Un Covirán empequeñecido en el Palau Blaugrana

El Covirán cedió en el Palau Blaugrana víctima de sus errores –impensable competirle al Barça perdiendo 21 balones por el camino–, pero también por su apuesta por una plantilla como la que ha confeccionado este verano. El evidente 'small ball' –quintetos pequeños, sin una gran referencia interior al estilo de Cristiano Felicio– del que tanto tirará Pablo Pin esta campaña tiene pros, pero también contras. El escenario idóneo es el del partido de pretemporada ante el UCAMMurcia, en el que la movilidad de los rojinegros fue un tormento para el subcampeón liguero. Pero el peor es el vivido en el Palau Blaugrana: si un equipo pequeño en tamaño además sale con complejos a la cancha, sencillamente no tiene nada que hacer, muy especialmente con un pobre acierto exterior –el Covirán al descanso firmaba un paupérrimo 3 de 18 en triples–. Es casi la tormenta perfecta, pues no hay ninguna ventaja en la pintura y el infructuoso bombardeo exterior no supone ningún ajuste para el rival.

En su debut liguero, el Covirán solo fue lo que quiere ser en el tercer cuarto (18-26, evitando un marcador sonrojante ). Y, no por casualidad, fue el único en el que lanzó tiros libres (8, sin fallo). Mucho Barça, sí. Pero mucho más que mejorar para el Covirán antes de que llegue, ni más ni menos, que el 'Supercampeón' Unicaja.