Badalona como escenario de un nuevo 'déjà vu' rojinegro

Trató de imponer el Covirán un ritmo frenético desde el inicio, buscando castigar a una plantilla veterana, con alguna baja relevante como la de Pau Ribas y Guillem Vives, y con interiores grandes pero poco amigos de la batalla física, pero el desacierto perimetral rojinegro –4 de 14 triples al descanso– no permitió un escenario tan propicio como el sucedido hace unas semanas en el Palacio de los Deportes, cuando la hoja de ruta de Pablo Pin fue muy similar y funcionó.

El primer 'apagón' llegó tras el descanso, pero entre Valtonen y Bamforth lo limaron. Llegó a creérselo el Covirán y con razón (67-70), en momentos en los que Clavell, que sigue sin meter de fuera, encontró penetrando la forma de justificar su presencia en la cancha, por encima de sus reiteradas lagunas defensivas.

Pero de pronto, cortocircuito y el mayor temor de Pin sobre la mesa. 13-0 en tres minutos hasta un esclarecedor 87-72. Van demasiados ya y están costando derrotas. Para colmo de males, Girona tumbó al Unicaja. El Covirán vuelve a caer al descenso.