Ben Lammers (d) se hizo gigante ante el Covirán. acb Photo / Dani Catalán
Derrota en Andorra

Con la irregularidad por peligrosa montera

Pobre imagen ·

El Covirán firma un partido repleto de dientes de sierra que le hacen estar muy lejos de mostrarse competitivo

Domingo, 27 de octubre 2024, 00:05

Suele existir un mantra que los entrenadores de la Liga Endesa repiten una y otra vez en sus comparecencias, que no es otro que ese de que sus equipos deben firmar cuarenta minutos de buen nivel para poder ganar un partido en la que es ... reconocida como la mejor competición doméstica del mundo fuera de la NBA.

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Por ello resulta preocupante que al Covirán, en estos cinco primeros partidos, le está costando tanto huir de unos dientes de sierra que dificultan sobremanera ser competitivo en liga de la exigencia de la española. No se debe obviar el complejo calendario de los rojinegros han afrontado hasta la fecha, pero tampoco sería buena idea no asumir que, salvo en Girona, en todos los partidos las huestes de Pablo Pin han tenido minutos en los que han hecho aguas en defensa, poniendo en bandeja de plata a sus rivales la posibilidad de romper el duelo ante equipo granadino.

En el duelo de Fontajau, brillantemente ganado por el Covirán, los rojinegros tuvieron un mal momento en ataque (no anotaron en los cinco primeros minutos), pero su solidez defensiva les sirvió para salir vivos del mismo y que, en cuento los tiros comenzaron a entrar, la dinámica del duelo cayera claramente de su parte. Sin embargo, ante Barça, Unicaja, La Laguna Tenerife y, ahora Morabanc Andorra, la flacidez defensiva durante más minutos de los permisibles le ha costado ya cuatro derrotas al Covirán. Ante rivales de nivel, sí, pero al fin y al cabo partidos en los que el plantel granadino llegó sin opciones a la recta final del choque. Y en todos ellos, menos ante los tinerfeños en el Palacio, dejó una sensación amarga por su nivel de juego, pese a que la derrota fuera el resultado más probable al inicio de cada uno de esos duelos.

También tuvo el Covirán algunos minutos reseñables, como cuando fue capaz de regresar hasta un 65-56 ilusionante pero que duró poco desde un doloroso 52-26 al inicio del tercer cuarto. Para entonces, el equipo granadino se desangraba tanto desde el triple (1/14 al descanso) como en juego interior, donde el Morabanc Andorra jugueteó con los visitantes hasta el intermedio (28 puntos por 14 en la zona). Mucha inconsistencia para competir de verdad.

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