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Jose Manuel Puertas
Granada
Martes, 12 de abril 2022, 00:39
El rictus de Pablo Pin en la rueda de prensa tras el enorme triunfo del Covirán en el Wizink Center no era precisamente el de quien se sabe campeón. Mientras en los pasillos del magnífico pabellón se escuchaban los gritos que llegaban del vestuario rojinegro, ... su entrenador zanjaba cualquier euforia ante los medios de comunicación.
«La LEB Oro empieza ahora porque nos llegan equipos que se están jugando muchísimo y arranca una parte muy complicada en la que tenemos que estar muy concentrados en el día a día para poder seguir nuestro camino», subrayó Pin, al mismo tiempo que a escasos metros de allí, más de un centenar de granadinos esperaban entre vítores a la salida del equipo que había hecho historia tumbando en su propia casa a un gigante nacional como el Estudiantes.
Pocos minutos después, en el viaje de vuelta del grueso de los seguidores rojinegros, las cábalas y los sueños tenían rienda suelta. «¿Contra quién juega Estudiantes el próximo?», se escuchaba. «¿Contra Coruña? Pues como ganemos los dos que vienen en casa y ellos pierdan ese...», no tardaba en elucubrarse. Qué sería de un buen aficionado que se precie sin su dosis de cuentas de la lechera.
Pero precisamente de ello es de lo que busca huir el Covirán, al que le toca afrontar un escenario nunca antes visto. Si en el mundo del tenis siempre se dice que lo más difícil –especialmente para los jugadores de menor ránking– es 'atar' los partidos, el equipo granadino tiene en sus manos un 'match-ball' que le va a exigir durante el próximo mes y medio la misma madurez que el domingo mostró en el Wizink. Psicológicamente será duro. El «este año ya no se puede escapar» ya es vox pópuli. Por eso la Liga empieza ahora, Pin dixit. Lo más difícil. Quizá lo más bonito.
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