El Covirán rompe las relaciones con los árbitros

Víctor M. Romero

Viernes, 21 de marzo 2025, 20:50

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Todavía colea la polémica sobre el controvertido arbitraje del último partido entre el Covirán y el Hiopos Lleida en el Palacio de los Deportes. Hasta el punto de que todos los jueves llega un informe a la oficina del club nazarí, al igual que a las sedes de todos los participantes de la Liga Endesa, elaborado por el estamento arbitral, donde, a través de una aplicación ('excel'), se detallan errores y aciertos de los colegiados en cada partido de la jornada. El de esta semana, del choque tan importante por la permanencia entre el Covirán y el Lleida, se podía consultar al mediodía de este jueves, pero el presidente granadino, Óscar Fernández-Arenas, aseguró a este medio que «ni lo he mirado».

El dirigente se refirió a que en este duelo contra los ilerdenses hubo tantas jugadas «tan evidentes», una cantidad tan numerosa de fallos, que «ni necesito comprobarlos». Los vídeos son la mejor prueba, con imágenes claras de los errores.

Además, Fernández-Arenas aclaró que «en ese informe arbitral aparecen los errores en señalizaciones, pero no lo que no se pita», en alusión a las técnicas que debieron recibir, de haber medido con el mismo rasero, tanto Walden por extender los brazos en repetidas ocasiones, para protestar una falta a Noua, o el entrenador del Hiopos, Gerard Encuentra, por interceptar con su cuerpo en un balón a banda para que el Covirán no sacara rápido.

El caso es que el club nazarí lleva enviando informes de los partidos, los suyos también, al juez único de Competición, para que ayude y sirva de apoyo a los colegiados. Pero el presidente dice que «ya me he cansado», y que a partir de ahora no lo hará.

«Solo queremos que nos traten con la misma equidad, que nos traten igual y no nos respetan, hemos estado callados, pero después de este partido, no podemos hacerlo, teníamos que mandar un comunicado de queja y protesta oficial, porque nuestra afición merecía hacer público este malestar que nosotros teníamos en silencio, lo sacamos a relucir porque, tanto el entrenador como el club y los jugadores, siempre fueron amables en la competición».

El presidente del Covirán está muy quemado. Pero más que con el arbitraje, con las designaciones. Se detiene en que dos de los árbitros que pitaron el partido de vuelta en Granada contra el Hiopos ya dirigieron en Barris Nord durante la primera. Y que el tercero estaba en la terna del choque del Palacio contra el Real Madrid. A Fernández-Arenas extraña que el partido 'importante' de la jornada y los mejores colegiados estuvieran en el Real Madrid-Baskonia, cuando en el pabellón del Zaidín se jugaban la permanencia en la categoría.

El Covirán rompe, por tanto, relación con el estamento arbitral. No espera ninguna repuesta por su queja. «Nunca lo hacen, tampoco al UCAM Murcia cuando reclamó en el choque ante el Tenerife».

Fernández-Arenas apuntó que «no tengo que mirar los errores, porque son de bulto, es la primera vez que no lo hago», y los cuantificó en una veintena. Y opinó que no cree que haya una persecución o 'mano negra' hacia su equipo, pero sí «falta de respeto y de equidad». Puso el ejemplo de que Iván Aurrecoechea toca a Robertson en el pie en Badalona y es falta, pero que Oriola pisa a Silverio y no se señala nada. Que en Málaga Noua tenga sangre y ni revisen la jugada, mientras Alberto Díaz se toca la cara y sí hay revisión.

«Que Arturo Ruiz levante los brazos y tenga técnica significa que habría 20 técnicas en todos los partidos por las veces que se levantan, pero Walden no la tuvo tras sus aspavientos», afirmó. Y abundó en que «Pablo Pin es el entrenador más tranquilo, no hemos dicho ni pío, por eso no entendemos por qué nos toca esto, cuando el comportamiento de equipo, club y afición es lo más fresco y joven de la ACB».

Fernández-Arenas está dolido porque, en su opinión, «no perdimos el partido, perdimos el 'average', porque este partido en condiciones normales lo hubiéramos ganado por 20. El Lleida no supo ni atacarnos ni defendernos y solo sumó por tiros libres. A Omar le quitaron el balón por no sacar, cuando Walden pegó un clarísimo empujón a Noua antes, o la antideportiva a Ndiaye...».

Por último, admitió que «tocarse la cara –como hizo el preparador físico Sergio Sánchez– o llamar sinvergüenzas a los árbitros no se debe de hacer», pero que no espera ninguna sanción o multa, porque «sería el colmo». La postura del club es no dirigirse más al director de Arbitraje.