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José Manuel Puertas
Granada
Lunes, 17 de junio 2019, 01:53
Dos años después de su salida del Covirán, el alero croata Ivan Milekovic ha vuelto a Granada. Una semana de vacaciones en la que reencontrarse con amistades y recuerdos de su temporada en la ciudad, que evoca como muy feliz a nivel personal ... pero con un amargo sabor deportivo, por no poder cumplir con los objetivos marcados. Vuelve cambiado, casado y con un hijo. Y durante un céntrico paseo, el balcánico repasa para IDEAL sus sensaciones encontradas con lo que para él supuso el año en Granada.
«Mi primer recuerdo son la gente que encontré aquí y las calles, es algo que no puedo olvidar», asegura. Afirma incluso haber vuelto al Palacio de los Deportes, reviviendo «sensaciones inexplicables». La mejor, seguramente «cuando ganamos la Copa Plata» que reconoce que fue «una de las mejores experiencias de mi vida en el baloncesto». Palabras que suenan relevantes para quien, ya con la treintena cumplida, viene de ser el mejor triplista de la liga croata en las filas del Sibenik. Allí pasó su primer año tras la salida del Covirán y volvió en la temporada recién finalizada para salvar a un equipo «con mucho talento joven pero poca experiencia» del descenso tras comenzar el curso en el Hermes de Zagreb, su ciudad natal.
Volviendo a Granada, fue la primera vez que salía de su país, y una inoportuna lesión de tobillo le lastró desde el comienzo. Sin embargo, su ética de trabajo siempre fue muy valorada. Tal era su obsesión por mejorar que en el vestuario le llamaban 'loco'. A la postre, quizá sus 7'4 puntos y 40% en triples le saben a poco, aunque entraban dentro de su plan como rojinegro. «Siempre puse el 100% por el equipo, no por mi lucimiento personal», recuerda. Y añade que «quizá podía haber hecho otros números y conseguir un mejor contrato ese verano, pero desde luego antepuse al equipo porque quería el ascenso por encima de todo». Lo anhelaba, aclara «por el club, no por mí».
Sin embargo, la cosa acabó torcida en aquella noche negra ante el Zornotza de David Iriarte. «He visto el partido varias veces y es difícil de explicar, ellos estuvieron muy acertados en momentos puntuales y nosotros ansiábamos ganar con el Palacio como estaba pero no pudo ser y nos tocó perder», evoca. A partir de ahí Milekovic se quedó con la sensación de tarea incumplida. «Vine a Granada con un objetivo y hacer un trabajo que finalmente no logré», reconoce.
Sin oferta
Y es que al croata le habría gustado tener una segunda oportunidad en el Covirán. Un nuevo curso en el que, de no mediar lesiones y con un mayor conocimiento de la LEB Plata, probablemente habría rendido mejor también en lo individual. Pero finalmente no recibió ninguna propuesta desde las oficinas de la avenida Salvador Allende. «Hubo algunos contactos con el club pero realmente no sé lo que pasó porque al final no tuve una explicación», afirma. El alero, asegura, hubiera entendido recibir una mala noticia, pero echó en falta una última conversación . «Creo que merecía esa opción de jugar un año más», anticipa, para luego extenderse en su postura. «Quizá no sea tan buen jugador, o simplemente es que Pablo Pin no me quería, algo que es normal en el mundo del baloncesto», estima. Pero, asegura, le faltó una charla definitiva con el entrenador. «Entiendo que pueda venir otro jugador, pero esperaba al menos esa conversación y no la tuve», concluye.
En todo caso, asegura haber sacado aprendizaje de lo que considera un sinsabor. «Creo que no se valoró que antepusiera al equipo sobre todo, así que probablemente si repitiera no haría lo mismo porque al final he visto lo que pasó haciéndolo así», valora.
En todo caso, Milekovic afirma que «Pablo –Pin– es una buena persona que quiere hacer algo grande en su ciudad, y quizá por ello se pone demasiada presión en su mochila» y asegura que le desea «lo mejor» al técnico. «Que consiga sus metas y suba a la ACB, porque si eso pasa nadie será más feliz que yo ya que sé que esta ciudad, este club y el propio Pablo se lo merecen». Apunta, además que el curso pasado se ofreció al Covirán. «Tras un partido perdido, le mandé un mensaje al entrenador diciendo que el equipo necesitaba un guerrero. Él me contesto que veía sitio para mí».
Finalmente, sobre sus planes de futuro, el croata asegura que, tras dos temporadas en su país, se encuentra «esperando recibir una oferta desde fuera de Croacia» , y que le encantaría «volver a España». Para ello, confía en que su notable rendimiento en Sibenik, la ciudad que vio crecer a Drazen Petrovic, le ayude a tener esa nueva opción que le faltó en el Covirán Granada.
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