Al Covirán le toca enfrentarse a lo nunca visto

Se trata de un escenario peliagudo y por el que nunca había pasado el Covirán hasta la fecha en su periplo en la élite. Cabe recordar que, en la primera temporada del club a nivel ACB, el inicio resultó fulgurante, imponiéndose en Fuenlabrada en el debut y, de hecho, sumando cinco triunfos en las ocho primeras jornadas. Desde entonces, el equipo granadino siempre miró por el retrovisor como mínimo precisamente al equipo fuenlabreño, que acabó descolgado y consumando su descenso de categorías varias jornadas antes de la finalización de la temporada regular.

Más parecido al actual fue el inicio del segundo curso rojinegro en la Liga Endesa, pues la temporada pasada la primera victoria no llegó hasta la sexta jornada, por 78-70 en el Palacio de los Deportes frente al Casademont Zaragoza. Fue en la misma fecha en la que estrenó su casillero de triunfos un Zunder Palencia que no tardaría en situarse en la cola de la tabla, de donde ya no pudo huir.

Por ende, el equipo granadino no fue farolillo rojo de la clasificación en ningún momento de sus dos primeras experiencias ACB. Sin embargo, ahora ya sí que ha ocupado dicho puesto, pues las abultadas derrotas en las dos primeras jornadas ante Barça y Unicaja le mandaron directamente a una cola que abandonó temporalmente con su sobresaliente triunfo en Girona en la tercera fecha del calendario. De hecho, los rojinegros dejaron incluso en esa jornada la zona de descenso, a la que no han vuelto a caer hasta ahora, cuando la situación es más compleja aún porque el equipo de Pablo Pin no ya solo es colista, sino que además marcha en ese puesto descolgado, al ser el único que actualmente cuenta con solo un triunfo.

Oportunidad

Sin embargo, los caprichos del calendario otorgan al Covirán una buena oportunidad para salir cuanto antes del complejo lugar que ocupa actualmente. Así debe ser considerada la visita a Granada del Leyma Coruña, recién ascendido y desde luego rival más que directo de los rojinegros en la porfía por la permanencia, en la que el cuadro herculino debuta esta campaña.

Eso sí, el del sábado será sin duda un duelo envenenado, pues si un triunfo local descargaría de tensión la situación, y probablemente podría incluso permitir a los de Pin abandonar la zona de descenso, una derrota ante la escuadra gallega haría ya sonar la alerta roja en la avenida Salvador Allende. Llegar a la medianoche del sábado con solo una victoria dibujaría un escenario desde luego no imposible de resolver, pero sí en el que el plantel granadino ya habría dado una enorme ventaja a uno de sus seguros oponentes por el objetivo de mantenerse en la élite. De vencer en el Zaidín, los gallegos pondrían dos partidos –más un hipotético 'basket average'– de por medio con el Covirán, que evidentemente seguiría siendo colista en solitario, y aún más descolgado de lo que ha llegado a la séptima fecha de este ejercicio.

En ese sentido, los rojinegros deberán tomar buena nota del partido amistoso que ambos equipos disputaron en Armilla el pasado 7 de septiembre, en el marco del Trofeo Diputación de Granada, y en el que los coruñeses se impusieron finalmente por 86 a 90, pero llegaron a tener amplias ventajas durante la segunda parte del juego.

Pase lo que pase el sábado, nada estará decidido, pues ni se habrá cubierto un cuarto de la temporada. Pero más le valdría al Covirán sacar el triunfo si no quiere verse en un escenario realmente difícil de digerir.