Emoción en la retirada del '21' de David Iriarte

Los prolegómenos del importante duelo frente a los herculinos serán recordados ya para siempre por la afición rojinegra. No todos los días se le retira el número a un jugador del club, como sucedió con un dorsal 21 que ya cuelga para siempre del techo del Palacio de los Deportes en honor a David Iriarte, pieza fundamental en la evolución desde la LEBPlata hasta la elite nacional.

Fue, de hecho, tan solo la segunda vez en suceder: la primera, el 30 de septiembre de 2017, sirvió para el recuerdo eterno de Pablo García (8), hoy directivo del club, y Jesús Fernández (18), inmejorable eslabón entre esta etapa y la del añorado 'Cebé'. Desde ahora, Iriarte, afincado en la ciudad mientras completa sus estudios de Medicina, es también leyenda rojinegra, curiosamente, con el número con el que solo jugó en Granada, pues el 12, su dorsal habitual, pertenecía a Devin Wright cuando firmó –semanas después de ser verdugo, retrasando con sus cinco triples con el Zornotza el salto a la LEBOro–.

Iriarte –sobrino de Juanjo Urdiain, jugador del CBGranada en 1992– maduró en la ciudad, desde donde le tocó lidiar en la distancia con la pérdida de su padre. En la pista, se adaptó a cualquier categoría. Fuera, se ganó un cariño enorme. Volverá, sentado en el banquillo rojinegro, ya como médico. O así debería ser.