El Covirán Granada se instala en un selecto grupo de cabeza

Tras una pretemporada en la que le costó arrancar, el Covirán Granada ha empezado con fuerza la competición oficial. Dos jornadas disputadas y ya con dos victorias en su haber que le han llevado a instalarse en un selecto grupo de cabeza en el grupo B de la LEB Oro, pese a que aún es muy pronto y todavía todo puede dar muchas vueltas. Sin embargo, con el nuevo formato de la Liga, se antoja importante luchar desde el primer momento por situarse en las primeras posiciones. Todos los resultados de esta fase se arrastran para la que vendrá después, ya sea de lucha por los 'play off' o por evitar el descenso.

Junto al equipo granadino, ya aparecen en esa zona alta el Tau Castelló y el Alicante, dos de los rivales a priori más fuertes que va a tener en este grupo. Ambos se han reforzado muy bien y han dejado ver en las dos primeras jornadas que van a ser difíciles de batir por el equilibrio que existe en las plantillas que han formado. Disponen de talento ofensivo y también se fajan para defender, según lo visto en estos partidos.

Aún es temprano para saber si habrá más equipos que puedan pelear por estar en los primeros puestos. Algunas plantillas se han configurado más tarde y eso hace que requieran un proceso para saber el potencial que pueden adquirir con el paso de las semanas. Será necesario que pase un tiempo para que se defina mejor el nivel que cada uno va a ofrecer. La pelea por las cinco primeras posiciones del grupo va a estar abierta.

El equipo de Pablo Pin ofreció un gran nivel de juego en su primera salida de la temporada. Tras las dudas que dejó con una mala primera parte ante el Levitec Huesca en la primera jornada, el pasado sábado sí mostró mucha regularidad en su juego. Pronto fue capaz de coger la iniciativa y frenar a un rival que suele crecerse cuando juega en su pista. Ya lo sufrió la pasada temporada, cuando encajó una dura derrota. Esta vez fue muy diferente.

Al entrenador del Covirán no le sorprendió que el equipo jugara con ese nivel de concentración, pero sí el gran acierto mostrado en el lanzamiento. «En porcentaje de tiro estuvimos muy por encima de lo que se suele estar y eso al final se ajustará», comentó. Cree que se va viendo la filosofía de juego que pretende y que se basa en ser «duros en defensa y ayudarse entre todos, mientras que en ataque tratar de ser alegres y compartir el balón, para que la anotación esté muy repartida». «El otro día varios jugadores metieron más de diez puntos y eso es buena señal, porque todos aportan y así somos más peligrosos», valoró.

El intenso trabajo en los entrenamientos que se inició hace dos meses comienza a dar sus frutos. El nivel de acoplamiento es mayor y los jugadores se van conociendo mejor en la pista, algo que no había sucedido en varios encuentros de la pretemporada. Algunos jugadores se incorporaron más tarde y era necesario que se acumularan más sesiones durante la semana para que después se viera reflejado en la pista con un mayor entendimiento.

Tuvo sus primeros minutos de la temporada Manu Rodríguez. El escolta granadino ha estado más de un mes en el dique seco por culpa de una lesión abdominal. El técnico granadino entiende que va a ser positivo al crear «más competencia en la plantilla» ya que se precisa que «todos aporten».

El partido con el Lleida ha cambiado de día. Finalmente no se jugará este próximo viernes y se ha fijado para el domingo a las 12:30 horas en el pabellón Barris Nord. Eso va a permitir añadir más sesiones de trabajo: «Vamos a tener siete entrenamientos ahora y da más tiempo a seguir preparando y construyendo el equipo».

Pablo Pin no se deja llevar por el hecho de que el próximo rival aún no haya ganado. Estima que el favorito en la LEB Oro siempre es «el que juega en casa». A eso se le añade que es un equipo que necesita «ganar ya». «Así que tenemos que pensar como si la liga empezara este domingo y hacer un partido muy bueno para ganar fuera. Lleida cuenta con jugadores con mucha experiencia y debemos dar nuestra mejor versión».