Aprendiendo a vivir sin una referencia en la pintura rojinegra

En los dos ejercicios pasados, la presencia en el plantel de Cristiano Felicio permitía al equipo rojinegro contar con una clara referencia interior en el juego ofensivo. Un 'ancla' sobre la que giraban buena parte de los sistemas del técnico granadino y que, pese a los altibajos del brasileño, era un factor capaz de condiciona partidos, dado el voluminoso físico del de Pouso Alegre y su calidad de cara al aro rival.

Pero ese Covirán ya no existe más. La mayor presencia interior corresponde a Rubén Guerrero y sus 213 centímetros, pero el malagueño, aunque actuará como titular a buen seguro en algunos partidos, es un jugador de limitadas capacidades ofensivas y no cabe esperar de él una alta anotación. De hecho, en el Palau Blaugrana, tan solo lanzó una vez en los casi 22 minutos que Pablo Pin le concedió sobre la cancha.

Fue solo una muestra del poco uso que los pívots granadinos le dieron a la zona. No en vano, el resto de la batería interior rojinegra tampoco se prodigó demasiado en posiciones cercanas al aro culé: siete lanzamientos en total, a repartir entre Jacob Wiley (1/3), Amine Noua (1/1), Iván Aurrecoechea (1/2) y Edgar Vicedo (0/1). Además, los del estadounidense llegaron en su acción predilecta, penetrando desde el poste alto tras continuar en un bloqueo directo, no recibiendo en la pintura. En resumidas cuentas, y pese a que hay que poner en contexto que el rival del Covirán era un Barça con enorme presencia física y necesitado además de dar una buena imagen en su estreno como local tras su mal ejercicio pasado y su eliminación en la Supercopa a manos del Real Madrid, dichos registros ratifican que el equipo granadino adolece de una referencia interior importante, hecho que en algunos momentos del curso puede añorarse.

Hay un dato curioso de hecho en los registros firmados por la escuadra rojinegra el pasado domingo. Y es que sus mayores amenazas en la pintura fueron dos exteriores como Sergi García (3/3) y Scott Bamforth (3/6), lo que radiografía que el Covirán fue más peligroso penetrando con sus 'pequeños' que ganando la posición con sus jugadores más voluminosos. De entre los interiores, el más destacado fue el francés Amine Noua –12 puntos–, pero seis de sus siete lanzamientos a canasta llegaron desde el perímetro. Lo dicho, el nuevo Covirán deja algunas pistas.