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En marzo paró todo y hasta febrero Unicaja Costa de Almería se había habituado a algún maratón de partidos y miles de kilómetros por sus compromisos en la vuelta a la competición europea, más la dura Copa del Rey de Mallorca con dos tie-breaks ... jugados en menos de 24 horas. Se sabe lo que es una semana de tres partidos y, encima, es justo lo que necesita un equipo que todavía se da a si mismo por 'en construcción'. Jugar, el fuego real, los rivales bien armados, sin concesiones, es lo que se necesita para crecer hasta la mejor versión, tránsito en el que se encuentra el grupo dirigido por Manolo Berenguel, si bien se puede decir que ya no es, ni por asomo, el mismo de un mes atrás. Ese es el tiempo transcurrido desde la Supercopa de España y que tan bien se ha aprovechado, mostrando además que hay 12 posibles titulares en la disciplina, capaces de cumplir sobre la pista las órdenes del técnico nijareño.
Y es que la jornada quinta de la fase regular de la Superliga ya supone un trecho que empieza a ser significativo y la parada es la más cercana posible para los ahorradores. Si el derbi –el auténtico derbi del voleibol español– frente a Río Duero Soria del próximo sábado se toma bajo el parámetro de la distancia, el de Unicaja Costa de Almería es el partido que le mide al CV Almoradí, club histórico y de enorme mérito por codearse y 'morder' en medio de una competición de presupuestos mucho más altos que el suyo.
De este modo, el respeto se eleva a la enésima potencia y se viaja con toda la cautela del mundo a tierras alicantinas. Se puede hacer en el día, ahorrar dinero, tiempo y cansancio, pero eso conlleva un riesgo que Manolo Berenguel tiene muy presente. Eso sí, tras las 28 horas de ida y vuelta a Boiro, ir de seguido a esta localidad alicantina se afronta mentalmente como 'un paseo'.
Lo que se sabe que no será tal es el partido, el primero que se disputa en miércoles de los cinco que el calendario tiene escritos para 'paliar' el aumento de clubes en la competición y los compromisos internacionales que tiene el mundo del voley –preeuropeos, preolímpicos... a los que la pandemia ha puesto contra las cuerdas–, con comienzo a las 20.00 horas en el Pabellón Mayte Andreu y el arbitraje de los valencianos Richard Martínez y Alejandro Sanabria, con público en el recinto, pero aforo limitado, a menos que las autoridades sanitarias dicten lo contrario en las horas previas a la disputa del choque. Siguiendo con el 'haber' de los blanquiverdes, todos sus hombres no sólo han jugado ya, sino que han sido vitales en las jornadas previas, repartiéndose el protagonismo. El ejemplo está en la pareja de los Jiménez –el alicantino Charly y el cubano Javi–, los dos receptores fueron claves en tierras gallegas para sumar la victoria, como previamente lo han sido jugadores como los también 'cuatros' Fran Iribarne o Marlon Palharini, sin que sean dos duetos inamovibles, sino que admiten con calidad todas las combinaciones de los cuatro receptores.
En el 'debe' del conjunto almeriense, ceder sets en los que no se termina de coger el ritmo, pero siempre sin menosprecio a los méritos del rival. En este caso, CV Almoradí no ha hecho todavía ni un set en su propio campo, con dos derrotas por 0-3 en las jornadas 1 y 3 ante el Melilla Sport Capital y precisamente Rotogal Boiro, el rival al que los blanquiverdes ganaron con problemas el pasado sábado, después de recibir un severo aviso en el primer juego del partido.
El conjunto alicantino ha tenido que disputar dos partidos lejos de su recinto habitual de juego, lo que le ha supuesto una victoria en casa del Barça Voley, de tres puntos, al ser rotunda, por 1-3, con Pablo Lorenzo como líder en anotación y siendo en la primera jornada del campeonato. Su otra salida fue más complicada, y de ella regresa, en Son Moix ante el intratable por el momento Uenergía Urbia Voley Palma. Discutió la segunda manga, pero no pudo ser. Precisamente los palmesanos están en la pelea con CV Teruel, pero el duelo directo entre ellos de anoche, se presenta, más allá del resultado, como una ocasión de aproximarse más a la cabeza, unido a los sendos aplazamientos de Guaguas por la incidencia de la Covid-19. Ya vio aplazado el partido de la pasada jornada ante ConectaBalear Manacor y el de hoy que debía disputar en la pista del Ibiza Ushuaïa.
Unicaja Costa de Almería, actualmente cuarto, ya sabe lo que pasó anoche en el templo balear y tiene que centrarse en el duelo de hoy ante un equipo hecho a imagen y semejanza de su jugador/entrenador, un mito de este deporte como Pedro Miralles Nyrelius. Guerreros, valientes, con calidad y ganas de defender con todo el que será su fortín, Almoradí y sus hombres se presentan como un adversario temible que tira obuses sin opuesto definido del todo, el mítico Pablo Lorenzo, el venezolano Eder Poletto o el dominicano García Toribio, que también ha sido recurso por cuatro. José Soteldo lleva la batuta y los galones, colocador también venezolano llegado de Textil Santanderina, mientras que por el centro se hace notar la presencia de José Vicente Cabrera, acompañado por Juan Serna. Regresa, después de varios años en Madrid, Ignacio García, líbero con mayor número de minutos en pista de los tres con los que los levantinos cuentan en nómina.
Titular fue en el estreno liguero y en la segunda jornada el punta Gabriel Jaunet, un joven francés recién llegado a las filas alicantinas. Además, y como la última pieza utilizada por un Pedro Miralles que bien aparece sobre pista o bien se mantiene en el banquillo, según las necesidades del juego de su equipo, está Antonio Ángel Castaño, hombre de la casa, líbero que tuvo mucho protagonismo en el partido disputado frente a Palma el sábado pasado. El resto de la plantilla almoradidense está compuesta por seis jugadores más que por ahora no han debutado en la temporada 2020/2021, los centrales Robert Assen, holandés y procedente Santo Domingo de Petrer, nada menos que las raíces de Charly Jiménez, y Jordán Illescas, el líbero Jaime Roca, el colocador Francisco Fernández y los receptores juveniles Gonzalo Meseguer y Mario Hernández. Bien por obligación o bien por pragmatismo, no hay un seis tipo habitual en los alicantinos salvo los centrales y el colocador, complicado estudio para Berenguel y versatilidad de un plantel contra el que sufrir, pero un anclaje vital en la escalada verde a cima.
El equipo almeriense viaja en el día, como se ha dicho, y dispuesto a seguir creciendo. Ya no hay dudas de la disponibilidad del receptor internacional cubano Javi Jiménez Scull, que en el partido del pasado sábado en Boiro apareció para dejar, con la precaución de sus meses de inactividad, la impronta de su capacidad para ser un líder en la pista. Sus diez puntos, con un 70% en recepción, y un 50% de acierto en ataque, suponen una buena noticia para el equipo, en el sentido de 'alistar' a un jugador con capacidad de asumir responsabilidades en ataque. Ahí se vio muy bien acompañado por Charly Jiménez, que se fue al 56% de efectividad, lo que supuso hacer 15 puntos en esa faceta, sin cometer ningún error y sin que consiguieran hacerle un bloqueo. No hay que olvidar, del mismo modo, los números de Miki Fornés y Jean Pascal Diedhiou, el primero con un 64% de efectividad, en ataque.
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