Las horas más bajas de Cristiano Felicio en el Covirán Granada

A ocho jornadas de la conclusión de la Liga Endesa, el Covirán Granada sigue sin aclarar su panorama en la elite del baloncesto nacional. La derrota en el derbi andaluz ante el Unicaja, quejas arbitrales aparte, volvió a rescatar algunos fantasmas de un equipo que, tras una aceptable primera mitad, se vio completamente desbordado en la segunda por la engrasada máquina malagueña. La difícil semana de entrenamientos –con el equipo obligado a entrenar en el Estadio de la Juventud tras el desprendimiento de una pieza de la cubierta del Palacio–, la integración a marchas forzadas de Will Barton y el malestar con la actuación arbitral hicieron que el Covirán rindiera en el duelo autonómico muy por debajo de su mejor nivel.

Hay, por ende, preocupación en lo general, pero también en lo particular, especialmente con un nombre:Cristiano Felicio. El brasileño, aquejado de unas molestias en la espalda que Pablo Pin calificó de «leves», apenas pasó dos minutos en la cancha en el primer cuarto, después de que Jacob Wiley y Malik Dime –sobre los que el técnico aseguró que «están entrenando muy bien»– formaran la pareja titular en la pintura rojinegra.

El entrenador granadino reconoció, sobre Felicio que salió a la cancha pero «mentalmente no estaba metido en el partido» y aseguró que «desde mañana –por el domingo– trabajaremos con él para que la leve molestia sea cero molestia el lunes». Unas palabras que deslizan claramente que el brasileño no pasa por su mejor momento en Granada.

En ese sentido, y más allá de la anormalidad de que Felicio apenas actúe dos minutos, los números cantan. El exjugador de los Chicago Bulls ha perdido relevancia en la rotación rojinegra desde la llegada a la misma especialmente de un Jacob Wiley que, con su polivalencia y movilidad, suple la principal carencia de un Felicio que solía ser la presa predilecta de los rivales rojinegros para atacarle en el bloqueo directo central.

Ya en los duelos ante Lenovo Tenerife y Surne Bilbao, el interior apenas disputó 13 minutos, cifra que antes, en toda la temporada, solo había supuesto su paso por la cancha ante Barça –justo después de sufrir un problema digestivo– y Dreamland Gran Canaria. Más allá, en los diez partidos que disputó el curso pasado antes de lesionarse, nunca bajó de 18 minutos de juego.

Felicio se sabe ahora menos importante pero está claro que, aun con un papel menor, debe seguir siendo un actor relevante. Hay trabajo ahí para Pablo Pin.