Sam Griffin lanza frente a Kevin Punter en el partido del Covirán contra el Barça.Fermín Rodríguez
Análisis
El Covirán da la cara en caída libre a la Primera FEB
Liga Endesa ·
Al equipo granadino le honra que se esfuerza aunque el objetivo de la permanencia sea ya una quimera, con los rivales directos a cuatro triunfos y con tan solo siete partidos por delante
El Covirán se acerca peligrosamente a la Primera FEB, lo que antes era la llamada LEB Oro, la segunda categoría nacional tras tres temporadas en la élite, la Liga Endesa que organiza la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB). A falta de siete jornadas para la conclusión de la fase regular, el equipo granadino necesita un milagro mayor que el de las dos campañas anteriores, en las que se salvó en el último partido, para lograr la permanencia.
A estas alturas de la competición y con una diferencia de cuatro victorias respecto al rival más próximo, el Girona Bàsquet, al que gana el 'basket average' y adelantaría en caso de empate, nadie logró tal hazaña desde que existe el nuevo formato sin 'playoffs' de descenso.
El Morabanc Andorra también está a cuatro éxitos de distancia y el Covirán lo recibe en el Palacio de los Deportes en la cita final, pero arrastra en contra la derrota tan amplia, 16 puntos (87-71) , de la primera vuelta.
De ahí que el Covirán necesite al menos ganar cinco de los siete partidos como mínimo, y depende de los otros dos contrarios, eso en el supuesto de que el Girona solo sume una victoria más y el cuadro que dirige Moncho Fernández se enfrentará a su vecino Hiopos Lleida en casa en la despedida.
Por eso, las cuentas estarían, y sin seguridad, en seis triunfos de siete, con salidas a las pistas de Real Madrid y Gran Canaria, donde debería asaltar una de ellas. Y, Vamos, un pleno en el resto contra Coruña y Zaragoza fuera, y Manresa Breogán y Andorra en casa. La referencia histórica de gestas para mantenerse así las protagonizaron Menorca y Alicante, éste último se anotó siete de los ocho últimos choques en un final impresionante, pero entonces la renta de los enemigos era de tres y no de cuatro.
El entrenador del Covirán, Pablo Pin, se refirió a que el calendario se suaviza desde este sábado en el Coliseum herculino, pero el Covirán tarda demasiado en sumar y las confrontaciones contra huesos como Valencia, Tenerife y Barça imposibilitaron mucho la tarea.
Sin rendirse
Es muy loable que el equipo nazarí, a pesar del razonable decaimiento y solo haber ganado al Girona en la segunda vuelta, para contabilizar seis triunfos, luche al máximo en cada jornada y haya causado una grata impresión en los dos últimos partidos, tanto ante el FCBarcelona como en La Laguna. Y eso que el equipo es prácticamente nuevo, debido a las lesiones y altas contra el reloj, y que está en una acelerada fase de construcción. Pin llegó a alinear a Noua junto a cuatro recién llegados: Griffin, Silverio, Visconti y Gio Bezhanishvili, frente al Barça. El técnico insiste en que no dejará que nadie se relaje ni se deje llevar, y que si se baja sea con honor y pelea hasta el límite matemático.
Al tiempo, considera que es una oportunidad y gran escaparate la ACB para los recién incorporados, mientras que comprende que hombres como Valtonen, Rouselle o Noua puedan acusar la carga de minutos y el desgaste de la campaña.
En cuanto al lógico hundimiento moral, de quedarse siempre en puertas de la victoria pese a un gran sacrificio en pista, Pin tiene claro que su plantilla no caerá en la desidia ni la depresión. «No tengo miedo a que los jugadores caigan mentalmente, si no se han caído ya en el aspecto moral, ya no se van a caer», dijo.
Pin comentó que «creo que es difícil que lo que nos ha pasado le haya ocurrido a algún equipo antes», y se refería a que las lesiones hayan coincidido en hasta seis jugadores habituales, como fueron Clavell, Bamforth, Sergi García, Ubal, Wiley y Vicedo.
El técnico recuerda que en la primera campaña en la Liga Endesa, la del estreno, se lesionaron Felicio y Maye al mismo tiempo, pero que no fue un número tan alto de ausencias y que, además, pasó en una fase en la que se midieron a la mayoría de los equipos grandes, los de la zona alta, mientras que ahora estuvieron muy cortos de efectivos en un momento clave, con duelos esenciales como los de Hiopos Lleida, Bilbao o Murcia en casa.
«No alcanzamos la victoria, pero este equipo y estos jugadores me dan motivos cada día para seguir trabajando con ellos a tope», valoró Pin.
El entrenador tampoco olvida que el percance de Gian Clavell, que tras el paréntesis por la Copa del Rey y la ventana FIBA, sufrió una peritonitis que puso en peligro incluso su vida, «afectó mucho al grupo». Opinó que, en ese instante, «el ver sufrir a un compañero así influyó mucho en la plantilla», por lo que entiende que tras reponerse de un golpe tan duro como ese «ya no nos vamos a venir abajo». Y clarificó que «otra cosa es que nos dé para ganar o no más partidos, que lo que se aporte sea suficiente, intentarlo lo vamos a intentar».
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