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María José Bohorquez entrena al 'ultimate frisbee', un fútbol americano con disco en vez de con pelota. IDEAL
Campeonas | Descubriendo el ultimate frisbee

Descubriendo el ultimate frisbee

María José Bohorquez es jugadora de mundiales, una de las entrenadoras del equipo nazarí Granayd Ultimate Frisbee en el campo de césped artificial de Fuentenueva

carolina palma

Granada

Jueves, 27 de febrero 2020, 20:16

«Hay un deporte que te va a encantar», le dijo David Tortosa a su pareja, María José Bohorquez. Y ella, con una fe casi ciega, decidió buscar un equipo en su ciudad para probarlo. Se trataba del Ultimate Frisbee, un deporte original de los Estados Unidos y casi desconocido e España. Al menos, para María José y su novio, lo fue hasta aquel momento. Ella, en aquel entonces, vivía en Cáceres, ciudad originaria de su padre y de adopción para su madre, proveniente de Ecuador, donde ella también había nacido. Mientras que David se encontraba en Granada, de donde es natural. El mismo había descubierto el deporte por una compañera de la universidad cuyo novio vivía en el país norteamericano, y al jugarlo se acordó de María José, que en aquel entonces aún seguía practicando atletismo, deporte que sentía suyo desde los 16 años. Había pasado ya una década desde que comenzara a correr en las pistas, y su especialidad pasó de ser el salto de vallas a los 200 metros lisos. Podría decirse, por lo tanto, que la joven extremeña estaba curtida ya en velocidad y saltos, cualidades físicas que le sirvieron de perlas al llegar a practicar por primera vez el deporte de disco.

De 'pachangas' a torneos

Tras una búsqueda exhaustiva, María José se topó al fin con un grupo de ultimate frisbee en Cáceres. Sin embargo, solo «jugaban en plan pachanga partidos sin entrenamientos», así que con ellos «no llegué a aprender el deporte ni sus reglas, solo lo practicaba», recuerda. Algo que, de todos modos, resultó ser suficiente para darle la razón a su pareja. A María José le encantaba aquel deporte. De hecho, no pasó mucho tiempo hasta que empezara a asistir a competiciones y torneos por libre o junto al equipo de Granada. Con ellos y con los de Sevilla hacía de vez en cuando también coalición para seguir compitiendo.

Así, poco a poco, María José fue curtiéndose en el arte del disco, y llegó a introducirse en el mundo del frisbee tanto que pronto comenzó a asistir a pruebas realizadas por la selección nacional para formar equipo. Primero se presentó en la categoría femenino máster, y estrenó la camiseta de la española en el campeonato europeo de césped de Copenhague, en 2015. En 2016 repitió jugada, esta vez con la selección absoluta mixta, en los mundiales de Londres; y en 2017, en los de playa con la selección mixta máster. Finalmente, el año pasado, logró ganar su primera medalla como parte del equipo nacional con la femenina absoluta en los europeos de playa, en los que únicamente perdieron contra Rusia, haciéndose con el segundo puesto de la competición.

Es como una variante del fútbol americano jugada con disco en lugar de con pelota

Desde que comenzó con el disco, María José no solo ha pasado de jugar «pachangueos» a hacerse con mundiales. Junto a algunas de sus compañeras, ha logrado también formar diversos equipos de competición con los que llegar a disputarse también los nacionales. Desde el que dejara en Extremadura, que «sigo entrenando vía whatsapp, mandando vídeos de las sesiones a llevar a cabo», hasta el que capitanea junto a su pareja actualmente en Granada, el Granayd Ultimate Frisbee, junto al que entrena semanalmente en el campo de césped artificial de Fuentenueva desde el pasado fin de año, que decidiera hacer de la ciudad nazarí su lugar de residencia.

Además de todo ello, se encuentran Las Sureñas, una alineación exclusivamente de féminas que mezcla a las jugadoras de las formaciones existentes en Málaga, Sevilla, Granada y Extremadura para completar un equipo con el que asistir a las competiciones oficiales. Al mismo se sumó siendo ella aún principiante, y no ha parado hasta lograr al fin convertirse en uno de los principales motores actuales.

El juego más justo

Para los poco entendidos del juego, y observado a simple primera vista, el deporte conocido como ultimate frisbee podría describirse como una variante del fútbol americano jugada con disco en vez de con pelota.

Sin embargo, el juego de origen norteamericano es mucho más completo de los que pudiera llegar a aparentar. Tanto que, según la jugadora internacional afincada en Granada María José Bohorquez, una de las capitanas del equipo de la ciudad, «lo realmente complicado es tenerlo todo: la destreza técnica, la forma física, la visión de juego y el conocimiento de las reglas». Este último punto, que podría parecer casi una obviedad insignificante, en el deporte de disco es uno de los más importantes, pues se trata de un juego «autoarbitrado». El que los jugadores sepan perfectamente las reglas agiliza la resolución de problemas. De hecho, si dos jugadores se ven envueltos en una disputa, tienen tan solo 15 segundos para encontrar la solución discutiendo. «Una discusión de más de 30 segundos es penalizable», añade la jugadora. Para hacer el juego más justo y recto, si cabe, al finalizar cada partido ambos equipos deben rellenar un formulario valorando el espíritu de juego de los contrarios, completando cinco puntos básicos: –el ya mencionado– conocimiento y uso de reglas, las faltas y el contacto físico –que está totalmente prohibido–, la imparcialidad –a la hora de resolver un conflicto o admitir una falta en el choque–, la actitud positiva y el auto control y, por último, la comunicación fluida con el equipo contrario.

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