«No nos puede pasar lo del partido en Santiago»

Tras superar una lesión vertebral, Rigo Mendoza ha llegado como agua de mayo para un Obradoiro que quiere vengar la afrenta sufrida ante el Covirán en noviembre en Santiago.

–¿De dónde viene eso de que le llamen 'El vikingo'? ¡No hay vikingos dominicanos!

–Me lo dijo un día mi hermana cuando éramos pequeños. Surgió de la nada, como una cosa de niños... le salió y luego ya mi padre se encargó de que se me quedara. Crecí con ello.

–Antes de entrar en harina, usted ha trabajado en México con Sergio Valdeolmillos y Ramón Díaz, dos entrenadores granadinos. ¿Cómo le fue?

–Con Ramón estuve varios años y fue una experiencia bonita. Aprendí mucho y es un buen amigo fuera de la cancha. Al principio se me hizo difícil adaptarme a su juego, pero me ayudó luego a venir a Europa porque había pasado por las manos de ambos. Con Sergio también estuve muy bien, pues tiene cosas similares a Ramón, que fue su ayudante antes en la selección de México. Son parecidos, pero Valdeolmillos es un poquito más exigente.

–Pues hablando de exigencias, ¿Cómo es Moncho Fernández?

–Es súper exigente, muy táctico. Me siento bien con él, la verdad, es un buen entrenador y motivador y eso es importante sentirlo.

–¿Tan difícil es ser nuevo en el Obradoiro?

–Hay que estar muy concentrado porque hay muchos sistemas en ambos lados de la cancha. Hay cosas que cuestan algo de tiempo, pero luego ves que con el tiempo las manejas fácil. Pero sí que de inicio hay mucha información que cuesta asimilar de inicio.

–Debuta en ACBcon 31 años y en la jornada 1 tiene una grave lesión de espalda. ¿Lo pasó mal?

–La verdad es que sí. Me sentía bien físicamente y en el equipo cuando me lesioné. Por mucho que fuera a ver los entrenamientos, sabía que casi iba a tener que empezar casi de cero. Tuve mucha incertidumbre pero cuando el club me ofreció la renovación recuperé fuerza y motivación. Eso me sirvió para no rendirme.

–Eso es todo un detallazo.

–De hecho por mi mente no pasó que me fueran a dar la espalda, pero tampoco que me renovaran. Para mí y mi familia ha sido mucho. Estoy más que agradecido al club. Recuerdo que el día que me lesioné vino el presidente y me dijo que no me iban a dejar solo. Han cumplido.

–Cuénteme aquello de la máquina MBST para la recuperación de su espalda...

–Me lesioné en Turquía en la FIBA Champions League, pasó una semana y me hablaron de un fisioterapeuta en Ciudad Real al que me dijeron que iría a visitar dos semanas. Yo no sé muy bien lo que hace, solo sé que estuve dos semanas con sesiones. Me tumbaba y no notaba nada. Ni frío ni calor ni nada. Pero me ayudó mucho. Ha acortado en dos o tres semanas la recuperación.

–¿Y ahora cómo está?

–Siento que estoy bien, al 100% físicamente, pero tengo que coger ritmo y frescura táctica para ganar la confianza del principio para ayudar al equipo.

–¿Cómo de importante es el partido en Granada?

–Es sumamente importante para nosotros, todos lo sabemos. Vamos a luchar no porque sea un rival directo, sino porque hay que hacerlo en cualquiera, como ante el Barça, que no fue superior a nosotros. Al final pasaron cosas y no ganamos, pero así es como queremos jugar.

–¿Les reafirmó pese a perder?

–Claro, porque te deja buenas sensaciones y no te vas a casa frustrado. Ayuda a la siguiente semana e ir a por la siguiente victoria que necesitamos.

–¿Qué le parece el Covirán?

–Tiene jugadores de mucho talento en el 1x1 y tenemos que cuidar de eso. No nos puede pasar lo del partido en casa, pero cada día es un mundo. Ojalá que las cosas nos salgan bien y podamos lograr esa victoria.