasiadas estridencia ni fuegos de artificio porque la victoria conseguida en el Matilde de la Torre no puede considerarse como para guardarla en el catecismo –el cuadro cántabro es penúltimo–, pero también es verdad que Unicaja Costa de Almería, de los últimos años, solo tiene el nombre, el cuerpo técnico y algún jugador que levantó títulos.

La clave, la reacción en el primer set, que estaba casi perdido, y un segundo set que puede ser el mejor de la temporada, por rendimiento, con más de un 60% de acierto en ataque, recepción y en saque. Pero todo agarrado con pinzas, no por otra cosa que por desconfianza. Ojalá este haya sido el punto de inflexión blanquiverde, a dos semanas de la Copa.

Comenzó sufriendo el equipo almeriense, con dificultades en recepción para que Bakonji jugara con comodidad a la hora de construir y el equipo blanquiverde sufrió en ataque para ver cómo Textil Santanderina, sin uno de sus jugadores referencia como Marcarini, estuviese por encima (11-6), con Fran Calzón al saque. Y es que los blanquiverdes no presionaron con su saque y, en bloqueo, faltó lectura para encontrar solución, con Manolo Berenguel parando el partido.

No hubo demasiada mejora. Unicaja Costa de Almería, puede que 'atado' por presión, fue incapaz de aparecer y de forzar el error en el conjunto santanderino (14-8). De vez en cuando, los blanquiverdes aparecieron por punta, pero sin continuidad en el rendimiento en gran medida por la buena respuesta del conjunto de Marcelo Benavídez. Con Marco Ferreira en ataque y al saque se forzó el error, con dos puntos fuera de Textil que pusieron el 14-11 y el tiempo muerto del técnico santanderino. Y es que el equipo almeriense mejoró con el saque para meter presión al cuadro local (16-15), con Peemüller siempre como referencia. Bakonji puso uno directo y Ferreira, por punta, firmaron la igualada, con tiempo muerto local. Era la primera vez que Unicaja igualaba el marcador (18-18). Un bloqueo sobre Peemüller hizo mandar (19-20). Frías volvió a poner a los suyos por delante con saque del opuesto germano. Pero los almerienses entraron en el tramo final con ventaja, con Víctor Rodríguez proponiendo. Un error de Frías dio bola de set, firmada con el error de Felipe al segundo toque.

Unicaja Costa de Almería fue otro equipo en la segunda manga, como si lo sucedido en la primera hubiese sido un aviso, aceptado por los de Manolo Berenguel que, con Víctor Rodríguez al saque, tras un error de Frías, hizo un 'hoyo' en la recepción local, que jugó con debilidad en ataque y el 4-7 tras un contraataque del palentino mandó el partido al 'parón' solicitado por Benavídez. Cuando Textil quiso reaccionar, con error arbitral a favor, Moisés Cézar cerró el debate por el centro (4-10).

Apareció Bakonji para continuar la presión ejercida por Víctor en el saque y Textil se deshilachó, con el continuo crecimiento en el juego en el ataque y en el marcador (6-12), con tiempo muerto local. No varió nada. El equipo almeriense aprovechó el K-1 para seguir su acercamiento al triunfo ante un Textil Santanderina empujando a base de trabajo y saque. Sin embargo, el equipo almeriense siguió acertando por punta para acercarse al segundo triunfo parcial (10-18), sin bajar la guardia. Víctor Rodríguez puso el triunfo a cuatro puntos con un saque directo y un ataque por dos (11-21). No bajó los brazos el equipo almeriense teniendo el triunfo tan cerca, que llegó en el segundo balón de set (14-25), con un ataque de Pau Delós.

Y la sinergia de buen rendimiento no se trabó con el cambio de set. El inicio del tercero marcó un buen trabajo en defensa y ataque para encontrar el modo de superar a un Textil Santanderina sin capacidad de encontrar por dónde provocar el error almeriense (1-4). Los almerienses continuaron haciendo daño, con buen trabajo en la construcción, lo que hizo que Marco Ferreira, sobre todo, encontrara ventaja para atacar con bloqueo de uno, y sumar punto a punto (5-9).

El equipo almeriense entró en fase de 'incertidumbre', provocada en gran medida por los 'recuerdos' y por un arbitraje que llegó a desquiciar a los dos equipos, que sí que acercó a los almerienses al triunfo por dos rojas –una para cada equipo–, pero que calmó ánimos (14-19).

Todo pasó por las manos de Unicaja Costa de Almería, los puntos propios y los de Textil Santanderina, ayudado por el error almeriense (16-23). Víctor Rodríguez puso el penúltimo para gozar de siete bolas de partido. No hizo falta nada más que uno porque Peemüller falló el ataque posterior y dio la victoria a los almerienses.

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