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Jose Manuel Puertas
Granada
Viernes, 10 de febrero 2023, 00:22
Después de acabar el pasado domingo, ante el Carplus Fuenlabrada, con su mala racha de diez derrotas consecutivas, el Covirán afronta la salida a Bilbao ... con el ánimo de obtener una nueva victoria. Y es que un triunfo en Miribilla permitiría a los de Pablo Pin, en primer lugar ratificar que lo sucedido ante los madrileños fue algo más que un espejismo y, además poner tierra de por medio respecto a la zona de descenso justo antes del parón de dos semanas que sufrirá la Liga Endesa para la disputa de la Copa del Rey y, acto seguido, de la última 'Ventana FIBA' de la clasificación para la Copa del Mundo del próximo verano.
El cuadro rojinegro, que no ha podido entrenar en la recta final de la semana en el Palacio de los Deportes debido a la disputa de la Copa de España de fútbol sala, viajará esta tarde hacia Bilbao en avión desde Granada, haciendo escala en Barcelona. Mientras, su regreso desde el 'Botxo' será el domingo en vuelo directo hacia Málaga y posterior conexión por carretera hacia su destino final.
Ciertamente, para los más optimistas, hay motivos para pensar en que el Covirán ofrezca una mejor imagen que en sus últimos partidos a domicilio, en los que las bajas inicialmente le impidieron ser realmente competitivo, si bien en la reciente salida a Lugo, el cuadro rojinegro fue desbordado por la intensidad de un Breogán que sentenció el partido ya mucho antes del descanso. Ahora, tras el regreso a la actividad de Luke Maye ante el 'Fuenla' –solo jugó ocho minutos, pero su efecto se palpó de inmediato– y con una mayor adaptación de los tres refuerzos invernales –Moore, Caicedo y, sobre todo, Ndoye–, el Covirán parece presentar mejores armas competitivas para rendir visita a un rival al que ya superó en la jornada 4 en el Palacio de los Deportes.
Oportunidad
Además, el momento de forma de los 'Hombres de Negro' no es ni mucho menos óptimo, pues enlazan cuatro derrotas seguidas y solo han vencido en uno de sus últimos siete compromisos. De ahí que en el equipo rojinegro se tenga la sensación de que la visita a Miribilla, una de las guaridas más hostiles de la Liga Endesa, llega en un momento propicio para pescar en un río más revuelto que nunca antes a lo largo de esta temporada. Tras un fulgurante inicio liguero, parece que el Surne Bilbao se ubica poco a poco en posiciones más acordes al supuesto potencial de su plantilla.
En todo caso, es conocido el peligros de los vascos cuando juegan en su propio feudo. No en vano, en Miribilla ya han cedido esta temporada equipos del calado de Valencia Basket o Gran Canaria, ambos clasificados para la Copa del Rey y considerados entre las principales alternativas al poder establecido en la competición.
Eso sí, en su último compromiso liguero en casa, los de Jaume Ponsarnau firmaron una de sus peores actuaciones del curso, cediendo por 51-70 ante el Joventut de Badalona. De ahí que exista la sensación en el Covirán de que se puede hurgar en la herida de los 'Hombres de Negro'.
Al completo
Otra de las buenas noticias para Pablo Pin es que, descontando a los lesionados de larga duración –Dejan Todorovic y Cristiano Felicio–, toda la plantilla rojinegra ha trabajado durante la semana sin incidencias físicas demasiado reseñables. De esa forma, y si no se produce ningún contratiempo a última hora, el técnico granadino volverá a contar con trece jugadores disponibles y se verá obligado a descartar a uno, trago amargo que tuvo que asumir Ramón Vilà en el duelo ante el Carplus Fuenlabrada.
Así pues, el estado anímico de la plantilla rojinegra está siendo bastante diferente al de semanas precedentes, cuando la plaga de lesiones, primero, y la acumulación de derrotas, después, hicieron encenderse alguna alerta en el vestuario. Ahora, la propicia visita a Granada de un Fuenlabrada en estado de descomposición ha permitido retomar al fin la senda de las victorias, volver a abrir hueco con los puestos de descenso y, miel sobre hojuelas, recuperar a Luke Maye. El ala-pívot estadounidense reconoció ayer a IDEAL que apuró al máximo los plazos para su vuelta, pero que ello se llevó a cabo consciente de la relevancia de los dos partidos previos al parón y de lo importante que sería llegar al mismo con la mente despejada y un espíritu positivo.
De ahí que el partido en Miribilla sea de los marcados en rojo en la agenda del Covirán, por enfrentarse a un equipo de 'su' liga, frente a los que, hasta la caída de Maye y Felicio, el cuadro rojinegro se había mostrado altamente competitivo. Ahora, con los ánimos renovados y nuevamente suficientemente armada, la plantilla confía en que lo sucedido en Lugo quede en una mala tarde de sábado y en volver a recuperar el nivel de antaño. Sería la mejor noticia antes del parón de dos semanas que se avecina.
Además, el Baxi Manresa ha aplazado su partido ante el Lenovo Tenerife por la participación de los canarios en la Copa Intercontinental. Así, una victoria en Bilbao dejaría al Covirán ya muy lejos de los del Bages.
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