Ante el 'bendito problema' de ajustar los roles con el fichaje de Will Barton

La llegada del exjugador de Denver Nuggets, Portland Trail Blazers, Toronto Raptors y Washington Wizards le sitúa como el nombre con mayor caché que haya defendido al club granadino. Según datos oficiales, en sus doce temporadas en la NBA, Barton ganó algo más de 81 millones de dólares brutos por la práctica del baloncesto, cifra muy superior a los 33 que ingresó el brasileño Cristiano Felicio en su extenso periplo en los Chicago Bulls. La lógica dice, pues, que el estadounidense debería suponer un salto de calidad para la rotación del Covirán, al ser un jugador que, en la mejor liga del mundo, fue muy importante en sus equipos tanto en ataque –llegó a promediar 15'7 puntos en la temporada 2017/18– como en defensa, donde fue uno de los líderes del proceso iniciado por los Nuggets hasta convertirse en los vigentes poseedores del anillo.

Sin embargo, la cautela con este tipo de adquisiciones es una buena aliada. Ni es garantía de éxito su periplo en la NBA ni tampoco se debe pensar todo lo contrario por la inactividad de quien no compite oficialmente desde mayo. Hay casos en ambos sentidos a lo largo de la historia, siendo el más reciente el del fichaje de Jabari Parker por el Barça esta temporada. Tras casi dos años sin jugar por múltiples problemas de rodilla, el ala-pívot es ahora mismo uno de los puntales del equipo azulgrana, yendo claramente de menos a más. En ese sentido, sí parece claro que Barton puede requerir un tiempo de adaptación al baloncesto FIBA, donde Granada será su primera experiencia. Pero este no puede ser excesivo, toda vez que al presente curso apenas le quedan nueve jornadas para acabar.

Además, la integración de Barton va a requerir de ciertos ajustes. En primer lugar, al contar desde ya con trece fichas profesionales, Pablo Pin deberá hacer convocatorias siempre que no haya lesionados, lo que dejará a algún miembro de la plantilla sin jugar. También obligará a modificar la rotación, siendo especialmente intrigante qué pasará con un David Kramer que, tras el parón por la Copa y sin Joe Thomasson, está jugando, como escolta, a su mejor nivel. El '2' es el puesto natural de Barton, a priori mejor manejador de balón que el alemán, lo que debería permitirle ayudar a Lluís Costa y Jonathan Rousselle en la creación de juego, desplazando por momentos a Kramer al '3'. Sin embargo, Pin dejó claro que le gustaría seguir usando al alemán de escolta. Son incógnitas que se empezarán a resolver el sábado (18 horas) en el derbi andaluz ante el Unicaja.