Le costó derribar la puerta de la ACB, pero Ferran Bassas (Badalona, 29 de abril de 1992) cumple con esta su séptima campaña en la elite nacional. Lo hace en el Gran Canaria, después de que 'su' Joventut le cerrara por sorpresa las puertas durante el verano. Hoy se enfrentará a un Covirán que está de moda y en el que se ve reflejado, con razón, en los dos bases nacionales de la plantilla rojinegra.
–En primer lugar, me sorprende hacerle esta entrevista como jugador del Gran Canaria.
–La verdad es que antes de acabar la temporada pasada no lo hubiera imaginado. Pero es cierto que cuando acabamos empezaron a salir rumores sobre ello y finalmente el Joventut me comunicó una idea de equipo en la que no contaban mucho conmigo. Estoy contento de haber acabado en Gran Canaria, porque es un gran club con mucha ambición por estar arriba y conseguir algún título. A eso he venido.
–¿Su pasado en Tenerife le hizo dudar de este paso hacia la isla vecina?
–A ver, es un club al que tengo mucho cariño, también a la isla. Y de primeras dije 'uy, a lo mejor no sienta esto muy bien allí'. Pero bueno, es algo que pasa continuamente en el baloncesto. Otros jugadores lo han hecho antes. Y la rivalidad entre ambos es muy sana, creo que no hay ningún problema.
–¿Cómo lleva que su entrenador, Jaka Lakovic, fuera base como usted?
–Da tranquilidad de conocer mucho al jugador. El trato con nosotros es muy bueno y sabe adelantarte a muchas situaciones que él haya podido vivir antes. Y luego, durante los partidos, nos ayuda a mucho tanto a mi como a Albicy para manejarlos. La comunicación es muy fluida y más rápida que con otro entrenador que no haya sido base.
–Pero quizá es más divertido tener a un ex jugador como Sitapha Savane de presidente. ¿Se porta bien con las primas?
–¡Le apretaremos seguro, creo que lo tiene claro! Pero fuera coñas, el trato es muy próximo con el equipo. Entra mucho al vestuario y está pendiente de ayudar con cualquier cosa que necesitemos. Al jugador le gusta esta proximidad con la directiva.
–Se fueron el sábado de Gran Canaria con destino a Lugo y volvieron el jueves tras jugar en Grecia. ¿Les afectará ante el Covirán?
–Seguramente ellos habrán preparado un poco más el partido. Pero es algo a lo que estamos acostumbrados y no es algo que podamos poner como excusa. Creo que lo que más afecta es el cansancio, pero no tanto la preparación del partido. Al final todos vemos los otros partidos, estamos pendientes y aunque solo hayamos hecho un entrenamiento, llevamos un tiempo hablando. No hay excusa.
–Se habla también del saque rápido, que el Covirán explota mucho. Ustedes juegan con él en ACB,pero no en Eurocup. ¿Trastoca eso mucho al entrenar?
–En pretemporada lo entrenábamos e hicimos varios ejercicios para ello. Ahora ya queda un poco olvidado y queda más en la pillería de cada jugador para sacar ventajas. A mí al menos, cuando juego en Eurocup, cambio el chip y no he pensado en sacar rápido, aunque no me extrañaría que a alguno le pasara.
–¿Qué le parece el Covirán?
–Sobre todo llama la atención el alto ritmo de juego que tienen. Siempre intentan ir al contraataque y sacar puntos fáciles. Parar eso será una de las claves del partido. Y luego me ha sorprendido la facilidad con la que están aportando jugadores que no habían estado antes en ACB. La verdad es que están siendo un equipo bonito de ver jugar.
–Déjeme preguntarle por Lluís Costa y Christian Díaz. Usted es un poco su espejo: el base nacional fogueado en LEBque acaba derribando la puerta de la ACB. ¿Cómo les ve?
–Esto es algo que he dicho mucho en entrevistas en los últimos años. Hay mucho jugador nacional en LEBcon nivel para jugar en ACB. Lo que necesitan es la confianza y la oportunidad de un equipo que apueste por ellos y les dé minutos para demostrarlo. Ambos están demostrando la calidad que tiene. Nos conocemos de toda la vida, porque hemos jugado mucho, tanto en categorías inferiores como en la LEB cuando yo jugaba en Oviedo. Ya sabía la calidad que tenían, otra cosa es que tuvieran esa oportunidad. Granada ahora es el sitio ideal para ellos, tras haber subido y siguiendo con el mismo entrenador. Me alegra mucho el nivel que los dos están demostrando.
–En su caso, ¿dónde estuvo la clave para romper esa barrera desde la LEB hasta la elite?A usted le fichó Tenerife, no tuvo que ascender.
–Había hecho algunas temporadas buenas en Oviedo y Tenerife buscaba un segundo o tercer base nacional que diera descanso a Rodrigo San Miguel. También testaba Davin White, como 'combo'. Me colé ahí como pude (sonríe) y tenía claro que no tendría muchos minutos. Pero poco a poco, con Txus Vidorreta, que había venido a verme a Oviedo varias veces, encontré un sitio. Estoy muy contento de que me diera aquella oportunidad, evidentemente.
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