El Covirán volverá a poner a prueba su 'small ball' ante las torres del Joventut

La disputa de la décima jornada de la Liga Endesa traerá consigo la visita del Joventut Badalona al Palacio de los Deportes de Granada, donde se enfrentarán dos de los equipos más dispares de la competición, al menos en lo que a la configuración de su juego interior se refiere.

Y es que, si el Covirán es el adalid del 'small-ball' –jugar con pequeños– y, salvo cuando Rubén Guerrero está en la cancha, los de Pablo Pin se desempeñan sin ni un jugador que alcance los 205 centímetros, en el cuadro verdinegro acostumbran a vivir muy por encima de esa talla, pues tanto el croata Ante Tomic (2'17 metros) como el ucraniano Artem Pustovyi (2'19) superan ampliamente dichas medidas, convirtiéndose en dos de los jugadores más grandes de la Liga Endesa. En ese sentido, pues, será un duelo desigual, en el que el citado Guerrero tendrá una importancia capital cuando le toque enfrentarse a las dos torres de la 'Penya', pero en el que el Covirán se las tendrá que apañar también durante muchos minutos para, con la versatilidad y movilidad de sus hombres interiores, ser capaz de buscarle las cosquillas al Joventut, que desde luego por tamaño tendrá una clara ventaja en la pintura. En todo caso, en el baloncesto moderno es un hecho que no siempre ganan los más altos, y existen diferentes variaciones tácticas con las que medirse a un equipo con mucha mayor talla.

A la vez

En lo que sí está resultando bastante 'contra natura' el Joventut de Dani Miret es en que, durante muchos minutos, se está incluso atreviendo a poner a Tomic y Pustovyi compartiendo minutos sobre la pista. Una apuesta que suena antediluviana, pues hace años que prácticamente nadie osa jugar con dos '5' –especialmente con tanto tamaño– al mismo tiempo en la cancha, dadas las dificultades defensivas que eso suele generar, pero que no cabe duda que al equipo badalonés le está dando buenos réditos hasta la fecha.

Probablemente la decisión de poner a las dos torres a la vez en la cancha no entraba en los planes iniciales de Miret, pero el mal inicio de curso de los catalanes y la llegada de las lesiones, tanto del joven croata Michael Ruzic como del estadounidense Kaiser Gates, llevó al técnico badalonés –seleccionador u19 en 2023, cuando España logró el campeonato mundial de la categoría– a dar un paso que inicialmente parecía arriesgado, pero que, a tenor de la velocidad de crucero que actualmente lleva el Joventut, ha sido más que acertado.

Dicha combinación no será ni mucho menos la que ofrecerá la 'Penya' durante todo el encuentro en su visita a Granada, pero sí que el Covirán tendrá que estar preparado para ella, pues es más que probable que suceda. Cuando se produzca, será interesante ver cómo Pablo Pin responde a una estructura extrañísima en los tiempos que corren, y que ningún otro equipo de la Liga Endesa utiliza en ningún momento.

Mientras, el Covirán, tras las dos últimas victorias ante Leyma Coruña y Río Breogán, ha solidificado su apuesta por todo lo contrario: la movilidad en la cancha y las alternancias defensivas, incluyendo los cambios constantes cuando toca. Será un interesante choque de estilos en el que ambos equipos se medirán a su némesis, pues mañana en el Palacio de los Deportes se verán las caras uno de los planteles más pequeños de la competición contra uno de los más grandes. A priori, en un juego como el baloncesto, no es halagüeño para los rojinegros, pero la evolución de este juego es clara y ni mucho menos gana siempre el que más talla pone en la cancha.

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