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Canteranos del club junto a Olga Durán, Noelia Rubio y Antonio Gómez Nieto, en primer plano. Clara Cerezo
Diez años velando por el baloncesto femenino en Granada
GmasB

Diez años velando por el baloncesto femenino en Granada

El club púrpura acaba de firmar el anhelado ascenso a la LF2, pero detrás de ese salto hay una gran estructura de cantera en el norte de la capital.

Domingo, 2 de junio 2024, 00:36

Desde hace una semana, una de las más hondas cicatrices del baloncesto granadino está en vías de curación. El dolor provocado por la caída a los infiernos –y posterior renuncia a competir, en noviembre de 2022– del Raca ha empezado a resolverse tras el ascenso a la Liga Femenina 2 del Reina Isabel GmasB, recuperando una plaza en categoría nacional para la canasta local.

Diez años cumple esta temporada un proyecto que apostó por el norte de la capital cuando no era sencillo y que ahora cuenta con 400 chavales repartidos en 34 equipos –19 de ellos, federados– para haberse convertido, pese a que cuenta con un buen número de equipos masculinos, en la punta de lanza del baloncesto femenino local. «Está siendo una aportación a nivel educativo, deportivo y social» subraya su presidente, Antonio Gómez Nieto, quien recuerda cómo «empezamos de cero en un barrio que ha crecido mucho» y presume de las «muchas generaciones» que ya han pasado por la entidad. Ahora, en pleno aniversario, el club púrpura alcanza al fin el viejo anhelo de la LF2, que se resistió en las dos temporadas previas. «Antes no fue un fracaso no subir porque esa era la semilla que ahora ha fructificado» cuenta el reputado entrenador, hoy en tareas directivas. «Hemos trabajado en silencio, mejor o peor, pero con un objetivo a largo plazo para que el baloncesto femenino no vaya hacia atrás y que los siguientes ascensos lleguen cuando sea, porque soñar no cuesta nada, pero con un proyecto sólido», desliza irónicamente.

Familia

Pero detrás de ese equipo que ahora emerge para cerrar una lacerante herida, existe un numeroso grupo de personas implicadas en un proyecto al que consideran casi algo familiar. Dos buenos ejemplos son Noelia Rubio y Olga Durán. Cordobesa y malagueña, llegaron por estudios a la ciudad y, desde hace siete y cuatro años respectivamente, forman parte tanto del primer equipo como de la estructura de cantera como entrenadoras. La primera, a punto de acabar Fisioterapia, dirige al cadete masculino, con el que se ha clasificado para el Campeonato de Andalucía, y también a otro equipo benjamín. Mientras, Durán hace lo propio con un infantil masculino, participante en los Juegos Deportivos Municipales.

«A veces cuesta, porque durante la semana entrenas tú y luego llevas a tus equipos y desde luego el fin de semana no tienes vida, vives por y para el baloncesto, en el rol que sea», aclara Rubio, capitana del Reina Isabel. «Yo soy de fuera y no he ido a mi casa prácticamente en todo el año», admite Durán, recién licenciada en Ciencias del Deporte, por ese 'overbooking' baloncestístico que es su día a día.

Pero a ninguna parece pesarle demasiado. «Desde que llegué a Granada, el club me ha ayudado mucho. Que tenga un presidente como Antonio Gómez Nieto, empeñado en que todo el mundo tenga un buen trato y en que todos nos conozcamos, es algo que llena mucho», valora la malagueña, a quien le pone «los pelos de punta» recordar «cómo los niños invadían la cancha tras cada partido de la fase de ascenso, para hacer el corro con nosotras». Por ello, la pívot seguirá al menos un año más en la ciudad. «Aprovecharé para hacer el Máster de profesorado... ¡Es que Granada engancha!», sonríe.

Igualmente, para Noelia Rubio el GmasB «es como una segunda familia, porque aunque es un club muy grande, es sorprendente cómo han conseguido que nos conozcamos todos, desde los más pequeños a nosotras». Por ello, afirma que es «un privilegio» formar parte del club. Y no oculta que, en su tercera fase de ascenso –igual que para Olga Durán–, sentía cierta obligación por lograr el salto de categoría. «A la primera llegas con ilusión, la segunda nos costó, pero esta vez ya había una responsabilidad por el gran esfuerzo que hace todo este club», asegura aliviada.

Y eso que todo empezó torcido, con derrota en el estreno ante el Mondragón vasco. «Sabíamos que era el partido más difícil, pero intentamos mantener la confianza, que la derrota sirviera para unirnos», recuerda la capitana, cuyo objetivo fue sobre todo «animar a 'las pequeñas' –Carmen Morales y Laura Martínez, aún en edad júnior–, que juegan muchos minutos y era a quienes les podía doler más». Al final, la veteranía fue un grado y el baloncesto femenino de Granada ya está donde debía. Como mínimo.

Noelia Rubio (d), Antonio Gómez Nieto y Olga Durán (i) . Clara Cerezo

Primeros pasos

Los primeros pasos del GmasB hacia la LF2 ya son un hecho, como confirma el presidente, Antonio Gómez Nieto. «Estamos ya pensando mucho, preparando lo básico y esperando el apoyo institucional», aunque la coincidencia con el Corpus no ha sido el mejor 'timing', especialmente en el último aspecto. En todo caso, el presidente púrpura está convencido de dar el paso. «Preocupación existe, pero no me pasa por mi imaginación no poder salir», zanja. El equipo granadino necesitará un presupuesto mínimo de unos 120.000 euros, el triple de lo que ha supuesto la temporada del ascenso. Y, en cuanto a la construcción de la plantilla, hay una hoja de ruta:«Queremos captar el máximo talento andaluz joven aprovechando que Granada es una ciudad universitaria», desvela Gómez Nieto, cuyo principal anhelo es «que la sociedad granadina aporte para que sea una ciudad de baloncesto masculino y femenino».

Mientras, conscientes de los cambios que habrá en el equipo por la mayor exigencia competitiva, Noelia Rubio y Olga Durán viven el momento con expectación. «Me encantaría seguir porque siento el club como mi casa», avanza la capitana, consciente de lo crucial de este verano. «Las jugadoras hemos hecho algo muy difícil y ahora le toca al club con algo igual o más, que es salir en la LF2 sin estar pensando permanentemente en qué pasara con la economía el mes que viene», recuerda. Por su parte, la pívot, dentro de la «incertidumbre» sobre su futuro papel, asegura «confiar en las decisiones del club para poder disfrutar de algo que ha costado tanto». Y es que viene un reto precioso por delante.

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