Ante el reto de recobrar la identidad

Para poder ganar a un conjunto como el maño, el Covirán necesita, como poco, recobrar una esencia un tanto perdida en los últimos partidos, especialmente en la visita a Valencia, donde pese a la entidad del rival, no se puede obviar que el equipo granadino mostró una cara poco competitiva en cuanto sufrió el primer revés, aún en el primer cuarto.

Hay algunas facetas en las que ese paso adelante será especialmente necesario, principalmente la defensiva. No en vano, el Casademont es el segundo equipo que más anota de toda la competición, solo por detrás del Valencia Basket, con una media de 91'06 de media por partido. Y lo cierto es que el Covirán ha empeorado sus registros durante el exigente y poco exitoso periplo navideño, tal y como reflejan los números: en la jornada 13 el equipo de Pablo Pin era la tercera mejor defensa de la Liga Endesa (80'8 puntos encajados), pero tras recibir ante UCAM, Gran Canaria, Real Madrid y Valencia un promedio de 95'75 tantos, ahora es el séptimo en cuanto a puntos concedidos, con un media actualizada de 84'5. A ello han contribuido, claro, los 120 tantos del Valencia, pero también los 95 que sumó el 'Granca' en el Zaidín.

También el rebote ha sido un problema reciente para los intereses rojinegros, especialmente sangrante y decisivo contra el Real Madrid, que con sus 18 capturas en el tablero del Covirán cimentó su remontada en el Palacio de los Deportes. Apenas unos días después, Valencia Basket se fue hasta los 17, otro exceso. Mejor estuvo el equipo granadino en dicho aspecto ante UCAM y Gran Canaria (8 y 6 capturas ofensivas, respectivamente), pero no hace tanto también sufrió los 13 del Hiopos Lleida, decisivos en el duelo en el Barris Nord.

Defensa y rebote siempre han sido una obsesión para Pin. Al Covirán le toca volver a rendir ahí ante un equipo que anota mucho.