Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Más allá de meter canastas, algo le ha faltado en este inicio de temporada a un Covirán dubitativo. Nadie mejor que Jacob Wiley (Long Beach, California, 4 de septiembre de 1994) para hablar de energía. Asume la responsabilidad de aportarla y sabe que se le echa en falta.
–Dos partidos, dos derrotas. ¿Cómo se siente?
–(Sonríe irónicamente) Verá, yo me siento optimista. Quiero decir, antes que nada, que hemos jugado contra dos de los mejores equipos de la ACB. Estamos tratando de encajar piezas, como un equipo nuevo, y no creo que esos dos partidos reflejen lo bien que estamos trabajando y el buen equipo que tenemos. Así que soy optimista para los próximos partidos que se nos avecinan.
–El calendario es el que es y el entrenador siempre dice que trabajan bien, pero, ¿sienten que podían haber jugado mejor?
–Desde luego que pensamos que podemos hacerlo mejor. Entendemos que nuestro plan como equipo es estar juntos, ser un buen grupo. Tenemos talento y estamos buscando recuperar la confianza que construimos en la pretemporada. Claro que podemos jugar mejor, creo que necesitamos ajustar un par de cosas para que la confianza vuelva a crecer. Encontraremos nuestro momento y todos veréis nuestra mejora.
–Hay quien dice que Barça y Unicaja «no es la liga del Covirán». ¿Está de acuerdo?
–No, porque nos hemos ganado estar aquí, nos lo merecimos la temporada pasada. Sabemos ganar partidos y muchos jugadores de este equipo estaban ya aquí la temporada pasada. Así que no creo eso, si alguien logra la permanencia en la ACB es porque merece estar en ella.
–¿Qué es lo que más necesita mejorar el equipo?
–En general, creo que es un tema de confianza. A veces, cuando la pelota no entra, cuando no metes los tiros, si además te enfrentas a un rival duro y te ves diez abajo, es fácil perderla. Pero cuando jugamos y nos sentimos bien, vemos que podemos ser otro equipo. Creo que todo se reduce a una cuestión de cambiar nuestras sensaciones. Empezando por mí y por otros líderes del equipo. Tenemos que traerle energía y continuar con la línea marcada. Vamos a meter canastas, a hacer buenas jugadas y a continuar con nuestro plan.
–¿Y qué están haciendo bien?
–Creo que lo mejor es que, aunque lo que se percibe es que no ganamos, que no jugamos bien ni hacemos las cosas como podemos, estamos juntos. Es fácil frustrarse cuando pierdes, sobre todo en casa, pero valoro mucho la unidad del grupo, lo concentrado que está. Eso es importante, porque cuando las cosas no te salen bien, lo único que puedes hacer es intentar cambiarlas.
–A nivel personal, es la primera vez en su carrera que firma dos temporadas seguidas en el mismo equipo. ¿Cómo lo lleva?
–Bien, quiero ayudar a este proyecto porque realmente respeto lo que Pablo y su equipo están construyendo aquí. Vine la temporada pasada y logramos lo que logramos y me sentí realmente bien. Siempre tuve claro que volver a estar aquí este año no sería fácil, pero aquí estoy para dar toda la energía que llevo dentro porque realmente creo en este proyecto y tengo claro que merecemos ser parte de esta gran liga.
–A diferencia de Scott Bamforth, usted sí sabe bien lo que es llegar con la temporada empezada a un equipo. ¿En qué cambia estar desde el principio?
–Bueno, creo que lo principal es que lo aprendes todo desde el primer día, como cuando vas al colegio básicamente. Cuando te toca llegar en plena temporada, te bajas de un vuelo y casi tienes que jugar al día siguiente tratando de encajar a la carrera en el rol que te pide el equipo.
–La apuesta de este año por el 'small ball' es clara. Usted encaja ahí como '5'. ¿Cómo se ve?
–A ver, así llevo toda mi carrera, no sé si soy un '4' o un '5'. Lo que intento es encontrar mi lugar y mi ritmo y dar mi energía. Por eso me he decepcionando a mí mismo estos dos primeros partidos, por no ser capaz de encontrar ese ritmo. Así que todo mi foco está ahora mismo en eso.
–¿Cómo se juega bien con pívots pequeños?
–Jugando rápido, con ritmo y energía. Siendo dinámicos. Si no lo haces, es muy difícil. Lo más importante es que haya movimiento, tener velocidad en todas las posiciones, también en el '5', cambiar en defensa en los bloqueos y ser agresivos atrás. Eso es algo en lo que tenemos que mejorar, pero es la clave para jugar bien el 'small ball'.
–Para ello es clave el rebote, y de momento están sufriendo. Usted apenas ha cogido cuatro en dos partidos.
–Desde luego, es tal y como lo dice. Yo tengo que mejorar y el equipo también. Todo eso viene a través de la energía, de la actividad y eso es algo que no hemos tenido en los dos primeros partidos. Por eso estamos centrados en cambiarlo y empezar a dar pasos hacia adelante.
–Pues ahí es usted importante, como proveedor de energía.
–Claro que sí. Es una responsabilidad que tengo que asumir, nadie me pide eso más de lo que yo mismo lo hago, así que este es el primer paso para que las cosas empiecen a cambiar.
–¿Qué tienen que hacer para ganar en Girona?
–Como le digo, subir nuestro nivel de energía, porque eso traerá la confianza. Parece que a veces dudamos de lo que hacemos en la cancha, que no somos nosotros mismos. Tenemos que estar seguros, confiados y ser agresivos. Así podemos ganar.
–Cuénteme sobre su vida en la ciudad, ya más adaptado.
–Este año mi familia está aquí y los días de descanso los aprovechamos bien. Tenemos buena relación con los padres del colegio y nos gusta dar paseos, tomar un café o salir a comer. Vivimos en Armilla y donde más nos movemos es por allí, pero es una gran ciudad y eso es por lo que estamos aquí. Se vive muy bien. A la Alhambra todavía no he ido, ¡necesito más tiempo, necesito dos días de descanso! (risas).
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Fermín Apezteguia y Josemi Benítez
Fernando Morales y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.