El Covirán desea ofrecer su mejor versión frente al potente Unicaja

Desde el 12 de mayo no pisa el Covirán el parqué del Palacio. Casi cinco meses después –menos una semana– vuelve a hacerlo nada menos que frente al equipo de moda, el Unicaja de Málaga, campeón de la Supercopa y de la Intercontinental, títulos que suma a los últimos de la BCL, Basketball Champions League, y la Copa del Rey.

La formación granadina estará animada por su afición en la primera comparencia en casa de la temporada, a lo grande, en derbi andaluz y con el pabellón mejorado, aunque las obras apenas se noten a simple vista al estar centradas en la climatización. También habrá en las gradas presencia malagueña.

El Covirán recuperó al alero finlandés Elias Valtonen, lo que descargará de minutos a Vicedo y Guerrero. En los costasoleños son bajas Alberto Díaz y el pívot Killiam Tillie, pero Ibon Navarro tiene otros seis postes más con Osetkowski, Balcerowski y Sima, más Tyson Pérez y Ejim. Por tanto, Ibon Navarro no tendrá que realizar descartes.

El Covirán ha cedido las últimas siete confrontaciones ante el Unicaja, aunque en la última, la de la Copa de Andalucía, el partido estuvo más equilibrado. Pablo Pin echa de menos, con humor, «once o doce millones de euros» para competir en igualdad de condiciones contra los verdes, que están en casi 16 'kilos' de presupuesto, mientras él hizo filigranas para confeccionar la plantilla con cuatro, de los que seguro que alta proporción quedaron en el cajón del presidente, de cara a futuros refuerzos si fueran necesarios y como ocurre todas las campañas.

Pin espera que no falte en su equipo «el espíritu de trabajo, de sacrificio, eso no lo podemos perder nunca, independientemente de cómo vaya el marcador;tenemos que tener esa capacidad de hacer las cosas bien, de estar dentro de los partidos, de que nuestra actitud sea buena, más que buena, positiva, al margen de si se anota o no un tiro. Lo que espero es que esa identidad no se nos olvide». Mensaje a navegantes tras el 'repaso' sufrido en el Palau ante un feroz Barça.

El técnico nazarí analizó la debilidad mostrada en la primera jornada y el poco control con 21 pérdidas. «Si no juegas con ritmo, quien lo nota mucho son los generadores, porque juegan siempre cinco contra cinco. Si se ven afectados, porque las defensas son más duras y agresivas, repercute en ellos y están más estáticos, entonces ya el balón no llega donde queremos. Y tenemos que ser capaces de que cada uno haga su parte del puzzle para poder unirlo en un todo. Se trata de cumplir con la misión pero no de forma aislada, sino que se realice bien y todos a la vez. Al final, el rendimiento de uno, si baja, afecta al otro. Por eso es un deporte de equipo. Si un pase no está bien, lo notan los tiradores, también los pívots, si éstos no aciertan, lo notan los exteriores. Cuando hay varios jugadores al mismo tiempo que no encuentran su día, influye mucho al bloque, espero, por nuestro bien y el del equipo, que no se repita esto que pasó en el Palau».

El Covirán necesita ofrecer su mejor versión, la que tuvo en varios partidos de la pretemporada, en la que fue capaz de tumbar con solvencia al UCAM Murcia y los campeones africano y brasileño, Petro de Luanda y Flamengo de Río de Janeiro. Para ello requiere una amplia mejoría por parte de la mayoría, donde apenas respondieron al nivel que se requiere Sergi García, Noua y Bamforth.

Pablo Pin se detuvo en Aurrecoechea por ser el debutante y en Edgar Vicedo, Rubén Guerrero y Gian Clavell, de los que espera otra cara bien distinta. Sobre Iván, matizó que «tiene que seguir con el trabajo duro, es un jugador que acaba de llegar a la ACB, que es la primera vez que va a jugar en esta liga y que, lógicamente, necesita esmerarse en el día a día de la plantilla, como hace. No todo es lucha y rebote, hay muchas más cosas dentro del baloncesto, también en el profesional, más allá del fin de semana, como es el entrenamiento de un viernes».

De Vicedo, comentó que «por su estilo de juego, hay que procurar que el equipo sea capaz de buscarlo y encontrarlo. Y en un partido donde se pierde tanto el balón, es muy difícil que éste llegue al tirador. Necesita buenas situaciones de tiro, donde se recupere rápido la posesión y él pueda atacar. Contra el Barça, ayudó al rebote (seis), que es una faceta que a veces no se tiene en cuenta, él tampoco es un súper reboteador y hace un esfuerzo. Edgar es de garantías, sé que va a funcionar y el equipo será capaz de sacarle lo mejor».

Luego valoró a Rubén Guerrerro. «Se lo dije, no puede acabar con cero en rebotes. Es un buen jugador y, en su rol, puede aportar muchísimo, tenemos mucha confianza en él y hay que ayudarle a que salga un poco de ese rol anterior, que quizá él tiene un poco interiorizado, por su situación de la temporada pasada, debe romper esa camisa de fuerza que tiene ahí, que lo encoge, para que sea capaz de imponerse, de aplicar su físico a nivel defensivo, ayudar al rebote y poner buenos bloqueos. Juega bien al balón doblado y debe dar ese paso de creérselo, de autoconfianza».

Por último, admitió que Clavell «no estuvo nada acertado, ni tomó buenas decisiones con el cuidado del balón. Gian necesita que confiamos en él porque es explosivo, en cualquier momento anotará por una racha de puntos». Pin conversó con el boricua y vieron vídeos juntos. «En ocasiones va a cometer un error, como cualquier jugador, pero queremos que él haga su juego con tranquilidad, que sepa que tendrá minutos y que no asuma la responsabilidad que no le interesa», apostilló.

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