El rojinegro Rubén Guerrero, con 'alas' para resurgir al equipo en el Palacio de Deportes. Pepe Marín

Rubén Guerrero | Jugador del Covirán Granada

«No nos faltan centímetros; los rebotes tenemos que cogerlos todo el equipo»

El pívot rojinegro descarta que la ausencia de efectivos de mayor envergadura sea la causa del mal arranque liguero

Lunes, 18 de noviembre 2024, 23:14

El Covirán Granada se ha quitado un peso de encima. Después de lograr el primer triunfo del curso en casa contra Leyma Coruña, la liberación del equipo se percibe con tan solo poner un pie en la pista del Palacio de Deportes, donde varios jugadores ... bromean incluso ante los micrófonos. Rubén Guerrero (Marbella, Málaga, 1995) no va a ser menos. Sobre todo porque de centímetros –uno de los aparentes males del grupo–, él va sobrado. Ganar lo eleva todavía más.

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–Por fin llegó la victoria.

–Así es. Fue muy trabajada. No se decidió hasta el final. Tiene mucho mérito porque Coruña es un gran equipo, sus jugadores se entienden muy bien juntos. Están sorprendiendo esta temporada, pero nosotros ganamos con trabajo en equipo. Algo que nos faltó otras jornadas.

–Se les había olvidado vencer. ¿A qué sabe?

–Sabe increíble. Hubo partidos donde no jugamos bien, pero sí otros como el de Manresa que no sacamos adelante. Parecía que no sabíamos ganar, aunque estábamos entrenando bien. Cuando te levantas y ves el +1 en la tabla, te sientes genial. Ganar en casa mejora lo anímico. También el de nuestra gente, que se merecía aún más si cabe el triunfo. Nos arroparon y nos levantaron cuando se complicó el partido.

–¿Hay margen de mejora?

–Nos queda muchísimo por mejorar. Somos bastantes jugadores nuevos y a veces no sabemos qué hacer en ciertos momentos del partido. Eso es lo que tenemos que trabajar. Cuando nos pasamos rápido el balón, nos movemos en la pista y defendemos sólidamente, se gana.

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«Remontar a Coruña como lo hicimos tiene mucho mérito. Tenemos que creer en el equipo»

–¿Se afronta lo que viene con menos presión ahora?

–Nos hemos quitado una carga ante Coruña. La presión era alta. Aunque siempre aparecen críticas y no estás demasiado atento a ellas, es inevitable que se hable cuando se producen varias derrotas consecutivas. Al final ganar es lo que te libera presión. Tanto a nivel de grupo, como en el entorno. Vienes a entrenar de otro modo y se nota en el ambiente del vestuario.

–Los aficionados también se liberan.

–Es difícil jugar en casa y no hacerlo bien. No se entiende no tener ese extra de dureza y motivación como local. La afición sufre como nosotros y se merecía este triunfo. Comprobó el carácter del equipo para remontar. Algo que va más allá de ganar o perder y que incremente su satisfacción.

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–¿Qué hubiese supuesto un nuevo tropiezo?

–Me alegro de no estar hablando ahora de una derrota. Habría sido un palo más gordo si cabe. Con dos semanas de parón por delante, perder frente a un rival directo y tener que preparar la visita al Breogán, donde te juegas mucho... Las sensaciones serían peores día y noche. Sin duda. Mucho mejor situarnos al otro lado de la historia –respira aliviado–.

–Llegaron a ir perdiendo de nueve puntos en la recta final. ¿Qué se les pasó por la cabeza?

–Estaba yo en pista. Tuvimos dos malos ataques y una pérdida. De estar a dos puntos, pasamos a nueve abajo. A tu mente vuelven automáticamente los fantasmas del pasado. Piensas: «Otra vez no...». Nos suele pasar, pero le dimos la vuelta en dos minutos. Tiene mucho mérito y hay que alabar al equipo. Nos sobrepusimos a un adversario difícil y a una mala racha para sacar adelante el partido. Fue muestra de que podemos ganar. Creemos en nosotros.

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–Apela a la mentalidad.

–Podemos hacerlo. Todas las jornadas van a ser duras, pero hay que creer en la victoria. Somos capaces de competirle a cualquiera. Ese punto de confianza que nos faltó otras veces nos puede dar los triunfos que necesitamos. No será un proceso fácil.

–¿Notan esa desconfianza en el entorno?

–Hay de todo. Que un grupo pequeño no confíe puede que convierta el problema en algo más grave de lo que es en realidad. Está claro que un triunfo no significa nada. No somos los Lakers, pero tampoco éramos tan malos antes. Tenemos problemas y hay que seguir trabajando en solucionarlos. Esa tensión por ganar nos penalizó en otros partidos. Necesitamos creer en nosotros.

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«Nunca gané en Granada como rival. Tenemos que hacernos fuertes en el Palacio»

–La pregunta del millón. ¿Faltan centímetros en la pintura?

–No lo creo. Si somos más bajos, ganaremos agilidad en defensa, velocidad en ataque... Los rebotes no están siendo un problema. Todo el equipo tiene que poner de su parte para ayudar a capturarlos durante los partidos. Hay que centrarse en otros temas.

–¿Lo habla con Wiley o Noua, sus compañeros 'centers'?

–En absoluto. La solución no está en la talla.

–Afrontan nuevo parón de selecciones. ¿Cómo pueden mejorar de cara a la competición?

–Tenemos que hacernos más fuertes en el Palacio. Nunca vencí en Granada como rival. Hay que competir mejor. Que sea duro superarnos en nuestra casa.

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