El Covirán, en busca de la sorpresa en pleno subidón

Los únicos cambios en el rival alavés, en relación con el equipo que ganó en el Palacio durante la primera vuelta, son Dusko Ivanovic, sustituto de Joan Penarroya en el banquillo, y el base italiano Nico Mannion, que no cuajó y fue reemplazado por Jordan Theodore, con pasaporte de Macedonia del Norte.

La plantilla granadina se encuentra al completo y en buen estado físico, y tras cumplir una de las pocas semanas en las que el entrenador Pablo Pin ha podido contar con todos sus jugadores. De cara al duelo contra los vitorianos y para el resto de la temporada, el técnico nazarí trasmitió a sus hombres la necesidad de «nunca confiarnos». «No hemos hecho nada. Hay que seguir en la lucha hasta el final, que será cuando se resuelva todo como el año pasado, entrenar igual o mejor y seguir trabajando».

Pin aludió a la respuesta de Jacob Wiley frente al Surne Bilbao y en concreto a la garra que pone. Dijo que «es una alegría ver a Jacob tirarse al suelo a por un balón, ese es el tipo de energía que necesitamos, numéricamente no hizo un gran partido ante el Bilbao, pero sí transmitió esa intensidad, también lo hace en los entrenamientos, nos da mucho y despierta cosas en otros jugadores que ya sacan y quizás tenían guardas en el armario, no es solo el esfuerzo con el que se emplea, es lo que anima a los compañeros y al público, porque pone tapones, influye en tareas y cambios de defensas».

Pin, además de elogiar el rápido rendimiento de Wiley, se refirió, asimismo, a la progresión del senegalés Malik Dime, también de gran ayuda en la pintura. «A la gente hay que darle tiempo y no esperar más de lo normal, se ficha a alguien y queremos que nos dé 20 puntos y 10 rebotes, y eso es imposible, si todos lo hicieran meteríamos 240 puntos, eso es bastante complicado. Cada jugador tiene su rol y Malik asumió el suyo desde el primer momento, sabe cuál es, le pedimos más energía y no pudo darla antes porque acababa de llegar, pero ahora sí, necesita tiempo, ya aporta intimidación. Junto a Jacob forma una pareja muy física, siendo así de los mejores quintetos defensivos que tenemos en la actualidad, requería ese margen de paciencia y confianza, lo hace muy bien, se le ve implicado con el proyecto, también anota y ahora está más en forma».

Pin precisó que los pívots Jacob Wiley y Cristiano Felicio juntos en la pista es una fórmula que le gusta, «por la presencia que nos da». «Esos fueron los minutos que mejor jugó Felicio frente al Bilbao. Ahora tenemos muchas combinaciones y tenemos que seguir probando y trabajando con ellas».

El técnico nazarí observa mejores recursos en pista trasera. «A nivel defensivo, en el bloqueo directo, estuvimos, no perfectos, porque tuvimos un par de situaciones en las que no llevamos a cabo la norma, pero creo que fuimos muy sólidos. Forzamos muchas pérdidas y que ellos no circularan el balón con facilidad. Los pívots estuvieron muy bien también en las ayudas. En ataque, el equipo interpretó de forma positiva por dónde queríamos afrontarlo, logramos jugar bien sin balón».

El aumento de las rotaciones es una realidad. «Somos humildes y sabemos lo que tenemos. Es difícil disponer de ocho jugadores de primer nivel. Los refuerzos vienen a sumar, a darle valor a lo que han hecho los que ya estaban aquí. Este es el equipo que fuimos siempre, de ritmo. La llegada de Elias, Jacob y Malik supone un paso más en lo físico, en energía. Además, los jugadores pueden tener descansos más largos. La mentalidad que debemos tener en Vitoria es la del Surne Bilbao. Y todos tendrán la oportunidad de salir a la pista, les necesitamos». Pablo Pin considera al Baskonia como un 'colchón' de cara a los días cruciales contra Andorra, Palencia y Breogán.