El Covirán afronta un durísimo enero con la ambición de hacer historia

Se trata sin duda de un momento importante del campeonato que el Covirán arranca fuera de los puestos de descenso a la Primera FEB, pero igualado a cuatro victorias con el Río Breogán, primer equipo que descendería actualmente. Son citas ante rivales tan o más necesitados que el equipo granadino al coincidir con las fechas en las que se deciden los participantes en la Copa del Rey y, también los cabezas de serie en la misma, lo que hará que todos los oponentes del Covirán estén 'necesitados' cuando les toque medirse a las huestes de Pablo Pin.

Sin embargo, dentro de la dificultad que entraña el calendario en este mes de enero, también se observa una oportunidad que el equipo granadino quiere aprovechar, al ser tres de los próximos cuatro compromisos en un Palacio de los Deportes donde el Covirán ha de hacerse fuerte para cimentar la que sería su tercera permanencia en la Liga Endesa. En ese sentido, Scott Bamforth mostró esta semana en IDEALsu optimismo en que el cuadro rojinegro será capaz de sacar algunos triunfos en casa en esta serie de encuentros, lo que le serviría sin duda para afrontar la segunda vuelta de la competición en una situación razonablemente buena. No en vano, los de Pin incluso firmarían la mejor primera vuelta de su historia en la elite en caso de sumar dos victorias en los cuatro duelos restantes, toda vez que, en las dos temporadas precedentes, concluyeron con 5 triunfos y 12 derrotas.

He ahí el reto para un Covirán que, hasta el momento, ha sido un 'martillo pilón' ante rivales de la zona baja pero que, del resto de la clasificación, solo ha logrado 'tumbar' al Joventut. Probablemente, buena parte de las opciones de permanencia pasen por el necesario salto de calidad de los rojinegros en duelos ante rivales que le preceden en la clasificación, especialmente en la ciudad de la Alhambra.

Comenzando por 'Granca' y Casademont, que nunca ganaron al Covirán a domicilio, o incluso por un Real Madrid que jugará en Granada 48 horas después de en Vitoria, los de Pin quieren dar el callo y, de paso, hacer historia.