Más de 800 personas corren por la Universidad en Granada

Los ganadores fueron David Sánchez (Delsur) y Noelia Valenzuela (Unicaja), con marcas de 33:07 y 37:20. Sánchez fue perseguido de manera frenética por Francisco Javier Fernández (Agustinos) durante el último kilómetro hasta quedarse a un solo segundo, con Lorenzo Blugli (Dinamo Sport) tras ellos con 33:16, mientras que Valenzuela sí gozó de una amplia ventaja sobre la segunda mujer, Ana Gay (Olimpo-Dr. Bike), de más de tres minutos al terminar esta con 40:42 solo tres segundos por delante de Laura García (Granada Joven).

Tanto David Sánchez como Noelia Valenzuela llevaban años sin correrla. «Creo que la hice por última vez en 2016, porque dejé el atletismo y no volví hasta el año pasado, y sabía el recorrido que tenía más o menos. Fuimos tirando varios, alternando, y a partir del cuarto empecé a tirar yo hacia abajo pero Germán (Maldonado; Granada Joven) me dio un cambio y se fue 100 metros. Miré si los demás se iban a por él y le di alcance a falta de dos kilómetros. En el último fui a fuego con Francisco Javier y terminé reventado porque no podía ya más», describió el ganador masculino. «No la recordaba tan dura. No me gusta mirar hacia atrás pero lo escuchaba y no me lo creía. Terminé agónico. Si dura 100 metros más, igual me caigo antes de la meta. Correr en casa siempre gusta, aunque pensaba que iba a ir mejor y que no me costaría tanto», admitió Sánchez.

Sí terminó más tranquila Noelia Valenzuela. «Fue una carrera muy bonita aunque también es dura, sobre todo al principio. No recordaba que Granada tenía tantas cuestas», reflejó, aun así. «Está muy bien planteada. Ya no es por la marca sino por la gente que anima, que es lo mejor de todo. Cuando te faltan las fuerzas, el público te eleva. Conoces a un montón de gente. Si no fuese por todos los que nos reunimos en las carreras populares... es un placer correr en la capital», agradeció. Quiso dedicar el triunfo a su entrenador, Jesús Montiel, presente tanto en la salida como en la meta: «Correr aquí me recuerda a mis orígenes, porque salí para estudiar, pero Jesús me acogió y fue el único que vio en mí margen de mejora. Vamos de la mano. Si lo dejo, será de su mano. No es solo un buen entrenador sino una buena persona y un buen amigo, porque también hace de psicólogo. No sé lo que vería en mí, porque yo corría hacia atrás en vez de hacia delante, pero siempre digo que tienes que quedarte con quienes confían en ti cuando los demás no ven nada».