A. AGUILAR
Campeonas

La granadina que estuvo levantando pesas unas horas antes de dar a luz

Cristina Cegrí, que es dueña junto a su marido del Box Bulls Factory, uno de los más importantes de la ciudad, no dejó de entrenar crossfit incluso durante el embarazo: «Fue la mejor época de mi vida»

CAROLINA PALMA

Jueves, 25 de julio 2019, 18:35

Se levantó temprano, como cada día, y comenzó su entrenamiento rutinario a las 9.30 horas, según acostumbraba. Kettlebell, sentadillas, levantamiento de hasta 24 kilos. Lo típico para Cristina Cegrí, que llevaba practicando crossfit de alta intensidad desde hacía ya casi cinco años. ... El problema es que ese día, algo iba a suceder en el cuerpo de Cristina, que se encontraba totalmente fuera de su rutina. «Comenzó como un dolor de regla en la zona de los riñones», recuerda. Tenía que sentarse de vez en cuando entre ejercicio y ejercicio para respirar hondo a causa del «dolorcillo que sentía» pero, dada la intensidad a la que solía entrenarse, pensó que sería resultado de los ejercicios que estaba realizando. «De pronto me dio un calambre, y noté algo raro. Sabía que algo estaba pasando», afirma. Pero se encontraba bien, y decidió continuar hasta terminar su entreno. No fue hasta que dejó el gimnasio para ir a comprar el almuerzo, que el dolor aumentó hasta tal punto que ella ya no pudo negarlo: estaba teniendo contracciones, se había puesto de parto.

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Cristina Cegrí se enteró de que estaba embarazada, el embrión ya llevaba en su vientre dos meses. Dos meses en los que Cristina no dejó de hacer crossfit, a pesar de la dureza del mismo

Cuando Cristina Cegrí se enteró de que estaba embarazada, el embrión ya llevaba en su vientre dos meses. Dos meses en los que Cristina no dejó de hacer crossfit, a pesar de la dureza del mismo. Ella no tenía ni idea de la existencia del que sería su bebé, por lo que no dejó de vivir su día a día con la normalidad de una mujer que no ha de preocuparse por la supervivencia de otra vida sino de la propia. Pero Cristina ya era madre mientras levantaba pesas de decenas de kilos y competía en campeonatos de RX de su disciplina, la modalidad de mayor dureza.

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Imagen. Cristina Zegri y su hija: un entrenamiento de crossfit peculiar . ALFREDO AGUILAR

Ella ya era madre, y no lo sabía. Al enterarse de la existencia de la que iba a ser su primera hija, Cristina movió cielo y tierra para buscar a los profesionales que la ayudaran a seguir entrenando aún durante el embarazo, de manera segura tanto para el bebé como para ella. Su vida era, obviamente y en primer lugar, su familia; pero después de esta, se encontraba el deporte.

La escalada

El deporte le había unido más a su marido cuando ella era solo una estudiante de Relaciones Laborales y no tenía ni idea de en qué consistía realmente hacer ejercicio. El mismo por el que empezó haciendo escalada y pasó pronto al crossfit, dejando de lado su idea de poner una oficina de seguros para ganarse la vida, y mucho antes de que tal disciplina fuera realmente conocida en España. Actividad que le da de comer ahora, siendo dueña junto a su marido de uno de los Box más importantes de la ciudad, el Box Bulls Factory en Churriana de la Vega, que pasó de 30 a 300 socios en el transcurso de unos escasos cinco años. El deporte es su vida y, si existía una mínima oportunidad de seguir practicándolo durante los siete meses de embarazo que le quedaran sin poner en peligro su vida ni la de su futura hija, Cristina iba a encontrarla.

Cristina movió cielo y tierra para buscar a los profesionales que la ayudaran a seguir entrenando aún durante el embarazo, de manera segura tanto para el bebé como para ella

«Tuve la suerte de dar con un cliente que me comentó sobre un estudio que realizaban unos compañeros suyos de la Universidad de Granada (UGR) en cuanto al deporte y el embarazo, y me ofrecieron formar parte».

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«Intentaban demostrar, y demostraron, que el deporte en embarazadas es algo positivo, que no estamos enfermas, sino en otro estado»

El grupo de estudiosos estaba compuesto por profesionales tales como una ginecóloga, un profesor de la UGR y una profesora de educación física, también embarazada. «Intentaban demostrar, y demostraron, que el deporte en embarazadas es algo positivo, que no estamos enfermas, sino en otro estado», aclara y añade que con ellos «me sentía confiada, me vigilaban constantemente y cuidaban que todo saliera bien. Había cosas que no podía hacer y las evitaba, pero en cuanto al resto del cuerpo, no solo seguí entrenando a la misma intensidad, sino que llegué hasta a subir el nivel de mis entrenamientos», afirma. Al quinto mes, de hecho, ya estaba compitiendo.

La mejor época

«El embarazo fue la mejor época de mi vida», declara con una sonrisa, e incluye en esta afirmación su parto, que fue «rápido, sin anestesia ni puntos. Claro que el entrenamiento y los masajes perineales tuvieron mucho que ver».

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Su hija nació sin ningún problema y el post parto fue también de lo más sencillo, pues «me había entrenado para parir». De hecho, al mes de haber dado a luz, quedó segunda en una competición en la que «entre descanso y descanso, le daba el pecho a mi hija». A la pequeña, por cierto, la llamaron Victoria.

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