Guille Rubio acredita su liderazgo desde la línea de tiro libre

Guille Rubio es el jugador nacional con mejor porcentaje de acierto en los tiros libres de la categoría. El pívot del Covirán Granada ostenta nada menos que un 85'71 por ciento de acierto desde los 4'60 metros, una estadística que se traduce en 90 puntos de 105 intentos desde la línea. Es el tercer jugador de la competición que más aciertos suma en lanzamientos de uno, así como el tercero con mejor promedio de toda la LEB Oro, únicamente superado por Justin Pitts, del HLA Alicante, y Miguel Cardoso, de Almansa, en una faceta que acredita su liderazgo sobre la cancha y en la que roza el sobresaliente este curso.

«Me estoy sintiendo muy cómodo desde el tiro libre y con unas sensaciones que están siendo muy positivas desde hace ya algunos años», indicó el de Tarrasa en unas declaraciones difundidas por Federación Española de Baloncesto (FEB). «Con el paso de las temporadas, he ido encontrando una mecánica adecuada que me ha asegurado unos buenos resultados y, una vez en ese punto, la mayor complicación está en poder mantenerla», explicó Rubio, que definió esta parcela del juego como «un tiro repetido y en oposición que, cuando llegas a estas edades –tiene 37 años–, comienza a serte realmente útil a la hora de poder sumar para el equipo con una mayor fiabilidad».

Precisamente, considera que la experiencia le aporta «cierta tranquilidad a la hora de poder seleccionar mejor» el lanzamiento, así como «el momento del partido». «La veteranía te da un cierto conocimiento de ti mismo como jugador y te ayuda a entender cuándo estás más capacitado para poder asumir un tiro», relata el pívot, que agrega: «Sabes evitar esa precipitación que suele acompañarte en algunos momentos cuando eres más joven y entras en una dinámica que te hace ser mucho más beneficioso para el equipo».

El de Tarrasa es de esos jugadores que no se esconden ante la adversidad, sino que remolcan al equipo en las cuestas. Así sucedió en Palma el curso pasado, a falta de tres segundos para el final del quinto partido de 'play off'. No requirió mucho tiempo de adaptación para demostrar la pasta de la que está hecho. Llegó tras el ascenso a LEB Oro y fue el máximo anotador del equipo, con 412 puntos en 34 partidos, lo que le permitió acumular 543 de valoración, 15'97 por encuentro.

La historia parecía otra al comienzo de esta campaña, pero el paso de las jornadas devolvió su mejor versión, avalada desde la línea de tiro libre. Guille Rubio es el segundo máximo anotador del equipo, así como el segundo jugador del Covirán que más tiempo ha pasado en pista, sólo superado en ambos aspectos por Diego Kapelan. Suma 259 puntos en 24 encuentros, 148 rebotes, 43 asistencias y 104 faltas recibidas, unos guarismos que le convierten en el MVP del conjunto rojinegro, con 15'12 de valoración por duelo y un acumulado de 363.

El pívot rojinegro pertenece a un grupo de viejos rockeros que triunfan en la categoría. Como apunta la FEB, los tres mejores porcentajes nacionales en cuanto a tiros en LEB Oro son ostentados por jugadores nacidos en los años 80. Guille Rubio triunfa en el tiro libre, mientras que Sergio de la Fuente hace lo propio en tiros de dos y Ricardo Uriz en triples.