Bropleh acabó luciéndose en su partido más difícil

Seguramente cuando Thomas Bropleh dejó Granada en 2022 con destino a Japón, nadie pensaba que acabaría siendo rival de un Covirán en el que pasó tres temporadas entre la LEB Oro y la Liga Endesa. Por ello, la visita rojinegra al Barris Nord era especial para el norteamericano con pasaporte liberiano, aunque todo se le torció a principios de semana, cuando conoció el fallecimiento en accidente de tráfico de uno de sus mejores amigos. De pronto, perdió completamente el foco sobre el partido ante su antiguo equipo. Faltó a alguna sesión de entrenamiento con el Hiopos Lleida e incluso el club pensó que no era imposible que se marchara a su país, lo que hubiera sido incompatible con jugar frente al Covirán.

Finalmente, se incorporó al trabajo de grupo y estuvo disponible en un partido de importancia capital para la permanencia. Entró desde el banquillo, frío como el resto de sus compañeros ante un rival con mejor puesta en escena. Su primera canasta no llegó hasta mitad del segundo periodo pero se encendió en un parcial de 25-1 que cambió las tornas, en una de esas rachas que tan bien conoce la afición rojinegra. No quiso ser muy expresivo, seguramente por respeto a su anterior equipo y su amigo fallecido, pero acabó siendo, con 22 puntos, un tormento.