Víctor Fernández llega a Alemania con opciones de sumar un nuevo mundial

Recientemente, en la isla de Gran Canaria, tuvo lugar la segunda prueba que se celebró en la mítica playa de Pozo Izquierdo donde se han forjado grandes campeones del mundo. El almeriense siempre es favorito junto al alemán Philip Köster, ya que ambos han dominado esta prueba en la última década y pese a la gran cantera de windsurfistas que se consolidan como el natural relevo generacional, muchos de ellos nacionales), siguen demostrando que la veteranía es un grado a la hora de competir.

Víctor Fernández debutó en el año 2001, y con sus 38 años asegura que «cada vez que compito intento disfrutar al máximo, pues sé que estoy en la recta final de mi carrera, después de tantos años y tantos kilómetros recorridos alrededor del mundo sigo disfrutando de este deporte como el primer día, y ahora veo cómo los chicos que competían hace unos años en el mundial júnior que organizamos en mi centro de Almerimar están luchando por los primeros puestos y compitiendo contra mí. Estoy muy contento de que exista un relevo generacional, con muchísimo nivel, tanto en la modalidad masculina como femenina, con Marc Paré, Liam o Marino que son las grandes promesas nacionales, y espero que la PWA World Tour siga teniendo el apoyo suficiente de los sponsor para que se celebre durante muchos años».

En cuanto a la competición, como siempre, Pozo Izquierdo no deja indiferente a nadie, las buenas condiciones de viento y olas hacen que este deporte extremo tan vistoso como emocionante alcance un nivel de competición que atrae a miles de personas durante los días que se celebra.

La primera manga comenzó frente al francés Flechet (F-67) donde Víctor Fernández obtuvo la victoria cómodamente con un gran 'Double Forward' y una gran surfeada en la ola.

El siguiente competidor fue el japonés Takuma Sugi (J7) quién en la modalidad júnior ya demostró su valía ganando la prueba de Tenerife en 2018. En este caso Víctor Fernández (E42) tuvo que emplearse a fondo para pasar de manga, de nuevo su calidad surfeando la ola fue determinante para vencerle. En cuartos de final se enfrentó a otra de las grandes promesas nacionales, Liam Dunkerbeck (E11), el joven de tan solo 18 años que acabó siendo quinto en la general. Es el rider local de Pozo y comenzó su carrera con tan solo cinco años siendo campeón en categorías inferiores precisamente en la prueba de Gran Canaria.

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Una dura pugna, donde de nuevo la gran calidad en la olas del rider almeriense le permitió imponerse al rider local y avanzar a las semifinales donde le esperaba el venezolano Ricardo Campello (V111). En las 'semis', se volvían a enfrentar los mejores windsurfistas de la última década, la aparición en la prueba de las jóvenes promesas no fue suficiente para doblegar la clase del francés Thomas Traversa o el alemán Philip Köster, quién tuvo que emplearse para eliminar al catalán Marc Paré (E-334). En semifinales el venezolano volvió a caer frente a Víctor Fernández, después de una de las mangas más reñidas y con los mejores saltos del campeonato, el viento y las olas acompañaron para el espectáculo. De hecho, fue decisiva la última ola sobre la bocina, cuando el ejidense conectó su mejor ola con un espectacular FrontSide 360 que le mandó directo a la gran final.

Un sólido trabajo manga a manga que le llevó al podio un año más. Campello tuvo que conformarse con la tercera plaza tras doblegar al francés Traversa, en una gran manga donde el venezolano clavó un 'Double Forward' de 9.30 puntos, casi perfecto. Los grandes favoritos, Víctor Fernández y Köster, otra vez en una final desde 2017, y en Pozo donde ambos han ganado seis veces, la final más disputada de la última década que se fue del lado del alemán tras cuadrar un 'Double Forward' de 9.38 puntos y 6.9 metros de altura, logrando una puntuación de 18.13, frente a la gran puntuación en olas 6.7 y 8 en salto de Víctor que no logró encarar un gran salto, en unas condiciones muy difíciles.

La segunda eliminatoria es una especie de repesca en la que los windsurfistas tienen la oportunidad de remontar posiciones si se vence manga a manga a los oponentes, comenzando desde lo más bajo de la clasificación general. Y en esta ocasión fue el actual líder del mundial, el brasileño Marcilio Browne (BRA-105), campeón del mundo en 2013, quién consiguió remontar seis eliminatorias consecutivas para escalar hasta la segunda posición donde le arrebató al propio Víctor Fernández su plaza. El gran estado de forma, junto a las condiciones excepcionales para saltar y surfear, le impulsaron para llegar hasta la final, donde cayó frente a Köster quién consiguió mantener su victoria conseguida en la eliminatoria simple.

El ejidense indicó que «es mi decimosegunda final en Pozo Izquierdo, en 2006 fue la primera que gané, pero sigue siendo increíble volver a esta final después de dos años sin competir, sobre todo contra Philip y los mejores del mundo, como Browne quién navegó muy bien y no pude defender la segundo posición».

Fernández afirmó «encontrarse bien» para «intentar ir a por otro mundial» en la última prueba de Sylt, en Alemania. Además, confesó que seguirá viniendo a Pozo Izquierdo a navegar, «aunque me retire», pues es uno de sus spot favoritos. De hecho, cabe destacar que el rider andaluz comenzó su carrera profesional en esta playa en 2001, donde ha ganado hasta en seis ocasiones y se ha subido al podio en 12.

Al final, tercera posición para Víctor Fernández en una prueba donde nuevamente demostró porqué está considerado una leyenda de este deporte, demostrando su veteranía y clase mundial a los mandos de su tabla y vela de sus sponsors Fanatic y Duotone. Igualmente, cabe destacar que fue el que voló más alto, ya que hizo gala de su preciada experiencia para anotarse un salto de 8.9 metros de altura con el que se proclamaría merecedor del título del Red Bull Rockets.

Este premio especial al salto más alto realizado durante la competición, fue una de las grandes novedades y alicientes del evento. Para medir los saltos, la organización se sirvió de la app 'The Surfers', una tecnología específica basada en un GPS que se encargaría de medir la altura desde el agua hasta el punto más alto del salto. Tras el tercer puesto de Gran Canaria, el ejidense se coloca en tercera posición de la clasificación, por detrás del brasileño Marcilio Browne.